Altas capacidades intelectuales y disincronías

¿Qué es el síndrome de disincronía?

El Síndrome de Disincronía tiene lugar como consecuencia del desfase que puede producirse entre diferentes niveles del desarrollo en las personas que presentan altas capacidades. Su origen se debe al heterogéneo desarrollo a nivel intelectual, emocional, físico, motor y/o social. Como consecuencia de esta desigual evolución en el niño pueden aparecer problemas en las relaciones sociales, alteraciones emocionales, problemas conductuales, fracaso escolar… y, estos problemas entre sí, pueden verse afectados mutuamente y acrecentarse. Por ejemplo, las alteraciones emociones pueden repercutir en una disminución de las relaciones sociales y viceversa.

En la infancia y adolescencia el desequilibrio que puede presentarse a nivel interno, muy frecuentemente se refleja en un desequilibrio externo o social. El desfase puede conllevar una serie de consecuencias como la aparición de problemas de identificación y a nivel de aprendizaje, al producirse una disociación del estado afectivo y las funciones cognitivas, se producen perturbaciones en uno de ellos y esto, afecta al otro.

También se puede producir disincronía escolar, cuando a pesar de haber sido el alumno diagnosticado, se le impone una respuesta educativa similar a la que se da a la diversidad de alumnos, lo que produce un desajuste emocional en el niño superdotado con las consiguientes consecuencias como, por ejemplo, desmotivación escolar, bajo rendimiento académico... De ahí, que un porcentaje elevado de niños con altas capacidades no obtengan las calificaciones brillantes que algunos esperaban, por esta razón y por algunas otras más.

Consecuencias del síndrome de disincronía 

El fenómeno de disincronía se presenta con frecuencia en los niños con Altas Capacidades Intelectuales, pero no en todos ellos. ¿Qué consecuencias tiene el que se produzca un desarrollo heterogéneo en el niño? Las consecuencias de que haya problemas de sincronía en las diferentes áreas de desarrollo de un niño pueden afectar a diversos ámbitos de su vida, pero también pueden aparecer antes de que se detecten y diagnostiquen las altas capacidades e interferir incluso en ello, al alterar los síntomas y no dejar que se manifiesten claramente los rasgos del menor. Los resultados en los test de evaluación no serán los mismos ni mostraran lo esperado si, por ejemplo, el niño es inseguro, nervioso, inquieto...

Las disincronías pueden llevar a que haya alumnos que no sean diagnosticados porque el maestro o profesor duda o no sospecha de la presencia de este diagnóstico, o que el diagnóstico se efectúe de manera tardía al confundir la sintomatología que presenta. Por ejemplo, esto ocurriría cuando un niño con una letra irregular que muestra superposiciones en la caligrafía no es evaluado porque el profesor piensa que la mala letra de su alumno es incompatible con un diagnóstico de AACC. Los ámbitos sobre los que también tienen consecuencias negativas se relacionan con los resultados académicos, la motivación escolar, las relaciones sociales…

Como podéis ver, es importante tener en cuenta estas disincronías para intervenir cuando sea necesario en el niño o adolescente ya que puede tener consecuencias en diferentes ámbitos de su vida.

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