El Trastorno Obsesivo Compulsivo

El Trastorno Obsesivo Compulsivo (en adelante TOC), es la manifestación más clara de lo que algunos psicólogos prestigiosos defienden, y es que en realidad todos los trastornos son manifestaciones conductuales desadaptativas que en su versión equilibrada no serían más que conductas que nos permitirían adaptarnos al medio con eficacia.

La diferencia entre los pensamientos de las personas que no padecen TOC y las que sí lo padecen es la interpretación catastrofista que de estos hacen, convirtiendo los pensamientos en verdaderas obsesiones, que les generan gran ansiedad y que por la que realizan compulsiones, que son conductas encaminadas a paliar el estrés que padecen. Estas conductas pueden ser manifiestas u observables (como lavarse las manos reiteradamente) o encubiertas (en forma de pensamientos utilizados para mitigar la ansiedad).

El tratamiento cognitivo-conductual ha demostrado una gran eficacia, pero en muchos casos se debe recurrir a los fármacos como tratamiento coadyuvante. En estos casos se utilizan antidepresivos, una familia de fármacos llamada ISRS, que ayudan a aumentar la disponibilidad de la serotonina cerebral ( pues parece ser que la dimensión biológica relacionada con este neurotransmisor podría estar afectada en las personas que padecen este trastorno). Las dosis suelen ser un poco más altas que las empleadas en el manejo de los trastornos depresivos y comienzan sus efectos terapéuticos en unas seis semanas desde el comienzo del tratamiento, aunque existe mucha variabilidad interpersonal.

En cualquier caso, los beneficios de la utilización conjunta de ambos tratamientos, el psicoterapéutico y el farmacológico, es mayor que los tratamientos aislados, siendo totalmente insuficiente el fármaco por sí solo.

El tratamiento psicológico se debe plantear a medio-largo plazo, y no solo para extinguir esta conducta desadaptativa y las interpretaciones catastrofistas asociadas, sino también para procurar una mejor adaptación al entorno social, laboral y personal, ya que las personas que padecen TOC suelen tener estas áreas afectadas, además de presentar de forma concomitante otros trastornos del espectro ansioso-depresivo, y encuentran muy disminuida su capacidad auto-afectiva, por lo se suelen ver en un callejón sin salida de muy difícil solución por si mismos, y que llegado el momento siempre precisan de un terapeuta para ayudarles con esta situación.

Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.