Ansiedad infantil: ¿Por qué aparece y cómo podemos eliminarla?

La ansiedad en los niños puede presentarse de diversas formas que acaban pasando desapercibidas por los padres. Pero en estos casos es de vital importancia intentar detectarla a tiempo antes que pueda afectar al desarrollo de los pequeños.

¿Cómo detectar la ansiedad infantil?

Detectar la ansiedad en niños es mucho más difícil que en los adultos. La razón es que la mayoría de los niños no poseen un vocabulario ni una capacidad introspectiva adecuadas para poder expresar correctamente lo que les sucede (muchos adultos tampoco). De esta forma, ellos pueden reconocer que no se encuentran bien ya que por lo general saben expresar sus emociones. Por ello, en la ansiedad infantil es vital fijarse en las señales que los niños nos dejan para poder detectarla y tratarla en el menor tiempo posible.

Además los ataques de ansiedad en los niños no sólo se trabajan con ellos sino que también deben participar en su tratamiento los padres. De hecho, muchas veces la ansiedad infantil está muy relacionada con la figura paternal.

Características de la ansiedad infantil

Muchas personas confunden tanto el miedo como la fobia con la ansiedad en niños. Estos tres términos con frecuencia tienden a ser empleados como sinónimos para hacer referencia a una serie de síntomas de malestar que experimenta la persona en un momento determinado, pero hay que saber que no son lo mismo, ni siquiera forman parte de un continuo. Es por este motivo que es importante saber diferenciarlos e identificarlos, sobretodo porque nos va a ayudar a conocer un poco más a nuestros pequeños y a poder interpretar un poco mejor las señales que nos puedan ir dejando en estos casos.

1. Miedo: La mayoría de los niños experimentan muchos temores diferentes a lo largo de su desarrollo. Estos temores suelen ser de poca intensidad y además están asociados a una edad determinada. Por lo general son pasajeros y terminan desapareciendo de una forma espontánea. Estos miedos son normales, sirven para que la persona desarrolle habilidades motoras y cognitivas de afrontamiento. De esta forma, son a su vez saludables, ya que brindan al niño la oportunidad de aprender a enfrentarse a situaciones difíciles y estresantes. Son lo que se conoce con el nombre de “miedos evolutivos” y tienen una función específica ligada a cada edad. Cuando tenemos un problema es cuando alguno de estos miedos evolutivos se prolonga hasta una edad que no corresponde. Es decir, a los 6 años es normal que el niño pueda experimentar temor ante el hecho de que puedan existir brujas o fantasmas, sin embargo a los 14 años ya no se considera “normal” padecer este miedo.
2. Fobia: Para que el miedo infantil se pueda considerar como fóbico debe reunir dos características: Que sea desproporcionado a la situación que lo desencadena. Es decir, el miedo es irracional, el niño suele asustarse ante cosas inofensivas como pueden ser la oscuridad, los ratones, etc. Que su elevada intensidad suponga que el niño realice un comportamiento desadaptativo, un comportamiento poco apropiado ante las demandas de la situación
3. Ansiedad: La ansiedad infantil por lo general es una respuesta normal y adaptativa que prepara a nuestro organismo para reaccionar ante una situación de peligro. Al contrario de lo que ocurre ante el miedo y la fobia, en las causas de la ansiedad no parece que la persona sepa cuál es exactamente el motivo que la desencadena. Por ello, los niños reconocen que están inquietos pero no saben el por qué.

Síntomas de ansiedad en niños

A pesar de que las etapas de la ansiedad en los niños son muy difíciles de detectar, existen algunos síntomas que pueden revelar que estamos delante de un caso de este estilo de patologías. Por lo general, cuando nos encontramos en un trastorno de ansiedad en los niños nos encontramos con las siguientes señales.

• Les cuesta concentrarse
• Despiertan por pesadillas
• No tienen unos buenos hábitos con la comida
• Enfados repentinos y pérdida de control
• Preocupaciones constantes y pensamientos negativos
• Tensión muscular y usar el baño con frecuencia
• Llorar en muchas ocasiones
• Quejas por malestar estomacal

Cuando los niños presenten muchos de estos síntomas podríamos hablar de que estamos delante de un caso de ansiedad infantil.

