¿Qué es el apego? 7 Señales de que no puedes desapegarte de los demás

Cuando alguien tiene demasiado apego hacia los demás no se valora a si mismo/a. Por lo tanto, no se da la importancia que realmente tiene él o ella en su vida. Trabajar en el apego es luchar para darnos el cuidado y el aprecio que todos necesitamos en nuestras vidas. El apego por lo tanto, es la capacidad de poder amarse a uno mismo sin la necesidad de que los demás lo hagan. Es por ello que es muy importante para tu bienestar emocional. 

¿Qué es el apego?

El apego es el vínculo emocional que se establece entre un bebé o niño y un adulto cuidador. El niño intenta mantenerse constantemente cerca de su cuidador o cuidadora, normalmente padre o madre y lo pasa mal cuando le separan de su cuidador/a. Pero los apegos no solo causan estragos en la infancia, sino que también nos afecta en nuestra vida adulta. Aunque el apego sea algo que se desarrolla en la infancia, haber vivido un tipo de apego u otro, determina posibles problemas en la vida adulta.

Tipos de apego

El apego se estudió a nivel psicológico a través de un experimento muy importante. Se trataba de dejar a una madre con su hijo en una habitación jugando con juguetes. Al rato la madre se marchaba y se observaba lo que sucedía en el niño cuando se iba y cuando ésta volvía. A partir de este descubrimiento se puede decir que hay diferentes tipos de apego:

Cuando el apego es seguro, el niño se mantiene tranquilo mientras esté su cuidador, independientemente de que al lado haya un desconocido. No obstante, si la madre se marcha, el niño se altera y reacciona echando de menos a la madre. Al volver ésta, el niño se calma inmediatamente. En la relación el niño se siente protegido y arropado. Cuando se desarrolla este tipo de apego, el niño al hacerse adulto se convierte normalmente en una persona segura de sí misma, es colaboradora y muestra sus emociones tanto positivas como negativas. Las relaciones sociales que establece son seguras también y la pareja se busca y mantiene por gusto y no por necesidad. Siente que es valiosa y que se le puede querer, al mismo tiempo que confía en los demás. Suele ser flexible y con niveles bajos de ansiedad.

Ahora bien, existen tres tipos de apego en los que pueden aparecer problemas y esto se suele relacionar con dificultades en la edad adulta o la aparición de trastornos de la personalidad.

• Apego inseguro-evitativo

En estos tipos de apego los padres suelen estar poco disponibles y son poco afectivos. Cuando la madre/padre se marcha, el niño no se ve afectado (aunque se siente amenazado) y cuando el cuidador vuelve, el niño lo ignora. Aparentemente puede parecer que este apego es bueno, ya que el niño no sufre en exceso y parece que es independiente.

Características de las personas con apego inseguro-evitativo

No obstante, esto genera consecuencias negativas ya que en la vida adulta suelen ser personas que tienen poco contacto con sus emociones o directamente las rechazan u ocultan (por ejemplo: no soy yo quien está preocupado, es tu madre), suelen ser personas solitarias que no brindan su apoyo y aprenden que el sufrimiento o la queja no hay que mostrarlas. Se consideran personas poco dignas de ser queridas, no se consideran valiosos y se centran en cuidarse de ellos mismos despreocupándose de los demás; por tanto, tienden a desconfiar del resto, son incoherentes y rígidos.

Las personas que han sufrido apego evitativo tienden a desarrollar una falsa imagen de fortaleza y frialdad. Cuando se sienten ignorados o creen que la persona no aporta suficiente, se sienten solos en el mundo pero lejos de mostrarlo, acaban generando síntomas ansiosos o somatizaciones. Éstos son los trastornos más frecuentes en el adulto que ha vivido este apego, junto con los fóbicos y evitativos.

• Apego ansioso/ambivalente

El niño que desarrolla uno de estos tipos de apego se muestra inseguro aunque esté la madre/padre. Cuando el cuidador se marcha puede mostrarse furioso o pasivo y no se calma con el reencuentro. Los padres suelen ser figuras que a veces están y otras veces no, que muestran afecto positivo pero otras veces culpan.

Características de las personas con apego ansioso/ambivalente

Los adultos que han recibido estos tipos de apego suelen ser personas temerosas, pasivas o agresivas. Son personas ansiosas que se consideran poco valiosas y deseables, no se sienten responsables, tienden a culpar al resto de sus problemas y desarrollan un sentimiento muy acentuado de intimidad con la gente. Además, suelen ser personas que tienen poca contención emocional, la emoción se dispara y luego se contiene, son personas dependientes y victimistas.

Quien ha sufrido apego ambivalente, una vez de adulto necesita confort por parte del otro. Si lo que recibe de la otra persona no es suficiente, la reacción emocional es excesiva (agresividad o tristeza descontrolada). Acaba generando conflictos por estas reacciones y se siente peor que al principio por lo que acostumbra a ser una persona que pide muchas veces perdón pero sigue reaccionando de la misma manera; y se relacionan en función de intereses, cambian constantemente de amistades. Los trastornos más frecuentes son la dependencia emocional y trastornos del estado de ánimo.

