Actividades Extraescolares
Artículo revisado por el Comité de MundoPsicologos
Acaban el horario escolar y a los niños les quedan unas cuantas horas por delante, después llegan a casa y tienen que hacer los deberes, ducharse, cenar y descansar.

En el caso de comenzar una actividad extraescolar nueva, entre los padres y los hijos/as se elige esa actividad o actividades a las que quieren asistir durante el período escolar. Los padres hacen la elección pensando en la estimulación del niño y enriquecerlo para el futuro y los hijos, para divertirse.
Un exceso de actividades extraescolares supone privar al niño del tiempo necesario para hacer los deberes, jugar, estar con su familia y descansar.Pero también es verdad que estas actividades tienen sus ventajas, al estimular física y psicológicamente y constituir un complemento adecuado para su formación.
Hay que evitar caer en el error de elegirles una actividad que nos gusta a nosotros o que nos hubiera gustado hacer y no pudimos.Llevamos años en los que se han incrementado las opciones de actividades, pero al mismo tiempo se ha reducido el tiempo libre de los pequeños para jugar, leer y estar en familia.
Por otro lado, las actividades extraescolares complementan la formación de los niños, son un lugar idóneo para socializarse, desarrollar sus aptitudes, aprender y disfrutar con una actividad que les gusta y tienen un componente lúdico que las diferencia de las clases convencionales.
A veces, lo que conseguimos es rellenar todas las horas libres de los hijos, convirtiéndolo en una continuidad del horario lectivo, les obligamos a seguir una jornada excesiva, se puede llegar a una situación estresante y se quita tiempo para otras actividades igualmente necesarias en su desarrollo.
Apuntar a un hijo a una actividad extraescolar no se puede hacer solo pensando en aprovechar todo su tiempo libre o en ocupar las horas para que no estén en casa, sino que hay que hacerlo pensando en el niño. Si es una persona tranquila o activa o si tiene muchos o pocos deberes. La comunicación es importante para conocer sus gustos y preferencias, además de observar cómo regresa el niño o la niña a casa, es decir, si regresa muy cansado y sin ganas de hacer nada más. En caso de que esto ocurra, habrá que plantearse reducir las actividades extraescolares y comprobar si los motivos del cansancio están relacionados con las largas jornadas diarias.Evitar sobrecargar a los niños y limitar el número de actividades y horas semanales para no saturarlos.
No hay que olvidar que todos los niños tienen derecho a jugar en su tiempo libre sin tener ninguna responsabilidad más que divertirse, relajarse y disfrutar.
Las actividades extraescolares no son una obligación, los niños tienen que acudir a ellas contentos, ilusionados y motivados.
Para elegir una actividad extraescolar:
- -Fomentar actividades que les motiven, ilusionen y diviertan.
- -No llenarles la agenda del día con actividades.
- -Intentar compaginar actividades educativas con otras más lúdicas.
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