¿Los Reyes Magos le traen muchos regalos a mi hijo?

¿Cuándo los regalos que le hacemos a nuestros hijos son los apropiados? ¿Cuándo nos olvidamos de los límites? ¿Es bueno, es malo?

18 ENE 2017 · Última modificación: 2 FEB 2017 · Lectura: min.
¿Los Reyes Magos le traen muchos regalos a mi hijo?

En las últimas semanas hemos visto noticias y posts donde se hacía referencia a la cantidad de juguetes que debería recibir un niño en Navidad, y éste se reducía a cuatro. Es una buena medida para poner límites a los niños en cuanto a los regalos que reciben y necesitan, ya que muchas veces nos olvidamos de que hay cosas que necesitan y solamente les regalamos lo que quieren.

En mi opinión, poner un número a los regalos que van a recibir nuestros hijos no es necesario, pero sí que tenemos que ser conscientes de que no podemos darles todo lo que nos piden. En muchos hogares no pueden ni llegar a cuatro regalos por Navidad y en otros podrían regalar 40. Considero que cada familia debería saber sus limites, y dentro de estos límites definir lo que sus hijos necesitan y conocer los gustos de sus hijos para regalar aquello que les gusta.

Algunos os preguntaréis que por qué están saliendo tantas noticias acerca de los regalos y lo cierto es que parece que cada vez se regala más y son cada vez más los juguetes "abandonados" en cajas, donde si no los vuelven a ver, se olvidan de ellos. Sin embargo, aunque estas noticias aparezcan en estas fechas, lo cierto es que esta actitud se alimenta durante todo el año. Debemos poner límites a nuestros hijos durante todo el año. Seguro que os ha pasado alguna vez el estar en una cafetería y escuchar en la mesa de al lado a un niño llorando porque sus padres no le compran un croissant, por ejemplo. Debido a tal llorera piensas "bueno que más les da, le podían dar un croissant para que deje de llorar". Lo que no sabéis, quizás, es que de camino a la cafetería ya había pedido más de cinco cosas y esas cinco cosas se las habían comprado. ¿Qué sucede con esto? El niño aprende. Aprende mucho. Si quiere algo y no se lo dan, se pone a llorar, cuanto más llore más vergüenza pasan sus acompañantes y antes le compran lo que quiere, y así crean un círculo vicioso en el que el niño siempre acaba consiguiendo lo que quiere.

Tenemos que enseñar a nuestros hijos a valorar lo que tienen y a soportar la frustración cuando no pueden tener algunas cosas. Tenemos que crear hijos fuertes, ya que situaciones como estas las van a vivir muchas veces a lo largo de su vida, donde tendrán que aprender que sólo con esfuerzo van a poder conseguir aquello que se propongan.

Desde aquí os animamos a que este año regaléis lo necesario y algo más, pero sin pasarse. Tengamos cabeza, que aún teniéndola nuestros hijos pueden disfrutar igualmente de su infancia.

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Escrito por

Rosalía Campos Álvarez

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