¿Por qué es tan importante desconectar del trabajo?

Sabemos que es necesario desconectar del trabajo pero... ¿Sabes por qué? ¿Cuánto de importante es? ¿Qué repercusiones puede conllevar a largo plazo la ausencia de desconexión laboral?

23 OCT 2018 · Última modificación: 17 FEB 2022 · Lectura: min.
¿Por qué desconectar del trabajo es tan importante?

Saber desconectar del trabajo no sólo es una buena forma de mantener tu salud emocional y física, sino que además es una manera de cuidar a los tuyos. Tener ciertos límites y establecer unos horarios al salir del trabajo, es una de las mejores formas de disfrutar de tu profesión y de todos los instantes de tu vida.

Por tanto, aprender a desconectar del trabajo debe ser una prioridad en tu vida. Muchas personas que se olvidan de establecer una barrera entre los límites personales y laborales acaban sucumbiendo en enfermedades cómo el estrés crónico, la ansiedad e incluso la depresión. Por este preciso motivo, debes identificar si estás en una situación de este estilo para cuidar tu salud en todos los aspectos.

Síntomas de la falta de desconexión laboral

Desde el punto de vista psicológico, el hecho de estar permanentemente enganchados al trabajo puede ocasionar graves consecuencias en la vida personal, de pareja y familiar. No desconectar del trabajo puede conllevar ciertas repercusiones que no sólo te afectarán a nivel laboral, sino también a nivel personal. Es por este motivo que es de vital importancia aprender a desconectar. Te mostramos algunos de los principales signos de no desconectar del trabajo.

  1. Problemas personales: El estar con los e-mails o llamadas 24-7 provoca que no se perciba una hora de cierre. La persona está permanentemente conectada a trabajo y eso acaba conllevando un estrés continuado que puede provocar efectos psicológicos importantes a la vez que síntomas físicos: desánimo por sentir que la vida es monótona, ansiedad y ataques de pánico, insomnio, falta de apetito o atracones, insatisfacción personal, irritabilidad y aumento de la agresividad, hábitos alimentarios incorrectos, problemas gastrointestinales, caída del cabello, contracturas, problemas cardíacos, etc.
  2. Problemas sociales: Si estás permanentemente atado al trabajo probablemente esa angustia se traducirá en tus temas de conversación. Puede que sólo hables de trabajo o del estrés que tienes y por tanto, puede que la calidad de tus relaciones sociales empeore. Además, también es probable que quedes menos con la gente porque el poco tiempo que tienes libre quieras descansar o porque te dé pudor estar continuamente saliendo del cine para contestar llamadas (por ejemplo). La consecuencia es el distanciamiento en las relaciones sociales y una reducción de tu red social.
  3. Problemas de pareja: Ya de por sí pasamos un porcentaje muy elevado del día trabajando, lo cual deja muy poco tiempo para la vida de pareja. Pero si además le sumas que cuando sales sigues trabajando, la calidad de tu relación será bastante mala. Puede ser que tu pareja se acabe cansando de esa situación, de las interrupciones y de los fines de semana o vacaciones a medias. Por tanto, las discusiones seguramente estarán a la orden del día y puede acabar provocando una ruptura sentimental por no cubrir los mínimos necesarios que requiere el tiempo en pareja. Además, el estrés prolongado asociado a no desconectar del trabajo también acaba afectando al deseo sexual. Es probable que tu deseo sexual se inhiba, fruto del cansancio y alimentado por los otros síntomas comentados como el insomnio. Pero si además las discusiones son frecuentes, el deseo sexual será aún menor, por lo que los problemas de pareja pueden entrar en un círculo vicioso difícil de salir.
  4. Problemas en la paternidad: Si tienes hijos, especialmente si son pequeños, requieren mucha atención y sobre todo los primeros años de vida son fundamentales para generar un apego seguro y para establecer unos lazos fuertes. Tener unos padres ausentes (o uno de los dos) puede ocasionar problemas psicológicos en el/la niño/a que manifestará de algún modo cuando sea adulto/a. Por no hablar de cómo te hará sentir a ti ver que te has perdido parte de su crianza y que no conoces a tu hijo/a bien. Además, si no desconectas del trabajo seguramente estarás más irritable y menos paciente, por lo que la educación que les des, no será la que deseas y te frustrarás alimentando a la vez los problemas personales y de pareja, porque puede haber discusiones también en el tipo de educación que se les da a los niños.
  5. Problemas con la familia extensa: La falta de tiempo libre también puede provocar un abuso en el tiempo que los hijos pasan con los abuelos, por lo que se pueden producir discusiones con la familia extensa, tanto la propia como la política. Por tanto, viendo todo esto es evidente que es tremendamente importante desconectar del trabajo y dedicarse a otras áreas de la vida de la persona: vida familiar, social, de ocio propio, de relajación, tareas de crecimiento personal, autocuidados, etc.

