¿Tristeza o depresión?

Habitualmente surgen dudas sobre dónde está el límite entre un estado emocional de tristeza y una depresión clínica. Con este artículo pretendo ofrecer unas claves para diferenciarlas.

17 DIC 2014 · Lectura: min.
¿Tristeza o depresión?

Si nos detenemos a escuchar con atención las conversaciones más cotidianas nos daremos cuenta que a menudo la palabra depresión emerge en ellas. No es extraño oír frases del tipo: "Estoy deprimido porque este trimestre he suspendido dos asignaturas", "el otro día me deprimí porque discutí con mi madre", "Mi hermano está deprimido desde que los amigos lo dan de lado". Aunque estas situaciones pueden hacer que alguien reaccione con tristeza esto no quiere decir que realmente la persona presente una depresión clínica. Utilizamos una palabra incorrecta para definir un estado de tristeza, de pena, de frustración, de abatimiento, o de desengaño.

La tristeza es un estado natural a las situaciones de frustración, al dolor emocional, y en general a aquellas situaciones negativas que nos van en contra. La vida no es fácil, representa convivir con situaciones adversas que a menudo nos asaltan en el quehacer diario. La tristeza, pues, es una situación normal, y más si hemos experimentado una situación de cierta gravedad. Estar triste porque a un hijo no le acaban de funcionar los estudios y se le ve preocupado, porque la abuela está delicada de salud, o porque la situación económica no es la que querríamos no implica un estado patológico, sino una reacción emocional normal que se irá resolviendo hasta desaparecer.

Situaciones de más intensidad, como por ejemplo la pérdida de un ser querido, una enfermedad grave, una separación o divorcio, pueden sumir a la persona en una gran tristeza, en un proceso de duelo que le ayude en la integración de la pérdida y a una readaptación a la nueva situación, que a pesar de ser largo y doloroso tampoco se puede considerar como una depresión clínica.

Para no confundir los diferentes estados, y para saber cuándo tenemos que estar alerta, nos irá bien saber cuáles son los síntomas habituales que caracterizan a la depresión, en adultos:

- Sentimientos de abandono y desesperanza.

- Estado anímico bajo y/o irritable la mayoría del tiempo.

- Dificultades de concentración.

- Sentimientos de inutilidad, de culpa, incluso de odio hacia un mismo.

- Dejar de disfrutar con las actividades habituales.

-Cambios en la conducta alimentaria; aumento o disminución del apetito, con el consecuente aumento o pérdida de peso.

- cambios en el sueño; dormir excesivamente o tener dificultades para dormir bien y descansar.

- Cansancio. La persona se encuentra falta de energía.

- Aislamiento e inactividad de las actividades habituales.

- Pueden darse pensamientos de muerte o suicidio.

- Baja autoestima.

- Estallidos repentinos de ira.

- Carencia de placer en las actividades que hacen feliz a la persona (incluida la actividad sexual).

Poder diferenciar entre tristeza y depresión es muy importante puesto que de este modo evitaremos caer el error que nos lleven a iniciar conductas que finalmente nos sean perjudiciales, como por ejemplo sugestionarse pensando que está peor del que realmente está y consecuentemente pueda acabar desarrollando una depresión, o que la persona decida automedicarse (costumbre muy extendida en nuestra sociedad).

En el caso de que nuestra tristeza nos sea muy molesta, o se alargue demasiado, o bien identificamos síntomas de depresión hay que consultar con un/a especialista en psicología, el/la cual está capacidad para ayudarnos a recuperar nuestro bienestar emocional.

Cristina Gómez y Lozano. Psicóloga en PsicoBenestar, Psicoterapia Integradora en Terrassa.

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Escrito por

Cristina Gómez Lozano

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