Cuando llegan los 35 y no tienes pareja estable a vista

Cómo enfrentarse a la avalancha de pensamientos, dudas e interrogantes cuando has conseguido el éxito en todas y cada una de las facetas de tu vida…

Fuiste una buena hija, una estudiante excelente, competiste por un puesto de trabajo, te posicionaste laboralmente y tuviste varias relaciones que no llegaron a buen puerto.

Y ahora miras a tu alrededor y solo ves parejas estables, empiezas a recibir invitaciones para las bodas de amigos y familiares y la pregunta siempre es la misma "¿y tú para cuando?", "¿tienes novio?", "¿a qué estás esperando?", "se te va a pasar el arroz", "tanto elegir, tanto elegir y al final…", "¡no querrás parecer la abuela de tus hijos!", "todos te quieren pero ninguno te elige", "al final te quedas para vestir santos".

Lo primero que has de hacer es reflexionar sobre el tipo de compañero que quieres para el viaje del resto de tu vida. Y aquí lo honesto sería pensar en alguien que aporte de manera equivalente a la pareja, de este modo la relación guardará un equilibrio que os hará ganar en libertad.

¿Cómo sabras si al conocer a alguien con un perfil equilibrado puede ser el perfecto compañero de viaje? Respondiendo en conciencia plena a las siguientes preguntas ¿Qué se conecta de mi cuando estoy con él?. Cuando estoy con él ¿me convierto en alguien mejor?, ¿la vida es mejor con él a mi lado?, ¿puedo seguir siendo yo misma las 24 horas?

Si la respuesta a estas preguntas es positiva adelante, si no, mira hacia otro lado.

No hay prisa, no importa cuantos hombres tengas que descartar, piensa que es una de las elecciones más importantes de tu vida y no puedes ir contra ti misma.

Sigue tu GPS interior, te llevará al mejor puerto, el tuyo. Y lo mejor de todo llegarás a tu propio ritmo.

Lo importante no es llegar a la meta sino sonreír cuando mires atrás

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