9 Maneras de afrontar la falta de concentración por ansiedad

La dificultad para concentrarse es muy común cuando se convive con un problema de ansiedad. De hecho, la ansiedad severa puede hacer que las personas pierdan toda la capacidad para prestar atención ante las tareas del día a día. Aunque la pérdida de concentración suele no ser la prioridad en las personas que padecen de ansiedad, la realidad es que este síntoma puede acabar afectando la calidad de su vida. Pero, ¿qué podemos hacer para afrontar estos síntomas?

¿Por qué sucede la falta de concentración por ansiedad?

Muchos de los síntomas de la ansiedad pueden dificultar la concentración en las tareas cotidianas. De hecho, la dificultad para concentrarse es un síntoma muy común de la ansiedad.

Aunque este síntoma implica tener una falta de atención ante determinadas tareas, las personas sí son capaces de concentrarse, a pesar de que lo hacen en los pensamientos e ideas equivocadas. Cuando una persona ve afectada su concentración por la ansiedad, su mente está tan preocupada que en lugar de prestar atención a lo que pasa aquí y ahora divaga en los problemas que puede estar afrontando la persona.

Por ejemplo, una persona que está estudiando para un examen y que sufre de ansiedad puede acabar obsesionándose con la posibilidad de fallar hasta tal punto que esta idea no le deje concentrarse en el estudio. Esto quiere decir que, no significa que con la ansiedad no puedas prestar atención, sino que tu cerebro está demasiado ocupado centrándose en tus miedos.

¿Cómo afrontar los problemas de concentración por la ansiedad?

Si sientes que la ansiedad te está causando problemas debido a la pérdida de concentración, es importante que acudas cuanto antes a un profesional de la salud mental, ya que te proporcionará un tratamiento afectivo para gestionar tu ansiedad. Aun así, si quieres mejorar tu concentración, te recomendamos que tengas en cuenta lo siguiente:

1. Prueba la estimulación sensorial: Cuando estamos ansiosos/as los pensamientos sobre las preocupaciones suelen monopolizar nuestra atención. Por lo tanto, si queremos dejar de lado este tipo de ideas, puede ser útil intentar hacerlo a través de distracciones en nuestro espacio físico. Una buena forma de hacerlo es a través de la música, ya que esto puede ayudarte a desviar la atención de los pensamientos ansiosos y liberarte para que te concentres en aquello que realmente necesitas.
2. Escribe tus pensamientos: Escribir nuestros pensamientos también puede ser una buena manera de sacártelos de la cabeza. De hecho, puedes intentar escribir esos pensamientos que te preocupan durante unos instantes en el día y no volver a ellos hasta otro momento en que puedas leerlos. Esto puede ayudarte a despegarte de tus miedos y concentrarte en otras cosas más importantes.
3. Deja de lado las redes sociales: Nuestro móvil puede ser otra fuente de ansiedad. Por lo tanto, si experimentas una dificultad para concentrarte, es importante que intentes poner tu dispositivo en modo ‘no molestar’ para poder prestar atención a la tarea que tienes que realizar. 
4. Administra tu tiempo con alarmas: Programa un tiempo para poder descansar. Este espacio debe darse mínimo una vez cada hora. De esta forma, teniendo una alarma te sentirás más motivado/a para centrarte en aquello que estás haciendo.
5. Divide tus tareas: La mayoría de personas pueden experimentar de ansiedad cuando se enfrentan a una tarea grande. Es decir, si tener mucho trabajo te pone ansioso/a, intenta dividirlo en tareas más pequeñas que se sientan mucho más manejables.
6. Céntrate en tu respiración: La respiración puede ser un arma muy útil para apaciguar los pensamientos ansiosos. Esto es debido a que cuando estamos ansiosos/as o estresados/as la respiración suele ser más superficial de lo habitual. Al hacer ejercicios de respiración más profundos, estamos dando a nuestro cerebro un mensaje de que ya no existe un peligro.
7. Cambia de tareas: Si estás perdiendo la concentración en una tarea, intenta trabajar en algo completamente diferente. La novedad puede ayudarnos a aliviar el aburrimiento y a estimular nuestra atención. En la mayoría de los casos, las personas suelen tardar unos minutos en concentrarse, por lo que no debes cambiar repetidamente de tareas.
8. Haz ejercicio y come bien: El ejercicio practicado de manera regular acompañado de una buena dieta puede ayudarte a aliviar los síntomas propios de la ansiedad, lo que también implicará mejorar tu capacidad de concentración.
9. Replantea tus pensamientos: En muchos casos, las personas con ansiedad tienden a tener patrones de pensamiento negativos a cerca de ellos/as mismos/as. Es decir, la ansiedad también toma forma de un pensamiento binario, negativo o de sacar conclusiones precipitadas basadas principalmente en las emociones. Este tipo de pensamientos no solo influyen en nuestra falta de concentración, sino que además también puede acabar afectándonos personal y profesionalmente. Por lo tanto, puedes intentar replanteártelos de una manera más racional, es decir, cuestionando su veracidad.

La ansiedad puede causar problemas de concentración, además de hacer que una persona se cuestione sus decisiones y sus actitudes de manera constante. Por este motivo, es crucial intentar afrontar estos sentimientos cuanto antes.

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