Sexualidad humana

Hace años que se habla de la importancia de las emociones y en los colegios los profesores son los que gestionan enseñar su uso a los niños, su significado y la gestión de las mismas y soy testigo de casos, que me han producido verdadera preocupación por lo poco que saben y lo mal que lo hacen, causando problemas a niños que se podrían evitar, y con la mejor de las intenciones.

En estos campos hay expertos que pueden realizar lo necesario, y enseñar a nivel personal, familiar y académico, supervisados para que también sean ayudados, pues no lo sabemos todo por mucho que sepamos. La sexualidad es como la vida misma, un camino largo y desconocido, que vamos descubriendo mientras lo vamos andando. Y compartir esos descubrimientos puede ayudar a otros para que lo tengan más fácil e incluso puedan llegar más lejos.

Educar hoy es trasmitir la información que sabemos, enseñar a profundizar y reflexionar su contenido desde el respeto y la libertad del individuo; compartir y razonar las conclusiones a las que cada uno llega desde su idiosincrasia y diferencia, es la mejor formación que podemos dar.

Ni todos los niños son iguales con la misma edad, ni todos los niños son iguales en sus etapas de desarrollo. Hay que empezar por tener en cuenta que cada niño es un mundo, y lo que es bueno para uno, puede ser traumático para otro. Por eso hay educaciones que pertenecen a la familia y otras que pertenecen a lo académico y que debe de haber un intento de colaborar para encontrar las mejores formas y obtener los mejores resultados.

Hay generalidades para todos, pero esas generalidades son una referencia, una guía, no un método. Tuve cuatro hijos y todos son diferentes, fueron desarrollando su sexualidad en momentos diferentes y cada uno a su manera.

¿Cómo saber el momento adecuado?

Observar al niño, lo que hace y lo que dice. Responder con naturalidad para que aprendan adecuadamente y sin la deformación que tenemos la mayoría porque estamos llenos de prejuicios. El niño pregunta y lo importante es responderle, mas que lo que dices. Porque lo que conseguimos con responder es que confíen y vuelvan a preguntar. Pero sólo responde a lo que te pregunte, lo justo, con naturalidad, con respeto, dando la importancia a su pregunta y explicar ese paso, pregunta tras pregunta, usando un lenguaje técnico y adecuado, que, aunque no entienda, le proporcionará la naturalidad necesaria y el entendimiento cuando esté preparado.

La sexualidad es muy amplia y cabe todo, pero cada individuo tiene sus formas, todas son respetables, y no se puede obligar a nadie a ser de una manera o de otra; a juzgar nada ni a nadie. Lo único prohibido en este terreno es obligar al otro a lo que tu piensas, decides, eliges... Este método se realiza juntos, padres con hijos, hablando lo que se va descubriendo, compartiendo los significados que cada uno le da y colaborando con el colegio porque hay una parte que es personal y otra que es social. De esa manera cada uno aprende a gestionarla desde el respeto, la libertad y la igualdad.

La orientación sexual dejará de ser un tema polémico. Las prácticas sexuales innecesarias. El cómo llevar a cabo una relación sexual fluye desde la naturalidad y el conocimiento que se ha adquirido. Sólo estamos cambiando los juicios, quién o qué es bueno, quién o qué es malo. Eso no es sexualidad; eso es legalidad. Eso es complicar lo que es sencillo si se está bien formado. 

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