Causas de la ansiedad infantil

La ansiedad es una respuesta natural con la que nacemos todos. Los problemas con ella se crean cuando el cuerpo y la mente interpreta como peligros muchas situaciones que en realidad no lo son.  Es por ello, que existen personas que tienen algunas experiencias que hacen que se interprete con más facilidad el peligro en ciertos momentos. De esta forma, la ansiedad en niños puede llegar a influir en su desarrollo. Por ello, es de vital importancia saber sus causas y detectarlo a tiempo.

• Factores biológicos: El cerebro segrega ciertas sustancias químicas especiales cuando se encuentra ante una situación de peligro. Entre ellos, los neurotransmisores como la serotonina y la dopamina influyen en la aparición de la ansiedad. Existen algunos factores genéticos que hacen que los niños sean más propicios a exagerar esta respuesta ante algunas situaciones que se pueden considerar socialmente o psicológicamente peligrosas.
• Factores familiares: Los niños están muy influidos por el entorno. Tanto es así, que muchas veces la ansiedad en los padres acaba afectando a los niños. Por ello, esta puede ser una de las causas de ansiedad infantil.
• Factores ambientales: Las experiencias traumáticas (como pueden ser los divorcios, la enfermedad o la muerte de un familiar) puede desencadenar la aparición de un trastorno de ansiedad en niños.

Tipos de ansiedad infantil

De la misma forma que en la ansiedad en los adultos, existen diversos tipos de ansiedad infantil.

1. Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): En estos casos la ansiedad infantil se puede identificar por las excesivas preocupaciones que sufren los niños. Además los pequeños con TAG tienden a ser muy duros consigo mismos y se esfuerzan con todas sus fuerzas por alcanzar la perfección.
2. Trastorno de pánico: Este tipo de ansiedad infantil se caracteriza por continuos episodios de pánico. Estos ataques de ansiedad en los niños se presentan de una manera inesperada. Tanto es así que los pequeños acaban preocupándose por estos ataques e incluso se obsesionan con ellos.
3. Trastorno de ansiedad por separación: Uno de los tipos de ansiedad infantil más comunes es el trastorno de ansiedad por separación. En estos casos, los niños experimentan la ansiedad cuando pierden de vista a sus padres. Esta reacción puede ser normal cuando los pequeños son muy pequeños, pero se convierte en un problema cuando se prolonga en la edad.
4. Fobia social o ansiedad social: La ansiedad en niños también puede aparecer a causa del miedo a ciertas actividades sociales. Tanto es así, que lo más común de esta ansiedad infantil es sufrirlo en ciertas ocasiones escolares (como salir a la pizarra o iniciar una conversación con un compañero). Este tipo de ansiedad en niños puede afectar en su desarrollo y en las relaciones de los pequeños.
5. Mutismo selectivo: Cuando los niños se niegan a hablar en ciertas situaciones, tanto que interfiere en su actividad escolar y en hacer amistades, podemos decir que se trata de ansiedad infantil. Los niños que sufren de mutismo selectivo acaban permaneciendo inmóviles e inexpresivos en algunas ocasiones donde se espera que hablen con los demás.
6. Fobias específicas: Hablamos de una fobia específica cuando los niños experimentan un miedo irracional hacia una situación, ser vivo u objeto. La ansiedad infantil en estos casos aparece cuando estos intentan evitar ciertas situaciones o las cosas que temen.

¿Qué hacer si tu hijo sufre de ansiedad infantil?

Cuando un bebé llora, sus padres saben que es probable que tenga hambre, esté cansado, enfermo o por otra causa más fácil de identificar. A medida que el niño crece, los padres tienen más dificultades para identificar la causa de sus preocupaciones, insomnio o malestar. Cuando un niño llega a la edad de escuela primaria, un padre puede encontrar que su hijo se aferra a ellos, tenso o retraído. En lugar de estar relajado y ser capaz de jugar con otros niños, un niño puede parecer irritable o infeliz.

Como padre, si le preocupa si algo es una reacción normal o un trastorno de ansiedad infantil, se recomienda consultar a un psicólogo. Si su hijo realmente necesita ayuda profesional, el psicólogo lo ayudará a comprender lo que sucede en su cuerpo cuando se pone ansioso, a tomar conciencia de sus pensamientos y comportamientos y le enseñará cómo desafiar sus preocupaciones y aplicar estrategias para afrontar mejor las situaciones. y sentirse cómodo de nuevo. Cuanto antes reciba ayuda un niño, más rápido podrá recuperar su sensación de bienestar. Ningún niño debería pasar por la vida sintiéndose estresado, preocupado y ansioso sin acceso a ayuda para afrontarlo.

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