¿Cuándo consultar a un Psicólogo? Claves para tomar la decisión a tiempo

En algún punto de nuestras vidas, todos podemos sentirnos sobrepasados por la situación en que estamos y en la necesidad de pedir ayuda para resolverla. Sin embargo, a veces nos demoramos.

27 OCT 2014 · Lectura: min.
¿Cuándo consultar a un Psicólogo? Claves para tomar la decisión a tiempo

Por desconocimiento y prejuicios relacionados con la Psicología, muchas personas aún asocian la idea consultar a un Psicólogo con el padecimiento de graves enfermedades mentales o con una falta de fortaleza para manejar los propios problemas. Esto constituye, simplemente, uno de los tantos mitos asociados a esta profesión.

En la actualidad, los motivos de consulta psicológica más comunes están asociados al estrés, ansiedad, depresión, dificultades en las relaciones familiares y de pareja, dificultades de sueño y en relación a la sexualidad. Es muy probable que todos nosotros podamos reconocernos en cierta medida en estas temáticas, ya que a lo largo de nuestra vida todos pasamos por crisis vitales que nos desestructuran transitoriamente y nos vuelven más vulnerables psicológicamente.

A veces nuestra capacidad para adaptarnos es suficiente para sobrellevar una crisis vital sin inconvenientes, pero en ocasiones ésta nos sobrepasa y afecta negativamente diversas áreas de nuestro funcionamiento y nuestra experiencia emocional. Esperar demasiado para solicitar asistencia psicológica puede agravar una situación que de haber sido atendida en su momento se habría resuelto con menor dificultad. Existen ciertos indicios que puedes tener en cuenta para saber si es necesario consultar a un psicólogo. Por ejemplo:

Estás experimentando una sensación prolongada de desesperanza, tristeza y agobio, y tus problemas no parecen mejorar a pesar de tus esfuerzos y ayuda de las personas más cercanas.

Te preocupas excesivamente, esperas el peor desenlace de las situaciones y estás continuamente con la sensación de estar al límite.

Tienes problemas para relacionarte y comunicarte adecuadamente con tu familia y/o pareja, o malestar en dichas relaciones.

Te resulta difícil sobrellevar las actividades diarias: no puedes concentrarte en tus tareas laborales o académicas y en consecuencias tu rendimiento se ha visto afectado.

Tu comportamiento resulta dañino para ti o los demás. Ejemplos: bebes demasiado alcohol, abusas del consumo de otras sustancias, tienes comportamientos agresivos hacia los demás, etc.

Consultar a un psicólogo no implica necesariamente iniciar un proceso psicoterapéutico. Dependiendo de la temática y gravedad del problema que el consultante traiga, el psicólogo evaluará la utilización de las herramientas más adecuadas a la particularidad del caso. Algunas veces las personas no han podido resolver ciertas dificultades simplemente por una cuestión de desconocimiento o desinformación y unas sesiones de orientación y psicoeducación pueden ser suficientes para ayudar al paciente a encontrar el camino que lo llevará a resolver su conflicto. Otras veces, las dificultades se asientan en un desequilibrio más importante y se requiere un tratamiento más prolongado y un esfuerzo colaborativo entre paciente y terapeuta para resolverlo.

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Escrito por

Pedro Gómez

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