7 Causas detrás de la niebla mental: ¿Cómo afrontarlo?

Aunque padecer de niebla mental no se trata de una condición médica, la realidad es que este término describe la sensación de estar mentalmente aturdido/a, sentirse lento/a e incluso confuso/a. De hecho, si se experimenta esta confusión mental muy a menudo esto puede indicar que se está ante un síntoma de un trastorno mental o una enfermedad. Pero, ¿qué puede indicar sentir estos problemas de concentración?

¿Qué es la niebla mental?

La niebla mental implica una falta de claridad mental que puede llegar a afectar nuestra concentración y hasta dificultarnos recordar ciertas cosas. Además, también implica los siguientes efectos mentales:

• Problemas de memoria
• Falta de capacidad para concentrarse
• Sentirse contantemente, disperso, estar pensando en diferentes cosas a la vez o en ninguna
• Cabeza embotada (mareos o sentir la cabeza pesada)

Muchas personas sienten la niebla mental como si estuvieran muy cansados/as a pesar de que no existe una razón aparente para poder experimentar estas sensaciones. Tanto es así que dependiendo de su gravedad, este aturdimiento mental puede llegar a interferir tanto en el trabajo como en los estudios.

¿Cuáles son las causas de la niebla mental?

Existen varias explicaciones de por qué se produce la niebla mental. Algunas de las posibles causas son las siguientes:

1. Estrés: El estrés crónico puede aumentar nuestra presión arterial, debilitar el sistema inmunológico y hasta desencadenar otros trastornos como la depresión. En muchos casos, el estrés también causa niebla mental debido a que nuestro cerebro está agotado por todos los recursos que debe usar para afrontarlo. Entonces, es normal experimentar dificultades para pensar, razones e incluso concentrarse.
2. Falta de sueño: Cuando no dormimos bien, esto también puede interferir en el funcionamiento de nuestro cerebro. La falta de calidad o de cantidad de sueño puede conducir a la niebla mental, afectando nuestra capacidad de concentrarnos o de pensar con claridad.
3. Cambios hormonales: Los cambios hormonales también pueden hacer que las personas experimenten de niebla mental. De hecho, las hormonas que más pueden influir en ello son la progesterona y el estrógeno, ya que pueden afectar la memoria. Es durante la menopausia cuando hay una caída en los niveles de estrógeno, lo que puede causar olvidos, falta de concentración y un pensamiento nublado.
4. Dieta: La dieta también puede desempeñar un papel en experimentar de niebla cerebral. Es decir, tener una alimentación poco saludable puede provocar que sintamos cierta confusión mental y no podamos concentrarnos como es debido.
5. Medicamentos: Los fármacos también pueden influir en la sensación de niebla mental. De hecho, puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos. Si estás medicándote y tienes este síntoma, es importante que lo consultes con tu médico.
6. Enfermedades: Algunas afecciones médicas pueden estar asociadas con la inflamación, la fatiga o el cambio en el nivel de glucosa en sangre, lo que puede desencadenar niebla mental. Algunas de las enfermedades más comunes que lo puede causar son la anemia, la diabetes, hipotiroidismo, entre otros.
7. Trastornos psicológicos: Padecer de ansiedad o depresión también puede acabar haciendo que experimentemos de niebla mental. En estos casos, los problemas de concentración o la confusión mental van acompañados de síntomas asociados con nuestro estado de ánimo o con el nerviosismo.

Estas son algunas de las principales razones que pueden causar que experimentemos de niebla mental. Si estás sufriendo de esta falta de memoria y de concentración de manera constante, es importante que acudas a un médico o psicólogo/a profesional.

¿Cómo reducir la niebla mental?

Algunos consejos que pueden ayudarte a aliviar esta sensación de confusión mental son los siguientes:

• Duerme lo suficiente: Como hemos indicado, el sueño es muy importante para que nuestro cerebro pueda funcionar correctamente durante el día. De hecho, durante el descanso nocturno, nuestro cuerpo elimina toxinas nocivas que pueden contribuir en experimentar de fatiga mental. Al mejorar la calidad de nuestro sueño, notaremos mejoras en nuestra capacidad mental.
• Prueba cosas nuevas: Mantener nuestra mente ocupada con actividades estimulantes, es decir, que nos motiven a hacer un esfuerzo, puede ayudarnos a afrontar los problemas de concentración o la niebla mental. La clave es enfocarnos en una tarea completamente diferente a lo que estamos acostumbrados/as.
• Evita la multitarea: La multitarea puede agotar nuestra energía y reducir nuestra productividad. Sobre todo cuando intentamos realizar dos actividades que requieren concentración y atención.
• Trabaja tu memoria: Si sueles ser muy propenso/a a olvidar las cosas o a tener problemas con la memoria, puede ayudarte realizar diferentes actividades u hobbies que estimulen tu memoria. Por ejemplo, el teatro o los juegos de mesa que impliquen este trabajo, puede ayudarte a mejorar esta sensación de niebla mental.
• Toma descansos: Asegúrate de tomar un par de descansos mentales durante el día, es decir, instantes donde no pienses en nada y estés solo en el momento.
• Mantente socialmente activo/a: Tener conexiones con personas que te aportan te ayudará a sentirte más energético/a mentalmente.
• Medita: La meditación, practicada de manera regular, te ayudará a reducir tanto el estrés y a relajarte mental y físicamente.
• Haz ejercicio con regularidad: Mantenerse físicamente activo puede ayudarte a mejorar tu salud mental y tu capacidad de concentración.
• Sigue una dieta saludable: Tener una alimentación variada y equilibrada te permitirá experimentar una mejora en la memoria y en los problemas de concentración.
• Evita el alcohol y las drogas: Sustancias como el alcohol y las drogas pueden acabar dañando tu cerebro y afectar tus capacidades mentales. Por lo que evitar o dejar de consumirlos te permitirá acabar con la sensación de niebla mental.

Cuando experimentamos de niebla mental podemos acabar sintiéndonos incómodos/as o incluso creer que no somos capaces ante determinados retos del día a día. Por lo tanto, si esta sensación está afectándote más de lo que debería, es importante que acudas a un médico o a un psicólogo/a profesional para saber qué es lo que lo provoca y trabajar en ello.

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