De la comunicación a la autoestima

Para potenciar una comunicación adecuada, es importante tener en cuenta, entre otros, los estados emocionales, tanto en el emisor como en el pequeño/a receptor; el momento, el lugar, el mensaje adecuado. Y por supuesto, el respeto como pieza clave para toda comunicación.

Es de vital importancia escuchar, aceptar al otro/a aunque sea pequeño/a; descubrir, explicar, y dedicar tiempo, aunque pueda no interesarnos. Para ello, tenemos que aprender a expresar nuestra opinión y sentimientos de forma adecuada y también a buscar acuerdos o formas de resolver la situación en común. Toda esto, en primer lugar es un reto para nuestra mentalidad de adultos, ya que, antes de pedirle a los menores que aprendan a escuchar o expresarse de forma correcta, somos nosotros los que tendremos que aprender a hacerlo y enseñar con el ejemplo.

Las bases de una comunicación positiva son: Escuchar con respeto y empatía, utilizar el “mensaje yo" para descubrir, explicar y expresar sentimientos propios, así como llegar a acuerdos entre ambas partes. La autoestima es muy importante en la vida del niño/a, así como del futuro adulto. Potenciar la autoestima en los menores, es comunicarles elogios y transmitirles mensajes positivos sobre su conducta, personalidad y las cosas bien hechas.

No es suficiente expresarles calificativos o frases hechas, “Muy bien", “Eres maravilloso"… si no que es necesario expresarles descriptivamente aquello que potenciará su autoestima, su autovaloración y su capacidad de quererse a si mismo/a.

De esta forma, los menores descubren por si solos/as su valía, sin necesidad de redundar en calificativos, que en ocasiones pueden sonar a superfluos o a exceso de afecto. Por ejemplo, es mejor sustituir una frase hecha: “muy bien, eres maravilloso" por una descripción que interiorizará y potenciará su autoestima: “me gusta cómo has resuelto ese problema, lo hacen personas muy inteligentes"

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