La vida no es sólo trabajar y no nos merecemos funcionar como si fuéramos robots. De la misma forma que una máquina necesita apagarse y reiniciarse de vez en cuando, las personas necesitamos también saber cómo desconectar, y a veces no nos lo permitimos. En nuestra mano está cambiar eso, y si el trabajo no nos permite desconectar, hay que proponerse el cambio en las prioridades vitales. Ahora bien, si esa exigencia viene de fuera, debes saber que ahora ya no es legal y que tienes derecho a la desconexión, y si no te atreves a hablarlo, siempre puedes plantearte un cambio de empleo.

¿Por qué deberías aprender a desconectar del trabajo?

¿Cuáles son los problemas más frecuentes que evitan desconectarse del trabajo?

  • Llevarte parte del trabajo: Mucha gente dedica momentos de descanso a enviar e-mails retrasados, hacer papeleo o adelantar faena para la vuelta, ya que frecuentemente el momento de volver se hace pesado, pues nos solemos encontrar con la faena acumulada, ya que quien nos sustituye no la ha podido hacer.
  • Las tareas domésticas te acompañan: Hay muchas personas que dedican las vacaciones o el tiempo libre a cambiar de ubicación pero no de responsabilidades. Por ejemplo, las personas que tienen un apartamento en la playa. Esas personas desconectan del trabajo y de la rutina, sí, pero tienen que seguir haciendo las tareas del hogar como si estuvieran en casa y muchas veces se tienen que hacer más de las que se harían en casa, pues suelen ser apartamentos cerrados el resto de año y hay que hacer una puesta a punto. Para cuando se ha acabado con la limpieza probablemente no te queden ganas de hacer nada más o se te hayan acabado los días de fiesta.
  • Hay problemas de pareja que interfieren en la desconexión: Pasar muchas horas con la pareja frecuentemente conlleva problemas en la relación. Si la relación no está atravesando un buen momento puede ser difícil desconectar en vacaciones o en los momentos de descanso, ya que las discusiones serán frecuentes y se producirán encontronazos difíciles de resolver con tanto tiempo juntos.
  • Encargarse de los niños a tiempo completo: Mucha gente dedica las vacaciones o los fines de semana al disfrute de los hijos y se olvida de sí mismo. Ir a hoteles donde hay múltiples actividades para niños o campings con las mismas condiciones puede provocar que las vacaciones sean aburridas y poco provechosas.
  • Tener una persona dependiente a cargo: Sea porque te lleves de vacaciones o en tu tiempo libre a la persona dependiente o sea porque la dejas en casa con alguien y te vas solo/a con tu pareja y/o familia, la desconexión puede ser difícil. Si te vas con la persona dependiente deberás estar dedicándole mucho tiempo y si la dejas en casa, puede que te acompañe durante todas las vacaciones el sentimiento de culpa por estar disfrutando cuando sientes que deberías estar cuidando de esa persona que te necesita.

