10 Efectos de la comida basura en nuestro cerebro y mente

Todos sabemos que la comida basura es una de las principales causas de la obesidad, así como de otros problemas físicos. Pero, acudir a la comida rápida de manera frecuente también tiene consecuencias para nuestra salud mental. Entonces, ¿Cómo afecta la comida basura a nuestro cerebro?

Comida basura y las consecuencias para nuestro cerebro

La comida basura también afecta nuestro comportamiento y a nuestra psique. Principalmente, la comida rápida tiene las siguientes consecuencias para nuestro cerebro.

1. Nos hace derrochar más: Según los estudios, la comida rápida puede hacernos más propensos a derrochar más. Esto sucede debido a que asociamos este tipo de alimentos a la velocidad y a la gratificación instantánea. Además, los estudios han revelado que las personas que consumen esta comida insana suelen tener más tendencia a unos niveles de ahorro más bajos.
2. Mayor posibilidad de sufrir depresión: Las personas que comen mucha comida rápida tienen más probabilidades de padecer un trastorno de depresión. Actualmente, se requieren de más investigaciones para saber si una dieta de comida rápida puede causar depresión o si las personas con más tendencia a sufrir de un trastorno depresivo tienen más probabilidades de acudir a la comida rápida.
3. Comer mucho y demasiado rápido: Además de optar por alimentos preparados, las personas suelen comer más cantidad de comida. La razón de ello es que cuanto más rápido se come, más calorías se consumen.
4. Estás enganchado al azúcar: La comida basura no solo tiene un alto contenido en calorías y grasas, sino que además estas suelen tener una gran cantidad de azúcares. De hecho, existe mucho comida rápida que a pesar de tener un gusto salado tiene una gran cantidad de azúcar. Debes saber que estudios recientes han indicado que la ingesta alta de azúcar provoca innumerables problemas para nuestra salud, desde enfermedades cardíacas hasta diabetes y obesidad. Además, la comida basura es adictiva precisamente por la cantidad de azúcar que lleva.
5. Sufres de más ansiedad: Además de tener más probabilidades de padecer de depresión, si consumes mucha comida rápida o basura también puedes experimentar más ansiedad. Esto es debido a que los carbohidratos refinados de la comida basura hacen que nuestro nivel de azúcar en sangre fluctúe y acabe bajando. Cuando estos niveles son bajos, podemos experimentar de ataques de pánico, insomnio y otros síntomas propios de la ansiedad.                                                                               
6. Puedes volverte hiperactivo: Comer mucha comida basura puede inducir a experimentar un mayor nivel de nerviosismo. De hecho, la conexión con ello radica en los colorantes y conservantes artificiales que tienen estos tipos de alimentos. Un estudio revelado en la Clinical Pediatrics reveló que estos ingredientes pueden crear una sensación de nerviosismo e hiperactividad en nuestro cerebro al que denominan ‘subidón de azúcar’.
7. Aumenta el riesgo de padecer de demencia: Tener en tus hábitos alimenticios la comida basura y grasosa hace que la cantidad de insulina producida por el páncreas aumente. Según las investigaciones, un mayor nivel de insulina también puede tener una relación con la demencia. Esto sucede ya que si tu cerebro desarrolla resistencia a la insulina se puede ver afectada la capacidad de crear y almacenar recuerdos, lo que aumenta el riesgo de padecer una demencia.  
8. Reducción de la capacidad de aprender: Estudios relacionados con la comida basura y sus consecuencias encontraron que aquellas personas que consumían más comida basura solía desempeñar peor los ejercicios más simples de memoria. Tanto es así que las investigaciones también han demostrado que la comida rápida puede reducir la neuroplasticidad, es decir, el proceso que permite que nuestro cerebro almacene nuevas experiencias y recuerdos.
9. Peor estado de ánimo: La comida basura también afecta nuestro estado de ánimo. De hecho, a pesar que muchas personas buscan este tipo de comida para reconfortarse por sus emociones negativas, la realidad es que poco después de consumir estos alimentos la mayoría de las personas acababan sintiéndose más tristes después de comerlas.
10. Dificultad por controlar el apetito: La comida basura es adictiva y esto no es pura casualidad. Este efecto adictivo de este tipo de comida sucede debido a las grasas trans que tienen muchos alimentos fritos. Además, este tipo de alimentos hacen que nuestro cerebro tenga más dificultades para discernir cuánto ha comido y el hambre que tenemos. De este modo, compramos y comemos mucha más comida de la que requerimos. Por otro lado, la comida rápida puede hacer que nuestro organismo libere dopamina, la misma hormona que es la fuente de nuestras adicciones.  Incluso, en casos extremos, algunas personas pueden acabar sufriendo una adicción grave a la comida rápida.

La comida basura puede afectar tanto nuestro físico como nuestra salud mental. Por ello, controlar los hábitos alimenticios es una buena forma de contribuir a tener un mayor equilibrio emocional. Si tus emociones y sentimientos hacen que acudas a la comida basura, un psicólogo/a profesional puede ayudarte a solventar estos problemas. El intestino es nuestro segundo cerebro.

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