Beneficios del llanto
En este momento social en el que todos conocemos los beneficios de reír (risoterapia), parece que olvidamos los beneficios de llorar.
Los seres humanos lloramos en múltiples situaciones: situaciones en las que sentimos pena, en las que sentimos una intensa alegría o situaciones tan cotidianas como cuando cortamos una cebolla.
A veces incluso el llanto nos ayuda a desahogarnos, sin necesidad de un estímulo exterior que lo provoque. Sin embargo, nuestras lágrimas no son las mismas en todas estas situaciones aunque tengan cierta composición química en común: agua, aceites, minerales y proteínas, entre otros. Los fisiólogos han descubierto que el contenido químico de las lágrimas emocionales es distinto al de las lágrimas basales o continuas (no emocionales), cuya función es lubricar los ojos.
Más concretamente, las lágrimas emocionales contienen más hormonas y leucina encefalina, un analgésico natural que se libera cuando el cuerpo está bajo estrés.
En este momento social en el que todos conocemos los beneficios de reír (risoterapia), parece que olvidamos los beneficios de llorar: reduce la intensidad de las emociones fuertes y difíciles de manejar; provoca un estado de relajación de forma natural; elimina tóxicas almacenadas en el organismo relacionadas con es estrés; cumplen una función social como señal de necesidad de ayuda o comprensión; ayuda al autoconocimiento; hidrata nuestras membranas oculares, etc. Por el contrario, reprimir el llanto, generalmente por el temor de parecer débil, provoca efectos adversos en nuestro organismo, principalmente la represión de emociones que exacerban sensaciones de rabia y agresividad y, por tanto, mayor presión o estrés personal que pueden derivar en otras dificultades psicológicas.
"Llorar no es de débiles. Nacimos llorando porque llorar es coger aire, sacar lo que nos duele y seguir adelante."
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