Aprende a desconectar del trabajo

Consejos para desconectar en vacaciones

  1. Deja los aparatos electrónicos a un lado: Intenta olvidarte de que tienes móvil y por descontado, no utilices ordenadores ni tablets para otra cosa que no sea ver películas o poner música. La vuelta al trabajo puede ser dura, pero ya te encontrarás con ella. El objetivo es olvidarte por completo de tu profesión y dedicarte de lleno a disfrutar de tus días de descanso como quieras. ¡Te lo mereces!
  2. Avisa de que esos días no estarás operativo/a y marca unos horarios: Cuando te llamen o intenten contactar, no contestes. Recuerda que ya habrás avisado al salir del trabajo y tendrán que esperar a la vuelta.
  3. Intenta que en tus vacaciones haya el mínimo de tareas posible: Trata de conseguir que tu tiempo libre tenga el mínimo posible de responsabilidades y tareas del hogar. Si tienes un apartamento, come algunos días fuera, limpia lo imprescindible y céntrate en disfrutar de tus días. Piensa que la limpieza no es lo más importante.
  4. Busca actividades que te llenen: Los hobbies son una alternativa para aprender a desconectar del trabajo y de tu profesión. Haz todo aquello que llevas tiempo queriendo hacer. Dedícate a ti y saborea cada día al máximo. Descubre sitios nuevos, relájate y haz actividades lúdicas que te gusten. Es tu momento. Si tienes hijos tendrás que compaginar tu tiempo con el de tus hijos, pero intenta que no todo ese tiempo sea para ellos. Piensa también en ti.
  5. Dedica tiempo a tus acompañantes y evita discusiones: Recuerda que son momentos de desconexión para ti y para tu/s acompañante/s. Pasa tiempo con ellos y aprovecha para hablar y hacer cosas que durante el resto del año no puedes. Si surge una discusión intenta resolverla en el momento y si la cosa se pone complicada, busca la manera de distanciarte temporalmente para hacer que el enfado se te pase y luego intenta llegar a acuerdos
  6. Trabaja tus pensamientos: Si te vienen a la cabeza preocupaciones y obligaciones como el cuidado de una persona dependiente o el trabajo, piensa que cuando vuelvas ya te encargarás. Tienes derecho a tener un momento para desconectar del trabajo.
  7. Busca una rutina diferente: Aunque la economía no te acompañe, es importante cambiar la rutina. Haz excursiones, picnics, escapadas de un día a la montaña o la playa, come algún día fuera de casa, ves a pasear, haz deporte, etc. No todo supone dinero. Para disfrutar del tiempo libre no se necesita una economía muy boyante.

Es fundamental que aprender a desconectar de tu trabajo y relajarse en los momentos libres. El trabajo es una parte importante de tu vida, pero existen muchas otros ámbitos que no debes olvidar. Por este preciso motivo, si crees que estás en una situación incluso de burnout o que no logras separarte del trabajo los psicólogos pueden ayudarte a ver la solución. La vida es mucho más que trabajar.

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Escrito por

Encarni Muñoz

Encarni Muñoz es psicóloga sanitaria, especializada en adultos y con más de 10 años de experiencia. Realiza terapias individuales y de pareja a partir de una corriente integradora. Su objetivo es dotar a la persona de recursos y ayudar a descubrir los que posee para mejorar su calidad de vida en el mínimo número de sesiones posible.

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Bibliografía

  • Petersen, N (2019). The importance of disconnecting from work. All Psych. https://blog.allpsych.com/the-importance-of-disconnecting-from-work/
  • Wilding, M (2020). How to disconnect from work and enjoy your downtime. Forbes. https://www.forbes.com/sites/melodywilding/2020/06/22/how-to-disconnect-from-work-and-enjoy-your-downtime-without-feeling-guilty/?sh=23e58338d01c

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