¿Amor, dependencia o enganche?

A menudo nos encontramos con parejas enamoradas que son una fuente de continuos conflictos. Ya se sabe, “que los amores más queridos son los más reñidos”. ¿Quién dijo eso? Imaginamos que lo diría una persona que ante el miedo de dejar a su pareja justificó su comportamiento.

El amor es un sentimiento muy grande que entre sus cualidades está el dejar a la otra persona crecer, desarrollar todo su potencial, hacerle sentir bien, tener un proyecto en común que ilusione y haga que las dificultades se afronten mejor. ¿Pero qué pasa si mi pareja me limita, controla, anula, humilla, me produce dolor pero sigo en el enganche emocional?, ¿qué hace que aun siendo consciente lo justifique o lo “comprenda”?

Tendríamos que hacer una revisión de cómo fue la familia en que nacimos, cómo nos criamos, qué calidad de afecto tenía, cómo me sentía, qué valores o creencias me fomentaron, cómo trabajaron mi autoestima o mi seguridad. No todas las familias son un modelo de cariño y respeto, no siempre sabemos trasmitir o trabajar con los hijos el malestar interno y la resolución de conflictos. Nos falta en esta sociedad trabajar más con la inteligencia emocional y todas estas carencias se reflejarán en las relaciones de pareja que formaremos  en el futuro.

Es importante conocerte a ti mismo ¿qué rasgos de personalidad tengo? ¿qué cualidades o qué cosas tengo que mejorar en mí? ¿cuáles son mis miedos e inseguridades? Si somos conscientes de nuestros déficits como el miedo a la soledad, podré trabajar mi enganche a cualquier persona que me dé compañía sin tener en cuenta otras alternativas.

Hay que analizar qué razones hacen que esté con la otra persona. Valorar si son razones económicas, familiares, hijos, profesionales, etc. En esa valoración tendremos que tener en cuenta hasta qué punto estas dificultades son reales o irreales (miedo a salir de mi zona de seguridad).

Hay parejas tóxicas que hacen mucho daño. Cada estilo de amar, de querer, el tipo de afectividad se aprende y si no somos consientes de ello se mantiene en el tiempo. Amarás según te veas a ti mismo. Si sientes que eres una persona insegura con un gran vacío emocional tus relaciones se fundamentarán en eso y eso no es el amor sino que es el uso que se le da a esa relación. Cuando ”necesitamos” a alguien deja de ser amor para convertirse en dependencia y  en obsesión, es decir, como una droga. Necesitamos a la otra persona para que nos rebaje la ansiedad, da igual si nos relacionamos a través del conflicto o del dolor, lo que quita la “abstinencia” es que está ahí con nosotros.

No hay una pareja ideal, lo importante es saber qué es lo que quiero de una pareja y que estoy dispuesto a ofrecer, eso hará que me sienta bien con la relación que forme. A veces parece que la sociedad nos marca que las buenas relaciones son largas en el tiempo, pero esto no es un dogma de fe. Lo fundamental es el bienestar de los miembros de la pareja, la felicidad y como el estar juntos nos hace crecer como personas, si lo logramos, no tendremos en cuenta el tiempo sino las vivencias y los momentos.

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