Mi hijo de 18 años está estudiando primero de Ingeniería de Telecomunicaciones, carrera que eligió libremente.
Hasta ahora siempre ha sido un estudiante excelente, de matrícula de honor. Hace poco nos comentó que no le gustaba la carrera, que se sentía un inútil y que le producía una frustración que le lleva a estar deprimido y triste.
Le sugerí que cambiara de carrera, que no iba a ser ni el primero ni el último que se encontraba en esa situación, pero que se esforzara hasta el último examen para poder convalidar el mayor numero posible de asignaturas. (Este año las notas son un desastre tras otro).
Ayer le dieron una nueva mala nota y me dijo que ya no sabe si quiere hacer una carrera universitaria, que si se cambia a otra y le pasa lo mismo no va a poder soportarlo...y ¡no sé como ayudarlo!
Como padres nos parece que no se está esforzando todo lo que requiere un curso universitario, que prioriza su afición musical (toca el bajo eléctrico en dos grupos) frente al estudio. Así se lo hemos contado, pero él cree que está trabajando bien y no acepta este comentario.
¿Que podemos hacer para motivarlo?
Es desesperante ver sus ojos tristes y llorosos continuamente.
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23 MAY 2013
· Esta respuesta le ha sido útil a 12 personas
Hola Berta,
Por lo que te entiendo, te duele ver a tu hijo triste y lloroso. Cuentas que habéis hecho de todo, desde motivarle, darle una lectura de la realidad y lo que él hace, hasta permitirle dejar la carrera que está estudiando, pero nada parece hacer que vuestro hijo se alegre y motive.
Comentas que vuestro hijo tiene 18 años y que hasta ahora ha sido de matrícula de honor. Entiendo que eso ha sido en el colegio y en el instituto. Sin embargo la universidad funciona de manera diferente, y amoldarse a ella no siempre resulta fácil; hay quien cambia de carrera porque los estudios no encajan con sus expectativas, quien abandona la universidad porque no se encuentra cómodo con la forma universitaria, otros necesitan tiempo y suspender para cogerle el tranquilo, el resto -una minoría- se adaptan desde el primer día y encajan con la carrera elegida.
Te explico todo esto porque llegar a la universidad no es sólo hacer una carrera, paralelo se desarrolla un crecimiento personal que sólo cada uno puede ir orientando. Tengo la sensación de que vuestro hijo está viviendo ese momento.
Crecer no es fácil y requiere pasar por momentos de dudas y de toma de decisiones, pero estad seguros que tras ellas habrá un acto de madurez, aunque se equivoque, pero habrá elegido. Cuando uno elige algo, renuncia a otra cosa, y asumir esa pérdida requiere de responsabilidad, eso es lo que nos hace madurar.
Lo importante es que vosotros estéis ahí, a su lado, y que sepa que puede contar con vosotros cuando lo necesite.
Un profesor mío solía decir que los padres han de estar disponibles, no ser imprescindibles, y estoy segura de que vosotros sois de esos padres.
Confiad en vuestro hijo, infundidle seguridad y ganas de luchar, sed optimistas y confiad en su capacidad de decisión.
Mientras, sólo queda esperar, sé que es duro para ti. Puedes acordarte de esos momentos difíciles por los que has pasado tú en la vida, y de los que supiste salir adelante. De igual modo vuestro hijo será también capaz de encontrar su salida.
10 JUN 2013
· Esta respuesta le ha sido útil a 1 personas
A lo mejor lo que le gusta de verdad es tocar el bajo, es decir le gusta la música. Preguntadle a vuestro hijo qué es aquello a lo que se dedicaría sin cobrar nada.
29 MAY 2013
· Esta respuesta le ha sido útil a 3 personas
Es difícil aceptar los fracasos cuando toda la vida se han tenido éxitos académicos, pero es importante ver esto como una oportunidad de aprendizaje. Sería ideal que analice si su manera de estudio es la adecuada para esta carrera y si el tiempo que está dedicando es el necesario para poder tener los resultados adecuados. Su hijo tiene que comprender que el mundo universitario es diferente al de bachillerato, pero que si se adaptan las rutinas y horas de estudio a la nueva situación se puede conseguir. Además, el hecho de que cambie de carrera puede ser positivo siempre que se elija una que sepa va a continuar y esté en la línea de sus aspiraciones profesionales.
Si necesita más información no dude en consultarme.
24 MAY 2013
· Esta respuesta le ha sido útil a 5 personas
Gracias por vuestras respuestas. Han sido de mucha ayuda.
Sólo quería puntualizar que en absoluto estamos presionando a nuestro hijo. Aunque tanto su padre como yo somos universitarios, no nos importa que nuestros hijos no lo sean.
Queremos ante todo que sea un hombre feliz, cabal y responsable.
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23 MAY 2013
· Esta respuesta le ha sido útil a 0 personas
Buenas Berta,
Si tu hijo nunca antes ha tenido dificultades para el estudio. Necesita que confiéis en él. Respetando su situación y sus decisiones, y encontrando alternativas válidas a dejar los estudios, entre todos pero sobretodo acordes a su situación y intereses.
23 MAY 2013
· Esta respuesta le ha sido útil a 2 personas
Entrar en la Universidad es terminar con una fase del crecimiento y entrar en otra. Abandonamos lo que conocíamos, lo que nos proporcionaba seguridad desde hacía mucho tiempo. Y entramos en lo desconocido: en compañeros nuevos, materias nuevas, profesores nuevos, exámenes nuevos... La presión es muy fuerte para las personas mas sensibles, más delicadas...
Vuestro hijo se refugia en la guitarra porque es un terreno que conoce, que le proporciona tranquilidad ante tanta presión, que le hace sentirse bien consigo mismo.
La clave no está en que se esfuerce más, sino en que le presionéis menos. La vida nos empuja hacia el crecimiento y el desarrollo. No os preocupéis, al final y con vuestro simple cuidado como padres, él encontrara su sitio.
Aunque tendréis que tolerar que pueda ser el de ingeniero, el de músico, el de funcionario, labrador, ganadero, maestro, veterinario, informático, fontanero, o incluso psicólogo.
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23 MAY 2013
· Esta respuesta le ha sido útil a 3 personas
Hola Berta,
Habéis dado un buen enfoque a la situación apoyando a tu hijo en cualquier decisión que quiera tomar. Lo importante es que no ponga toda su autoestima en obtener unos determinados resultados si no en todo aquello que hace para conseguirlo: es más saludable valorarse a sí mismo como una persona trabajadora, tenaz y constante que valorarse a sí mismo por ser una persona de éxito ya que el éxito no siempre se alcanza.
En este último año tu hijo se ha encontrado con esta realidad y aún no sabe cómo encajarla. Está recomponiendo la imagen que tiene de sí mismo. Si vosotros le orientáis para que aprenda a valorarse por lo que es y no por lo que consigue logrará superar este mal año y seguir adelante estudiando o haciendo aquello que él quiera.
