Autoestima: me quiero... no me quiero...

Todos hemos creído alguna vez que no somos como los demás, que los demás tienen ciertas habilidades que nosotros no, que somos peores, que no nos merecemos algo, que nunca conseguiremos algo…

Tenemos que entender que nuestra vida es consecuencia de nuestras decisiones. Puedes decidir levantarte por la mañana o no, desayunar o no, vestirte de una manera o de otra, seguir leyendo esto o no…

Puedes dejar de lamentarte y empezar a responder a tu vida, a ser más emocionante, más poderosa, más grande o no… la decisión es tuya.

Pensar a lo grande

La autoestima conlleva aceptarse y quererse como uno es. Si no eres quién crees que eres tendrás problemas de autoestima, te querrás poco, estarás incómodo contigo mismo. Así que, empieza a abrir la mente a otras posibilidades, posibilidades de grandeza.

Todo depende de dónde ponemos el foco de nuestra atención. Si creemos que nunca seremos capaces, que no tenemos facilidad para hacer algo, que no tenemos capacidad, etc. nuestra mente nos llevará a fijarnos en esa realidad. Pero esa realidad no es toda la realidad. Así que, cambiemos el foco, abre tus ojos, mira todo lo que te rodea, enfoca bien tus pensamientos.

Todos sentimos miedo de salir de nuestra "zona de confort" esa zona e la que nos sentimos a salvo, sin hacer nada diferente, donde todo permanece igual, donde nos limitamos a existir, a sobrevivir.

Pero, si quieres cambiar, esta comodidad será tu enemiga. Da un salgo, atrévete ¿qué es lo peor que te puede pasar? Que no salga como esperabas, que te digan "NO", que alguien opine de ti…

Supera el miedo al rechazo

Esto es lo que diferencia a los valientes, a los atrevidos, a los que consiguen cosas… No pasa nada si alguien te rechaza, simplemente te ayudará a aprender, te acerará al sí definitivo.

Toma una decisión, toma la decisión de salir hacia una gran existencia, sal de tu zona de confort, crece, no pienses en qué pensarán los demás, piensa en ti, en lo que te emociona, en lo que te hace disfrutar de cada segundo, ten una actitud positiva, segura, confiada, con ganas de contribuir…

Pasemos a la práctica

Te propongo un ejercicio: escribe una lista de adjetivos que te gustaría tener, que te hacen sentir grande, que ya posees, que te emocionan… Escribe la lista y ponla en un lugar visible, para poder verla varias veces al día.

Ahora… cada vez que la veas, escoge un adjetivo y di en voz alta "Gracias por ser (adjetivo)", créetelo, cree que a eres así, que has conseguido tu objetivo, siente lo grande que eres así. Haz esto varias veces al día, actúa como si ya hubieras conseguido tu objetivo, como si ya fueras aquella persona que quieres ser, sin miedo al qué dirán.

Recuerda, omite cualquier significado de opinión pública, toma consejos solamente de aquellas personas realmente importantes. Disfruta de cada momento, llena tu día de actividades que te motiven y emocionen.

En cada decisión que tomes, día a día, momento a momento, pregúntate ¿qué decisión me hace emocionarme, disfrutar, vivir plenamente?

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