El estrés de los que trabajan

El estrés, la inseguridad y la excesiva carga de trabajo están entre los problemas que más preocupan en el ámbito laboral.

20 JUL 2015 · Lectura: min.
El estrés de los que trabajan

El estrés, la inseguridad y la excesiva carga de trabajo están entre los problemas que más preocupan en el ámbito laboral, según una encuesta de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo.

¿Las empresas que conoces se preocupan por el volumen de carga de trabajo que dan a sus trabajadores, o se ocupan únicamente de sus ventas y sus resultados?Sabemos la respuesta. El problema es cuando se traspasan ciertos límites, abusando del trabajador, olvidando que es un ser humano.

¿No creéis que el rendimiento laboral sería mejor si lo fueran también las condiciones que aplican a los empleados? Los expertos en gestión de personal así lo opinan. Al trabajar mejor en todos los sentidos, la empresa gana la fidelidad de los colaboradores, y eso genera una confianza mutua entre éstos y los cargos superiores de la que ambos se pueden beneficiar.

Pero la vieja visión empresarial de ganar dinero a corto plazo empaña la posibilidad de generarlo por una vía quizá más trabajosa, aunque también más estable y racional.Si consideraran la importancia de invertir en el bienestar del capital humano, las cosas serían bien distintas. Ya no digo sólo invertir económicamente, sino teniendo consideración. Ganarían ese rendimiento que siempre buscan pero que a veces lo hacen por las vías inadecuadas, forzando la resistencia de las personas con excesos de tareas, presiones psicológicas, o ejerciendo abuso de poder.

Con mejores condiciones y clima conseguirían trabajadores más comprometidos y motivados, lo que se traduce en menos absentismo, menos rotación y más productividad laboral.

¿Qué son mejores condiciones?

Pues podrían ser, por ejemplo:

  • fomentar la flexibilidad en vez de la rigidez teniendo en cuenta que tratamos con personas. Esta flexibilidad puede ser de muchos tipos, por ejemplo, de horarios.
  • cuidar su organización (el orden, los métodos, la agilidad de los servicios) para evitar el caos y el estrés.
  • utilizar incentivos para motivar a los empleados y que esto repercuta en su entusiasmo y desempeño. Hay trabajos que no son motivadores de por sí, pero los incentivos externos pueden ser una ayudita.

Existen empresas muy prósperas (como por ejemplo Google) que tienen diferentes comodidades para momentos en que las personas se puedan sentir saturadas. ¿Por qué no se generaliza esto? ¿Por qué no se puede combinar el trabajo con el confort o con la conciliación familiar, si puede ser la combinación perfecta para que salgan todos ganando? Son preguntas que lanzo al mundo…

"La gestión del estrés no es sólo una obligación moral y una buena inversión para los empresarios, sino un imperativo legal establecido en la Directiva Marco 89/391/CEE." "En el Pacto europeo para la salud mental y el bienestar se reconocen las cambiantes demandas y las crecientes presiones que hay en los lugares de trabajo."

Una de las consecuencias de la mala gestión de las condiciones laborales es que se generalizan los sueldos precarios que desincentivan a las personas, lo que lleva a su reducida productividad, lo que justifica sus reducidos salarios (a parte de ponerles la etiqueta de vagos).

En el resto de Europa han racionalizado los horarios, pensando en la salud de las personas y en sus ritmos de sueño y tiempo libre. Pero los españoles somos los europeos que menos dormimos. Y es que si puedes ver oficinas con luz y gente trabajando a las 9 de la noche, ¿qué tiempo nos queda para estar en casa? Esto es aún más impactante si tenemos en cuenta otra realidad: actualmente una persona puede trabajar a jornada completa y aún así ser pobre.

Pese a que en España se trabaja más que en otros países, estamos a la cola en productividad. La principal resistencia para buscarla viene desde el ámbito empresarial, que no acaba de entender que estar más tiempo en el trabajo no significa trabajar más. Se prefiere tener a alguien calentando la silla en lugar de horas de verdadero trabajo.

¿Qué puedes hacer tú a nivel individual?

Reconocer que hay factores que están fuera de tu control, que vienen determinados por la situación económica y social de un momento dado y eso no lo decides tú. Acéptalo de forma constructiva y no lo atribuyas erróneamente a tu mala suerte o algo que has hecho mal.

Conoce a fondo tus necesidades para saber poner límites: analizar tus prioridades te puede ayudar a ver hasta qué punto estás dispuesto a aguantar ciertas presiones, hasta qué punto necesitas ese trabajo o esos ingresos, hasta qué punto valoras el estatus que te da…

Si no puedes cambiar nada por ahora, puedes quejarte y desahogarte, pero quizá te sea más útil recordarte las ventajas o cosas buenas que tiene tu situación actual.

Si puedes, haz por cambiar una situación que no te hace feliz o algún aspecto de ella. Los cambios empiezan con decisiones. Discrimina dónde sí puedes decidir para provocar algún cambio. Si queremos que las cosas sean diferentes, no podemos quedarnos igual.

PUBLICIDAD

Escrito por

Paula Perdomo

Consulta a nuestros mejores especialistas en estrés
Deja tu comentario

PUBLICIDAD

últimos artículos sobre estrés

PUBLICIDAD