Amaxofobia o pánico a conducir: Descubre las claves para superarla

Muchas personas pueden padecer miedo a conducir debido a una mala experiencia en el volante. Pero cuando esto se intensifica y se vuelve una auténtica fobia a conducir esto se convierte en una patología psicológica denominada amaxofobia. Una cosa es el miedo a conducir y otra la amaxofobia. En ambos casos hay miedo, pero en el primero se trata de una emoción y en el segundo de un trastorno emocional psicológico.

¿Qué es la amaxofobia?

Afecta a personas que tienen miedo a la falta de control, que son inseguras y que sufren estrés y depresión habitualmente. La fobia a conducir también suele presentarse en personas que han dejado de conducir durante un periodo de tiempo y que padecen otras fobias, como miedo a volar o a permanecer en espacios cerrados.

Notmalmente este pánico a conducir lo suelen padecer personas responsables, autoexigentes, perfeccionistas, a quienes les gusta tener bajo su control todas las posibles variables, incluida la conducción. A la mínima sensación de riesgo prefieren no conducir, y ponen cualquier excusa para no salir de casa; eso les convierte en muy dependientes, y acostumbran a cambiar de planes continuamente.

En consecuencia, las personas que sufren de la fobia a conducir o la amaxofobia, se sienten frustradas, tristes, impotentes y con la autoestima baja. Cuando se ven obligadas a ponerse al volante, lo hacen siempre con ansiedad, nerviosismo, taquicardia, palpitaciones, sudoración en las manos, vértigo, nervios en el estómago, temblor en las extremidades, dolores musculares y de cervicales, e hiperventilación (falta de aire).

Más de la mitad de las personas con amaxofobia conduce de forma esporádica, realiza los mismos recorridos y se impone ciertas limitaciones, como no conducir sin acompañante, por autopista o autovía, con mucho tráfico o por la noche.

¿Cuáles son los síntomas de la amaxofobia?

En la amaxofobia, cómo en otros trastornos fóbicos la respuesta de huida-evitación produce en el sujeto una sensación de alivio de la ansiedad, que se mantiene por refuerzo negativo. Esta respuesta llega a ser tan poderosa que se vive cómo la única posible para hacer frente al problema.

A raíz de la primera crisis de ansiedad que se experimenta alrededor del miedo a los vehículos como al miedo a conducir, se desarrolla un círculo vicioso donde predomina el miedo a vivir esta misma situación tan angustiante y este miedo es el que desencadena nuevas crisis siempre más intensas, lo que hace que la fobia se intensifique y perpetúe. En muchos casos, la amaxofobia y sus síntomas se presentan de la siguiente forma. 

• Reacción fóbica automática e incontrolable
• Tomar medidas extremas para evitar el desencadenante
• Reacción exagerada desproporcionada al riesgo real
• Miedo intenso a sufrir un accidente

Estos son algunos de los síntomas de la amaxofobia. En muchos casos perder el miedo a conducir o superar la amaxofobia depende de la ayuda de un psicólogo profesional. 

¿Cómo superar la amaxofobia?

De ahí que el tratamiento más efectivo es hacer lo contrario de la evitación, es decir, la exposición al estímulo fóbico (conducir). Abordar el tratamiento de este trastorno, implica modificar las ideas y pensamientos erróneos que sobre el tráfico y sobre sí mismo posea el afectado, y descondicionar la respuesta de huida ante las diversas situaciones de tráfico. Cómo en cualquier fobia, la exposición en vivo permite desarrollar experiencias directas de afrontamiento que ayudan a: 

1. Racionalizar los pensamientos negativos

Uno de los primeros pasos para superar la ansiedad al conducir es intentar refutar las expectativas negativas con pruebas de la realidad. En muchos casos, la amaxofobia y su tratamiento intentan abordar los pensamientos negativos que surgen alrededor de la conducción y de los vehículos. 

2. Control emocional

Desarrollar autocontrol emocional cuando se sufre el miedo a conducir o de la amaxofobia es fundamental para poder acabar superándolo. De esta forma, para afrontar le pánico a conducir será esencial analizar nuestras emociones, identificarlas e intentar esclarecer el por qué suceden y si realmente estas son útiles para nosotros. 

3. Mejorar nuestras habilidades de conducción

Mejorar las habilidades psicomotrices propias del manejo de vehículos puede ayudarnos a superar el miedo a conducir y la amaxofobia. A través de esta mejora la persona puede sentirse más segura en el volante y puede ser una ayuda para dejar atrás el pánico a conducir y la ansiedad al conducir. 

4. Fomentar la positividad

Aumentar los recuerdos positivos sobre la capacidad de conducir puede ser un buen método para superar la amaxofobia. Para ello la clave será intentar racionalizar los pensamientos negativos para cambiarlos por otros muchos más positivos al respeto. 

Estos son algunos de los métodos que pueden ayudarte a superar la amaxofobia. A pesar de que son buenos recursos para superar la fobia a conducir, en muchos casos se requiere de la ayuda de un profesional de la salud mental. Volver a verle el lado bueno a conducir te otorgará la libertad que tanto necesitas. 

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