Me quejo, luego existo

Al contrario de lo que muchos piensan, quejarse es bueno y sano, exorciza los demonios interiores y sirve para desahogarnos. Eso sí, ponle un tiempo determinado a esa sana costumbre.

6 DIC 2016 · Lectura: min.
Me quejo, luego existo

Dedico 20 minutos al día a quejarme, mi marido seguro que dice que más, pero mi intención es esa y cada vez tengo más claro que es el gran objetivo que me marco este año. Me quejo de muchas cosas, de las facturas, de la injusticia de las noticias que veo en la tele, de la inestabilidad laboral, de los sueldos miserables que estoy viendo en los portales de búsqueda de empleo y lo mucho que exigen por ellos (idiomas chino y alemán incluidos) de que mi hija no recoge, de que la ropa no se seca, de que dedico más tiempo a limpiar las porquerías que dejan mis animales por la casa que a depilarme.

Llevo un tiempo dándole vueltas a que estoy más que harta de escuchar a mucho "Iluminati" escribir y contar que es una cuestión de voluntad llegar a tus objetivos, que si quieres puedes y esas frases vacías que venden mucho porque la gente está buscando cualquier vestigio de esperanza, la necesitan. Hoy voy a dedicar 15 de mis 20 minutos de queja a escribir este artículo.

  1. Encontrar lo que quieres hacer con tu vida no es fácil.
  2. Quejarse durante un breve período de tiempo al día es bueno y sano.
  3. Después de quejarte y desahogarte piensa, qué puedes hacer que dependa de ti para cambiar esta situación.
  4. Utiliza el resto de la energía que tienes para buscar esas posibilidades.
  5. Si tú no las encuentras rodéate de gente que conozca cómo eres y lo que eres capaz de hacer, no está demás tener esa energía y visión extra de los que te quieren e incluso a veces de los que no te quieren tanto pero su opinión es interesante.
  6. Si no tienes a nadie que te conozca, ¡búscate la vida y muévete!, apúntate a un gimnasio o a un club deportivo, sal a correr con un grupo de gente, tómate un café con tu grupo de manualidades, de teatro o de baile flamenco…
  7. Colabora en alguna asociación que te permita explorar tus habilidades, no vale cualquier asociación, tiene que ser una que te motive y suscite interés, vas a invertir tiempo que no tienes en ella por lo que ¡elígela bien!, (hay numerosas asociaciones dedicadas a actividades deportivas, culturales, sociales, de voluntariado, pregunta en tu ayuntamiento más cercano).
  8. A veces tendrás que trabajar en algo que no te gusta y no te gusta nada de nada, no lo has estudiado y no es la máxima de la felicidad y de la autorrealización para ti, pero… ¡Despierta! A veces será necesario para conseguir una meta a medio y largo plazo mayor, esa es la clave si la tienes clara. Alcanzar tu objetivo, tu Estrella de los Vientos, la que te guía y te sostiene en el difícil camino tiene sus costes y de eso poco se habla.
  9. Elige, de cada momento difícil, mantener la atención en lo que te ayuda a superarlo, y a mantener la fortaleza que a veces te falla (los hijos, la utilidad de tu proyecto, un fin superior, la divinidad si eres religioso…).
  10. Vive porque la vida es una enorme montaña rusa unas veces estamos arriba y otras veces estamos abajo. Quéjate pero invierte más tiempo en buscar las soluciones, al fin y al cabo tú eres el protagonista de tu propia historia, tú eres siempre el que decides.

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Escrito por

Raquel Rodríguez Torrado

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