Frases que invitan a reflexionar

Hace algo más de un año cayó en mis manos un libro muy interesante del que, no podría decir tanto como que me cambió la vida, pero sí que me invitó a reflexionar y tomar buenas decisiones. En aquel momento recogí en una libreta frases del mismo que mantengo presentes en mi día a día y que me gustaría compartir hoy con vosotros con la única intención de que si se ajustan a algún momento de vuestras vidas, os puedan servir de ayuda.

Mirar hacia el pasado reiteradamente te impide vivir el presente.

La mente se confunde cuando trata de entender las emociones. La mente se culpa y busca argumentos absurdos, mientras el corazón sufre.

No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas.

Los problemas aparecen cuando aparece el miedo a fallar.

Cuando uno es feliz, los días se escapan de las manos y las noches parecen no existir. Cuando uno es feliz, la energía se transforma, los problemas no son problemas, son simples obstáculos, y los retos no son inalcanzables, son emocionantes. Cuando uno es feliz, la vida tiene sentido.

Estar preparado significa tocar la soledad, sentir miedo, dolor y superarlo.

Olvida el pasado, olvida lo que otros piensan de ti, y céntrate en lo que sabes que debes hacer.

Muchas veces creemos cosas que no suceden en realidad.

En la vida no existen certezas, no existe seguridad. Siempre vas a encontrar obstáculos. La vida no es segura, nos reta, y si no lo hiciera, no aprenderíamos.

Hay que aprender a convivir con el miedo, para poder tomar decisiones y actuar. Cuántas oportunidades se desaprovechan por pensar que no vamos a estar a la altura. Cuántos pasos sin dar. Cuántas dudas absurdas. Cuánta irrealidad.

Las preocupaciones te impiden pensar, te impiden actuar.

Ser valiente no es más que comprender lo que no funciona en nuestras vidas.

Perseverar significa no rendirte cuando llegan las dificultades. No rendirte cuando estás rodeado de problemas.

Atrévete a equivocarte.

Escucha sólo a aquellos que te ayuden a ir hacia delante y a mirar siempre al futuro.

Los resultados en ocasiones tardan en llegar mucho más de lo que deseamos. Para entender cómo funcionan las cosas se necesitan años, reflexión, algunos errores cometidos, mucha tenacidad y unas cuantas decepciones.

Cuando te enfrentas a un "no", te tienes que preguntar: ¿cómo puedo cambiar el resultado?

Atrévete a confiar. Lo primero, en ti mismo. Cree en ti.

Sólo fracasas cuando dejas de perseguir tus objetivos. Cuando dejas de ir hacia adelante. Sólo fracasas cuando permites que los problemas te venzan.

Las personas que nos transmiten mensajes negativos y que, a veces, dan en la diana (nuestros miedos) son personas que hablan de sus inseguridades, de lo que han intentado hacer y no han conseguido.

Los problemas ayudan a aprender y a crecer.

Cuando llegue el éxito sigue siendo fiel a tus principios y palabra. Demuestra tu grandeza y sé humilde.

Se trata de que cada día te levantes con un objetivo muy claro en tu cabeza, aunque sea pequeño, y lo cumplas. Revisar todos los días los logros que hayas alcanzado, aunque sean detalles, aunque tan sólo sea tu actitud. Eso ya es una victoria.

El camino con obstáculos es el que te hará llegar más lejos.

Cuando pasa el tiempo y miramos hacia atrás, descubrimos los momentos importantes que han marcado nuestra vida, y descubrimos también que todo tiene un sentido. Que todo está entrelazado y tiene un por qué.

Las casualidades aparecen cuando uno no se rinde y persiste.

La vida es demasiado corta. No cometas el error de desaprovecharla.

Convierte tu objetivo en algo vital para ti.

Viaja al futuro e imagina que lo has logrado. ¿Qué claves te permitieron conseguirlo?

Como os decía al principio del artículo, confío fielmente en todos estos mensajes. En definitiva, debemos atrevernos a aquello que nos da miedo para continuar creciendo.

¡Muchas gracias por leerme!

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