Mirando al miedo a la cara

El miedo te pone en acción. El miedo es una emoción útil, primaria, necesaria para nuestra supervivencia.

26 NOV 2014 · Lectura: min.
Mirando al miedo a la cara

El miedo te pone en acción.

El miedo es una emoción útil, primaria, necesaria para nuestra supervivencia. Los niños van pasando por miedos evolutivos y útiles. Esta emoción puede incitarnos a tomar medidas que nos salvarán la vida cuando existe un peligro real. Nos activará, nos pondrá alertas para entrar en acción. El miedo es por lo tanto un sentimiento sano, biológico y genuino.

Cuando el miedo se hace patológico.

El problema surge cuando el miedo se hace patológico, cuando no responde a nuestra supervivencia, cuando se convierte en un monstruo inventado por uno mismo. Del mismo modo que no existen límites en nuestra fantasía, tampoco existen límites en la capacidad que tenemos para inventar miedos. A lo que más miedo tenemos es al miedo mismo.

Tenemos miedo al miedo.

El miedo patológico es una construcción de la mente humana, que puede ser desestructurado y superado por nosotros mismos. Puesto que lo hemos aprendido lo podemos desaprender.

Metafóricamente "si en mi mente evoco un fantasma y luego escapo, éste seguirá espantándome mortalmente, pero si después de haberlo evocado no huyo, sino que lo toco, se desvanecerá ".

La respuesta más común.

La respuesta más común ante una situación que nos asusta es la evitación, de esta forma encontramos un alivio inmediato. Sin embargo lo que conseguimos a más largo plazo, es que el miedo se perpetúe y nos incapacite.

Los miedos más frecuentes.

En los adultos son muy frecuentes los miedos sociales (fobia social), el miedo a los espacios abiertos y cerrados (agorafobia y claustrofobia), la ansiedad generalizada, y las monofobias (como el miedo a la oscuridad, a determinados animales, a volar en avión, a los ladrones- muy frecuente en niños-, a los petardos, a hablar en público, etc….)

Los miedos incapacitan.

Este tipo de trastornos sin llegar a ser graves, pueden incapacitar enormemente a quién los padece. Algunas personas viven dominadas por el miedo y no lo saben. Reconocer el miedo es el primer paso, aceptarlo sería el segundo paso, y el siguiente paso consistiría en la superación.

Para Tagore: "La elección más importante que puede aprender el hombre en la vida, no es que en el mundo exista el miedo, sino que depende de nosotros sacar provecho de él, y que nos es permitido transformarlo en valor".

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Escrito por

Concha Caballero Neira

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