¿Quieres cambiar? Pon a prueba tus creencias.

Si deseamos modificar algo que nos perturba en nuestra vida, debemos conectar con la emoción y la creencia limitadora sobre nosotros mismos asociada a nuestra forma de afrontar el mundo.

19 ENE 2015 · Lectura: min.
¿Quieres cambiar? Pon a prueba tus creencias.

Muchas personas sabemos, desde lo racional, que es lo que tendríamos que hacer para cambiar ciertos aspectos de nuestra vida que nos preocupan, nos incomodan o nos limitan. El problema es que nos sentimos incapaces de hacerlo, porque una creencia sobre nosotros mismos, sustentada en una emoción (ira, tristeza, miedo, inseguridad, vergüenza)… nos impide conseguir, e incluso intentar, el cambio deseado.

Si queremos generar un cambio efectivo, no sirve solo el convencimiento o la argumentación brillante sobre lo que deberíamos o no deberíamos hacer. Si queremos cambiar, tenemos que conectar con la emoción que está sustentando nuestro comportamiento actual.Debemos preguntarnos "¿Es miedo, inseguridad, desconfianza, rabia… lo que me hace ser así o comportarme de esa manera?"

De hecho, nuestro proceso para llegar a tomar una decisión, tanto del día a día, como importantes para nuestro futuro a corto, medio o largo plazo, tiene un componente emocional mucho mayor del que en general le atribuimos. Roberto Aguado (Presidente del Instituto Europeo de Psicoterapias de Tiempo Limitado) utiliza la frase "La emoción decide, la razón justifica", que resume con fuerza lo esencial de esta afirmación.

Nuestros recuerdos y experiencias, sobre todo las que han tenido una elevada intensidad emocional, son los escenarios donde se han ido esculpiendo nuestras creencias y nuestra forma de actuar y de interpretar el mundo. Estas creencias y sus emociones enlazadas, quedan grabadas como si fuera un guión que nos representa y que nos hace ser quienes y como somos.

En cada creencia hay un sentimiento de certeza sobre nosotros mismos, que nos define. Cuando una creencia y su emoción asociada, se instala en nosotros de forma consistente, nuestra mente elimina o no tiene en cuenta las experiencias que no se acomodan a la misma, buscando ajustar la realidad a ese "guion preconcebido"

Todos tenemos creencias que nos sirven como recursos y también creencias que nos limitan. Por tanto, si queremos realmente generar un cambio, Tenemos que poner a remojo nuestras creencias limitantes y las emociones que las sustentan. Henry Ford dijo "Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto".

Pon a prueba aquellas que te limitan, a ver qué ocurre, seguro que te sorprenderá lo que te encuentres.

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Escrito por

Sonia Pérez-Sala Caravajal

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