Si te atreves a cambiar, quizás los demás se unan a ti...

A veces en la vida, simplemente dejamos que el tiempo pase, esperando que las cosas vengan solas. Nos acomodamos y no nos preocupamos por los cambios. 

25 JUL 2014 · Lectura: min.
Si te atreves a cambiar, quizás los demás se unan a ti...

Si te atreves a cambiar, quizás los demás se unan contigo... Había un anuncio de televisión en el que se saltaba a la pértiga. Antes siempre se saltaba hacia delante, hasta que por primera vez un hombre lo hizo de espaldas. Él se atrevió a dar un cambio sin pensar qué dirían los demás. Este ejemplo nos puede transmitir muchas cosas. No a todas las personas les llegan los mensajes que quiero mandar de la misma manera, por eso intento explicarlo con ejemplos para que así lo podáis sentir muchísimo mejor y con más energía.

De manera general, nos amoldamos a nuestra vida, nos acoplamos a lo que nos rodea para sentirnos bien, comprendidos y queridos. La vida consiste básicamente en ello. Nos rodeamos de personas para poder comunicar lo que sentimos y del mismo modo que ellos cuenten con nosotros para lo mismo.

De manera inconsciente, queremos recibir lo mismo que damos aunque en la vida real, de manera cordial siempre digamos que no hacemos las cosas para recibir algo a cambio, quizás no queramos una recompensa material, un regalo por nuestra ayuda pero SÍ, el reconocimiento de que estamos ahí y que gracias a nosotros quizás esas personas se hayan sentido mejor.

El por qué de que esperemos esto, es que el ser humano biológicamente necesita sentirse aceptado por los demás, que pertenece a un grupo. Una persona que se encuentra sola, sin amigos, sin seres queridos no se desarrolla de manera adecuada y saludable a lo largo de su vida. Necesitamos comunicarnos, sentir que nos entienden, que nos aceptan tal y cómo somos pero al mismo tiempo tenemos que tener claro que es necesario seguir aprendiendo hasta el último día.

Cuando hablábamos de que nos acomodamos, es que damos por hechos muchas cosas que en realidad no tendrían por qué ser así. Por ejemplo, esforzarnos para conseguir algo; algunas personas dan por hecho que nos merecemos todo lo que se nos antoje, o que podemos conseguir cualquier empleo sin esforzarnos anteriormente por conseguirlo, queremos recibir la admiración de los demás sin ser amable, sin ganarte la confianza de éstos..., damos por hecho muchas situaciones que en realidad nos tenemos que ganar como seres humanos que somos todos.

Aunque creamos, que hay personas que tienen lo que no se merecen, quizás en ese modo tengan algo que tu deseas pero tarde o temprano tendrán que esforzarse por mantenerlo. Nadie consigue nada sin dar algo a cambio, dicho de esta manera parece egoísta, da la sensación de que damos para recibir simplemente pero como explicamos más arriba, no es por el simple hecho de recibir sino el sentirnos bien recibidos en el contexto que nos rodea y del que formamos parte, de un gran puzzle como es la sociedad.

Cuando llegamos a ese punto en el que nos sentimos atascados, que no avanzamos, sentimos que nada tiene sentido e incluso todo lo que hemos conseguido deja de ser un punto de motivación. Tenemos que reciclarnos siempre, hacer cosas nuevas, cambiar de rutinas para poder generar nueva energía para nuestro cuerpo. No es tan complicado entender nuestro funcionamiento, somos como una máquina que si no la utilizas, deja de funcionar por no estar bien engrasada. Si necesitamos hacer cosas nuevas, vamos a darle a nuestro cuerpo lo que nos pide, si la música nos hace sentir mejor, vamos a utilizarla como terapia cuando estamos tristes, si comprobamos que hablar con las personas nos hace bien, porque no hacerlo cada vez que lo necesitemos? nosotros mismos nos cortamos muchas veces, restringiéndonos de momentos, situaciones que serían buenas para nuestro cuerpo y mente. Pero cuando solemos estar malos, deprimidos, apáticos, lo único que se nos ocurre es quejarnos y no dar solución a los que nos ocurre. A veces, por no decir siempre, lo más fácil o tonto es la solución a nuestro problema.

Este video, al que estoy haciendo referencia todos estos pequeños detalles, nos refleja que cuando existen unas normas, todos solemos cumplirlas, seguir el mismo camino, no nos atrevemos a mejorar o intentar cambiar algo, por muy pequeño que sea, siempre esperamos que sean otras personas las que den el paso, cuando nosotros también formamos parte de la sociedad y podemos colaborar en el mismo porciento que los demás.

Tenemos las mismas oportunidades que otra persona que ha llegado más lejos, muévete, levántate, piensa, colabora, motívate, emociónate... crea en tu cuerpo esas sensaciones que te hacen sentir que lo tienes todo, que no te hace falta más nada, que tu solo puedes conseguir lo que te propongas. Tu eres el que genera en tu cuerpo la fuerza para seguir adelante, date energía, te lo mereces!

Si sabes que puedes conseguir algo, no te rindas, se el primero en dar el paso.. te aseguro que te seguirán, solo están esperando a que alguien lo diera, como tú lo estabas haciendo un día en tu casa sentado. Ayuda a que los demás aprendan lo que tú ya sabes.

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Escrito por

Patricia Gómez Moyano

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