• Apego desorganizado

El niño se muestra desorientado y ambivalente con la madre. Cuando el cuidador se va, no llora ni se siente amenazado durante mucho tiempo pero deja de hacer lo que estaba haciendo. Al encontrarse con la madre que se ha marchado, el niño se suele mostrar dando atención o ignorando. Su conducta es ambivalente. Los padres suelen ser personas que se muestran inconsistentes y cambiantes, en muchas ocasiones poco disponibles. El niño no depende en exceso del cuidador. En la edad adulta ésta suele ser una persona con baja autoestima, que se considera poco válido, responsable y no confía en los demás.

Características de las personas con apego ansioso/ambivalente

Las personas que desarrollan estos tipos de apego necesitan que los demás satisfagan sus necesidades. Si ven que el otro no puede hacerlo, intentan contener las emociones pero cuando salen lo hacen de forma exagerada y descontrolada. Suelen intentar tomar el control de la situación para manejar esa sensación y hacen cambio de roles, hacen de cuidadores y se muestran excesivamente responsables, cuidando y a la vez odiando a la otra persona. En la vida adulta pueden desarrollar trastorno límite de la personalidad o trastorno histriónico. Tienden a generar dependencia emocional, ya que las mismas personas que les cuidan son quien les hacen sufrir y se aferran a ellas como tabla de salvación.

A modo de conclusión es importante aclarar que no todas las personas que no hayan tenido un apego seguro vayan a desarrollar trastornos psicológicos. No obstante, es cierto que muchos trastornos están relacionados con algún problema de apego en la infancia. Os recomiendo el libro ¿Amar o depender? de Walter Riso, el cual hace un análisis sencillo del apego en el adulto.

¿Cómo liberarte del apego emocional?

Walter Riso, escritor y psicólogo, se han acercado al apego y cómo esto se manifesta en la adultez. Según las investigaciones al respecto podemos trabajar en el apego emocional a través de lo siguiente. 

1. Practicar la soledad: Las personas con apego emocional suelen ver la soledad con malos ojos. De esta forma una manera de dejar atrás el apego y su significado es precisamente intentar disfrutar de la soledad y de tu propia compañía. A través de ello, podrás dejar atrás la dependencia emocional que puede haber en una pareja. 
2. Diferencia el ser del tener: Una de las claves para dejar los apegos que existen, es precisamente intentar valorarnos por lo que realmente somos y no por lo que tenemos. Es decir, premiar más nuestros valores y esencia, antes que nuestro trabajo, conocimiento o todo lo que tenemos en forma de materia. 
3. Diferenciar el ego ideal y el ego real: Existe una diferencia entre aquello que deseamos ser y lo que somos. De esta forma, un sinónimo de apego es precisamente darle demasiada importancia al ego ideal en contra de lo que somos actualmente. En muchos casos, las inseguridades nacen de la distancia que existe entre el ego real y el ego ideal. 
4. No confundas amor y obsesión: Como hemos dicho, la dependencia emocional es una de las señales de los apegos en las personas. Para poder dejarla atrás es importante saber dejar de lado a nuestra pareja y tener una vida propia llena sin la presencia de él o ella. Tanto es así que contra más independencia entre los dos, más amor e unión se crea en el vínculo. 
5. Sé tu mismo/a: A veces las personas que tienen apego pueden esconderse detrás de un velo para no enseñar su auténtico ser interior. Así ninguna persona consigue un vínculo sano junto a los demás. Por este motivo, debes trabajar en tus inseguridades y miedos para poder mostrarte tal como eres realmente. 
6. Enamórate ante todo de ti mismo: La baja autoestima también es sinónimo de apego. Para poder desapegarse de los demás, trabajar en ella es uno de los requisitos básicos. Por este motivo, si quieres el desapego emocional en tu vida, debes empezar por quererte antes a ti que a los demás. 
7. Deja el idealismo atrás: En los libros de Walter Riso se nos enseña que el apego es un vínculo obsesivo con alguien o algo. De esta forma, cuando sufrimos de apego emocional tenemos la tendencia a creer que esa persona nos hará completamente felices o incluso que aporta el significado a nuestras vidas. Esto no solo hace que tu relación sea poco sana, sino que además te hace no luchar por tus propias metas o sentido en la vida. Desapegarse por lo tanto también significa acabar con el idealismo romántico. 

Trabajar para dejar atrás el apego emocional requiere de mucho esfuerzo. Por este motivo, siempre puedes recurrir a un psicólogo profesional para que te las herramientas concretas para que llegues a ser una persona feliz en si misma. La clave de la felicidad reside siempre dentro de nosotros mismos/as. 

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