La Terapia Racional Emotivo Conductual (TREC)

Esta terapia, se inscribe en el contexto de las Terapias Cognitivas, y fue ideada por Albert Ellis en los años 50 del siglo XX y practicada, corregida y mejorada por él, hasta 2007, lo que le valió ser uno de los psicólogos más influyentes de las últimas décadas y su modelo terapéutico, considerado de notable eficacia. Se trata de una terapia práctica, directiva y que apuesta por la brevedad en la duración de la misma, de acuerdo a las necesidades de cada caso. Este enfoque terapéutico, parte de una base sencilla: no nos perturba lo que pasa, sino, mayoritariamente, lo que pensamos sobre lo que pasa. El pensamiento, el sistema de creencias y los esquemas cognitivos, son pues, según esta corriente, la fuente de las emociones, los estados anímicos y el comportamiento.

Las creencias personales, son una importante causa de entorpecimiento del desarrollo personal, siendo el origen de dificultades en el razonamiento lógico, de perturbaciones emocionales y de comportamientos disfuncionales. Cuando los pensamientos y creencias son dogmáticos, inflexibles, absolutistas, sobregenaralizados, catastrofistas, etiquetas... se convierten en "norma", o en "exigencia", hacia el propio individuo, hacia los otros y/o hacia la vida en general, pudiendo llegar a provocar pequeñas, o grandes dificultades y estados afectivos indeseables o insanos.

La perturbación emocional que de forma esporádica, frecuente, o permanente, experimentan los humanos, radica, en gran parte, en como cada individuo evalúa y qué "exige", a su propia persona, a los demás y al mundo. Lo que pensamos, pueden ser "irracional": no coincide con la realidad, no tiene una consistencia lógica y no es práctico, es decir, no ayuda en la consecución de metas.

La especie humana tiene cierta tendencia a la irracionalidad, lo que puede ser el origen de importantes trastornos y yo añadiría, incluso de conflictos sociales, políticos, religiosos y económicos, que podrían reducir su intensidad, con el conocimiento y el cambio de los pensamientos o creencias que los sustentan.

Des de la óptica de la TREC, se sostiene que cada cual es, en gran parte, responsable de sus emociones y por lo tanto, de sus perturbaciones y "disfuncionalidades". La buena noticia es que cada uno de nosotros, está en disposición de decidir si quiere cambiar la "perturbación" causada por ideas irracionales, sustituyéndola por emociones sanas, coherentes con la situación y, por ello, bien adaptadas.

La TREC enseña al paciente a identificar las creencias o pensamientos irracionales, debatirlos, "reformularlos" e incorporarlos a un nuevo sistema de creencias en forma racional, para que la persona desarrolle una filosofía que resalte el interés por uno mismo, la autodirección de sus acciones, el respeto y la tolerancia hacia sí y los demás, la aceptación incondicional, el pensamiento lógico-científico, la sana convivencia con la incertidumbre y el compromiso con los objetivos vitales, entre otros. Adquirir esta habilidad y ponerla en práctica en el presente y en el futuro, disminuye la posibilidad de "perturbase" emocional o anímicamente. La "racionalidad", se puede aprender, entrenar y desarrollar.

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