Y uno aprende...
Os dejo un poema de Borges. Me encanta por lo que transmite, por lo que nos enseña, y porque al fin y al cabo nos hace reflexionar sobre el tipo de vida que llevamos. Espero que os guste.
Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma.
Y uno aprende
que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad.
Y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas.
Y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos bien abiertos.
Y uno aprende a construir
todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana
es demasiado inseguro para planes...
Y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo
uno aprende que si es demasiado,
hasta el calorcito del sol quema.
Así es que uno planta su propio jardín
y decora su propia alma,
en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale,
uno aprende y aprende...
Y con cada día uno aprende...
A través de este poema, atribuido a Borges, podemos darnos cuenta de cómo ante las adversidades que se nos presentan, podemos esforzarnos un poco cada día, para aprender nuevas alternativas de solución y progreso.
¿Cuál es el fin último de todo esto?
Seguir aprendiendo para mejorar nuestra calidad de vida,que al fin y al cabo es nuestro principal objetivo, y para el cual hemos nacido.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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