¿Qué es la terapia grupal? importancia y características

La terapia de grupo siempre es un intercambio de experiencias humanas y todo esto son siempre factores terapéuticos. Ningún sistema explicativo puede abarcar toda la terapia. Sucede que los factores terapéuticos que para unos pacientes son muy valorados en muchas ocasiones son muy diferentes de lo que los terapeutas tienen planteado.

Por todo esto es importante según mi experiencia que no siempre todo lo que se ofrece a un grupo es beneficioso para todos/as. En este sentido, es relevante evaluar a cada uno de los sujetos con sus necesidades y sus expectativas además de sus rasgos de personalidad indagando en su capacidad de conexión consigo mismo, su capacidad empática, así como la conciencia real de lo que realmente quieren expresar, su habilidad para relacionarse con los demás, saber ponerle nombre a lo que le está pasando y por supuesto confiar en el grupo y en el terapeuta.

¿Qué hay que tener en cuenta en la terapia grupal? 

Es importante que el terapeuta tenga siempre una labor facilitadora y ser capaz de buscar la manera en que se respete la figura de autoridad siempre actuando ante las intervenciones de las personas que componen el grupo, aunque no situándonos como papeles paternalistas y demasiados directivos, mostrándonos también como humanos que somos. Esto es algo fundamental para poder crear un ambiente de seguridad para poder expresar sin miedo lo que está pasando. La evaluación siempre hay que hacerla de manera continua para ver como las personas van procesando cada una de las sesiones. Las devoluciones terapéuticas hay que hacerlas desde el cariño y compasión hacia el sujeto y respetando en el momento que está en su vida para qué recibir y hasta donde.

La terapia de grupo supone un espejo de unos/as con otros/as y esto supone algo muy bonito como el reconocimiento y la autoafirmación en mi compañero/a. En algunos casos supone incluso en muchas ocasiones como expresan los propios pacientes salir de su propio aislamiento emocional y saber que hay personas que las comprenden. Esto es bonito porque los seres humanos somos sociales por naturaleza y necesitamos a los demás en nuestra autorrealización personal y superación de sus demandas a tratar.

Si el grupo es heterogéneo en cuanto a edad y nivel sociocultural es enriquecedor porque al moverse en círculos más reducidos en sus vidas amplían sus perspectivas así como los perjuicios que limitan tanto la vida se suavizan y es terapéuticamente muy beneficioso. En general, cuando se forma un grupo de terapia existe una problemática común y eso favorece la unión y el apoyo para la superación. Aunque haya aspectos que por motivos personales quieran trabajarlo en terapia individual el grupo es muy beneficioso en sus vidas para avanzar en sus caminos.

Castilla del Pino nos dice "Nadie aunque lo pretenda es absolutamente transparente. El descubrimiento de nuestra intimidad haría imposible. En toda relación contiene propósitos e intenciones que es mejor que permanezcan ocultos tanto más cuando implica opiniones de los demás". El respeto hasta dónde quiere llegar la persona en un grupo de terapia y sobre el respeto a su momento dentro del proceso es fundamental. 

En algunos casos los sujetos demandan atención y en otros casos de manera obligada tienen que aceptar hacer terapia de grupo lo que supone para el terapeuta una labor de motivación añadida. En este sentido, el terapeuta debe utilizar estrategias que en todas las modalidades son importantes, pero que cuando se trata de terapias impuestas, los sujetos suelen estar más suspicaces con lo que captan muy rápido la autenticidad del terapeuta y el respeto hacia sus persona porque sabemos que cualquier terapeuta ha de haber trabajado sus propios perjuicios y los juicios de valor no convenientes en procesos de terapia. 

La importancia de la empatia y la congruencia en terapia: 

Cuando se trabaja en grupo es como si trajéramos la realidad a un pequeño espacio. Esto supone que cuando el grupo se cohesiona y se genera confianza entre sus miembros reproducen conductas que son habituales en su vida cotidiana. Esto es muy importante porque desde ahí se puede trabajar directamente con el sujeto sin quedarnos solamente en lo que nos muestre en su discurso,

Por eso tan importante como terapeutas relacionarnos con el grupo no desde un discurso aprendido apelando al conocimiento y situándonos en una posición de superioridad que significa un sistema asimétrico, sino que supone conectar con la realidad humana cotidiana desde la cercanía y calidez humana.

Rogers hablaba de la "congruencia" de la "empatía" donde cuando vemos a la persona que atenderemos la miramos a los ojos y de esa manera nos veamos a nosotros/as mismos, así como Rogers habla de "la consideración positiva incondicional" en el respeto del que antes hablábamos hacia su persona, de esa manera estamos contribuyendo a la adhesión al grupo y el proceso en sí.

Apostamos por las terapias de grupo donde como personas podemos sentir el calor humano y la comprensión que en muchas problemáticas es muy difícil y ayudamos así a muchas personas. 

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