¿Por qué los pacientes abandonan la terapia psicológica?
Expectativas poco realistas, desmotivación o falta de entendimiento son sólo algunas de las razones por las que los pacientes pueden dejar de acudir a sus consultas con el psicólogo.
La primera premisa que debe cumplirse para que cualquier tratamiento psicológico pueda resultar efectivo es que la persona acuda voluntariamente –salvo casos excepcionales en los que la intervención del psicólogo o psiquiatra sea requerida por otro profesional médico. Sin embargo, aún cuando esto se cumple, hay casos en los que los pacientes acaban abandonando la terapia, y es conveniente analizar algunas de las razones que pueden provocar esta circunstancia.
1) Expectativas poco realistas y desmotivación
Cuando alguien inicia una terapia puede pensar que se recuperará simplemente con asistir a tres o cuatro sesiones. Y, si bien es cierto que en ese tiempo puede empezar a experimentar una mejora que les anime, los resultados no van a ser inmediatos y la resolución completa del problema requerirá tiempo y esfuerzo por parte tanto del profesional como del paciente.
Para evitar esta circunstancia, conviene que el psicoterapeuta conozca desde el primer momento las expectativas del paciente y consiga nivelarlas hasta que sean más realistas, de acuerdo con su problemática.
Igualmente, suele resultar muy efectivo que el profesional pueda darle un número aproximado de cuantas sesiones necesitará para completar el tratamiento. No resulta fácil determinar esta cifra, ya que cada caso es único y pueden encontrarse multitud de variables, pero establecer un límite temporal aproximado contribuye también a mantener motivado al paciente.
2) Falta de entendimiento con el psicólogo o actitudes inadecuadas
En psicoterapia es fundamental que exista una relación de entendimiento y buena conexión entre el profesional y el paciente. Éste no debe sentir que, por ejemplo, se minimizan sus problemas o que el psicólogo no valora suficientemente su caso, ya que tenderá a desmotivarse con rapidez.
También es imprescindible mantener siempre una actitud competente desde el punto de vista profesional. Aunque, en ocasiones, se den casos en los que la personalidad del terapeuta o sus propuestas choquen con los valores del paciente y se complique, de alguna forma, el buen desarrollo del tratamiento.
Foto de José Antonio López Villalba.
3) Considerar solucionado el problema o despreocuparse del mismo
Cuando se acude al psicólogo suele hacerse por una cuestión concreta, una especie de detonante que, no obstante, debe evaluarse en conjunto. Este motivo se presenta como el centro de atención absoluta en el paciente, pero es posible que, conforme avanza la terapia, esa percepción cambie y minimice el problema. Es decir, pasa a ser una cuestión secundaria y la preocupación disminuye lo que, sin embargo, no significa que esté completamente resuelto.
4) Negación a profundizar en algunas cuestiones
"Yo estoy ya lo tengo superado, no quiero hablar de ello" es una frase que los terapeutas pueden escuchar con relativa frecuencia en sus consultas y, normalmente, alude a cuestiones que, realmente, no están superadas. El psicólogo deberá, entonces, crear una buena atmósfera, en la que el paciente se sienta cómodo, para que realmente pueda expresar todo lo que siente con absoluta libertad y trabajar adecuadamente sobre ello.
Si esto no se consigue es muy probable que se genere un entorno de frustración o rechazo por parte del paciente y éste acabe abandonando la terapia.
Foto de Marina Castro. Terapia de pareja y sexología.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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Porque a veces nos sentimos estafados, porque no se nos explican las cosas, porque hay psicólogos muy dañinos, porque la psicología clínica parece una secta, porque nos da la gana.
¿existen estudios que relacionen las expectativas realista con la adherencia?
En algunas ocasiones, también se ha podido dar el caso de que el paciente viene a terapia para "demostrar" (a otros) que no "puede" cambiar. Por lo que es importante no sólo conocer las expectativas del propio paciente si no de su entorno más cercano, pues hay lealtades negativas que no son visibles a primera vista en las primeras sesiones de una psicoterapia individual. Un artículo muy útil para reflexionar sobre uno de los mayores miedos del/a psicolog@.
Entre otras cosas, como el confrontar cuando el paciente no está listo para elaborar alguna experiencia, cuando no existe congruencia entre lo que verbalmente expresa y lo que expresa su cuerpo. Excelente artículo.