Mitos sexuales: ideas erróneas sobre la sexualidad

Cuantas veces no nos ha pasado que nos hemos creído cosas sin ponerlas en duda por el hecho de que nos lo han dicho nuestros padres, que a su vez se lo han dicho los suyos…, y se han considerado como verdades irrefutables, mitos y nosotros se lo hemos transmitido a nuestros hijos. Y luego alguien ha demostrado que no es verdad, como por ejemplo que las mujeres cuando tenían la regla no se podían duchar o lavar la cabeza, y muchas de este estilo.

En este artículo pretendemos desmitificar algunos de los mitos sexuales que han llegado a nuestros días, os vais a sorprender de algunas cosas que vais a leer bien porque no creéis que haya gente que lo piense, o bien porque algunas también vosotros las creíais verdaderas. Quiero deciros que no os vamos a contar todos lo mitos, sino algunos que a nosotras nos han sorprendido y otros por estar tan arraigados en nuestra vida que es difícil de despojarnos de ellos.

¿Nunca habéis oído decir que según tenga un chico el pulgar o la nariz tiene el pene? A que si, pues no os fijéis en ello no es verdad, el tamaño depende de la información genética, como el color de ojos, de pelo…, así que si su padre tiene un pene grande es más fácil que nuestro chico lo tenga grande, y como no creo que se lo preguntéis al padre os tocará esperar a que se lo veáis.

Relacionado con lo anterior en la idea de que los chicos con pene grande tienen más potencia sexual, otra vez falso. ¡El tamaño no importa! La vagina se adapta a cualquier tamaño, además el que el pene sea grande muchas veces asusta a la otra persona, piensa que la va a hacer daño. ¡Chicos! No solo sois un pene, tenéis dedos, manos, lengua, boca que también pueden dar placer a vuestras parejas. Este es uno de los mitos que hoy en día todavía se cree a pies juntillas.

Las películas han contribuido a que nos creamos cosas que en la vida real son muy difíciles de conseguir, como por ejemplo hay que llegar al orgasmo los dos a la vez para que la relación sea satisfactoria. Es complicado "llegar los dos a la vez", no lo busquéis disfrutar vuestra relación.

Existe un tema que ha sido gran caldo de cultivo para creer en estos mitos, que no es otro que el de la masturbación. ¿Quién no ha oído lo de si te masturbas te quedas ciego, te salen granos, te puedes volver loco, sordo, se te hunden los ojos y les quita brillo, perjudica la memoria y una lista interminable que haría de igual de interminable este artículo. Pues bien, no es que todo lo anterior sea falso sino que masturbarse es aconsejable, entre otras cosas porque libera endorfinas (hormonas que contribuyen a la relajación) y así reduce la ansiedad y el estrés además de ayudarnos a conciliar el sueño, vamos que la idea de "la pajilla que me ayuda a dormir" es cierta. También nos ayuda a conocer nuestro cuerpo lo que nos permite controlar mejor el orgasmo. Este es uno de los mitos que la religión ha sido gran promotora.

Nos masturbamos todos, hombres, mujeres, adolescentes, sin pareja, con pareja, ancianos es decir, no es una práctica exclusiva de solitarios y adolescentes.

Con los embarazos también existen un montón de mitos que a demás de ser falsos son peligrosas. Todavía se cree que en la primera relación sexual no se da el embarazo, que si lo haces de pie tampoco te puedes quedar embarazada, como si estás con la regla no existe posibilidad de embarazarte. Un práctica extendida e ineficaz a la hora de evitar embarazos es lo que se ha llamado coitus interreptus, es decir retirar el pene de la vagina antes de eyacular, pues como ya hemos dicho que es ineficaz (y si no preguntárselo a muchas parejas de los años 60,70 y 80) es perjudicial ya que puede producir disfunciones sexuales relacionadas con la eyaculación. En resumen, si no queréis un embarazo no deseado utilizar métodos anticonceptivos eficaces: preservativos, píldora, DIU o cualquier otro que vuestro médico os recomiende.

Hay quien piensa, que el caso de la mujeres con la menopausia se acaba el deseo sexual esto es algo que no es cierto, si bien es cierto que hay mujeres que pierden el deseo sexual en esa fase de su vida aunque hay que decir que muchas de ellas es debido a la serie de cambios que experimentan, como la sequedad vaginal que hace que las relaciones sean más dolorosas. Otras en cambio experimentan más deseo sexual al eliminarse el miedo al embarazo. Es decir la sexualidad forma parte de nuestra vida y al igual que la dieta o la actividad física sufre variaciones a lo largo de nuestra vida, con el sexo pasa lo mismo unas veces se tiene que adaptar a lo que podamos o no hacer pero eso no quiere decir que desaparezca a cierta edad.

Y como siempre esperamos que os haya parecido interesante y esperamos vuestros comentarios y os hayamos desmitificado algunos de los mitos que pudierais tener.

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