9 Diferencias entre la angustia y la ansiedad: ¿Cómo nos afectan?

La angustia y la ansiedad a menudo ocurren juntas, pero no significan lo mismo. Aunque los síntomas de estas dos afectaciones se suelen superponer, las personas experimentan cosas diferentes cuando lo padecen. Normalmente, la ansiedad se relaciona con una amenaza conocida o entendida, mientras que la angustia suele surgir de una amenaza desconocida. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre la ansiedad y la angustia?

¿Qué es la ansiedad y la angustia?

En un primer lugar, podemos entender la angustia como una emoción que aparece cuando nos sentimos ante una amenaza que es incierta o que no conocemos del todo. Aun así, ante los síntomas de la angustia, las personas pueden experimentar un gran malestar asociado tanto con cierta tristeza y frustración. 

La ansiedad puede traducirse como una reacción que surge cuando anticipamos una posible amenaza. Es decir, se trata de un malestar provocado por un miedo concreto, que percibimos como un peligro inminente. Esto puede estar desencadenado tanto por un suceso mental como físico, es decir, por estímulos externos o internos. Esta condición está caracterizada por síntomas cognitivos que desencadenan en síntomas fisiológicos. 

Diferencia entre la angustia y la ansiedad

Aunque a veces confundir los síntomas de la angustia y la ansiedad, existen claras diferencias entre estos dos problemas psicológicos. Principalmente, podemos destacar los siguientes rasgos diferenciales:

1. Cuerpo y mente: La angustia suele experimentarse más como una preocupación y, en cambio, la ansiedad además de afectar a nuestros pensamientos, también tiene efectos en lo que sentimos en nuestro cuerpo. 
2. Específico y genérico: Una diferencia entre la angustia y la ansiedad es que la última suele experimentarse sobre un tema específico y en cambio, la angustia suele ser más difusa. 
3. Verbal y mental: La angustia suele enfocarse en una preocupación que se puede verbalizar, en cambio, la ansiedad puede incluir tanto pensamientos verbales como imágenes mentales. De este modo, las imágenes mentales asociadas a la ansiedad pueden provocar que experimentemos síntomas en todo el cuerpo. 
4. Movimiento e inmovilidad: La angustia puede ayudarnos a pensar en soluciones y estrategias para afrontar una situación dada. En cambio, la ansiedad puede llevarnos a estar dentro de nuestras preocupaciones sin llevarnos a soluciones productivas. De hecho, una diferencia clave entre angustia y ansiedad es que la última suele ser menos susceptible a la resolución de problemas. 
5. Más o menos gravedad: La angustia puede deberse a una preocupación leve, en cambio, la ansiedad genera una respuesta emocional más grave que puede llegar a afectarnos en nuestro día a día. 
6. Realismo: La angustia y la ansiedad también se diferencian por el grado de realismo. Un hecho más realista puede causarnos cierta angustia, por otro lado, la ansiedad suele estar fundamentado por hechos menos realistas. 
7. Controlable: La ansiedad no es controlable, en cambio, la angustia es más controlable por aquellos que la padecen. Es decir, tenemos mucho menos control sobre nuestra ansiedad que sobre nuestra angustia. 
8. Temporalidad: Otra de las diferencias claves entre angustia y ansiedad es que la primera tiene tendencia a ser un estado temporal, es decir, con un tiempo limitado. La ansiedad, por su lado, suele persistir durante horas, días o más. 
9. Efectos: La principal diferencia entre angustia y ansiedad es el nivel que pueden afectar nuestras vidas. La angustia puede preocuparnos durante unos instantes, en cambio la ansiedad puede modificar la actitud y el comportamiento de todo nuestro día. 

Como vemos padecer de ansiedad puede comportar sentir angustia de manera diaria. Por lo tanto, podríamos decir que la angustia se trata de un síntoma que relfleja la ansiedad. 

¿Cuándo la ansiedad y la angustia es preocupante?

La ansiedad y la angustia se tratan de un mecanismo que necesitamos para nuestra supervivencia. Es decir, nos mantienen en estado de alerta ante cualquier peligro inminente. Estos mecanismos son completamente normales si se experimentan de manera puntual. En cambio, cuando esto es patológico, es decir, se padece con demasiada frecuencia, las personas pueden acabar sufriendo muchas consecuencias debido a ello. 

Por ejemplo, la sensación de ansiedad puede acabar modificando la manera de actuar y el comportamiento de aquellos que la padecen. Cuando esto sucede, es importante acudir a un especialista en salud mental. 

¿Cómo curar la angustia y la ansiedad?

Para tratar una sensación de angustia, es necesario entender la emoción que provoca estas emociones. De esta forma, la psicoterapia trabaja para conocer el motivo que existe detrás de los síntomas de la angustia y cómo podemos afrontar estos sentimientos y emociones. 

La ansiedad, por lo contrario, debe tratarse junto a una serie de estrategias para aprender a reconocer sus síntomas y poder prevenirlos. Para trabajar la ansiedad en psicoterapia, se necesita aprender a sostener y regular la preparación hacia la asimilación de lo placentero por llegar. De tal modo que, el placer de la espera sea en sí mismo un placer.

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