Cocaína, trombosis y enfermedad cardiovascular
Describimos algunas de las alteraciones que se pueden presentar a nivel cardiovascular en consumidores de cocaína.
Cada vez más, nos encontramos en los servicios de urgencias pacientes jóvenes con dolor torácico, dificultad respiratoria y alteraciones en el electrocardiograma. Suelen ser pacientes de emergencias de fin de semana y tras consumos de varias sustancias, sobre todo cocaína.
¿Qué produce el consumo de cocaína?
El consumo de cocaína se asocia con alteraciones de tipo cardiovascular por la estimulación que ejerce a nivel del sistema nervioso simpático. La aparición de trastornos cardiovasculares no solo se presenta en pacientes con enfermedad previa conocida como hipertensión arterial, angina de pecho, insuficiencia venosa, hipercolesterolemia... Se ha evidenciado que la cocaína predispone a la aparición de trombosis coronaria aguda, aunque los mecanismos no estén del todo establecidos.
A nivel periférico, la estimulación del sistema nervioso simpático inhibe la recaptación de serotonina, noradrenalina y dopamina. Esto se vincula con una bradicardia transitoria y posterior taquicardia, hipertensión arterial y en ciertos casos, trombosis coronaria aguda.
En las plaquetas encontramos transportadores de tipo SERT. Al consumir cocaína, ésta se une a SERT y produce inhibición de la recaptación de serotonina celular. La actividad de la serotonina se encuentra determinada por la acción del SERT y ésta, finalmente en la accción de la dopamina a nivel del sistema cardiovascular.
En estudios con ratones, se ha estudiado la reacción plaquetaria a la exposición con cocaína. Las plaquetas fueron más reactivas y formaron más trombos en comparación con las plaquetas que no fueron expuestas a cocaína. Esto se observa en ratones sin antecedentes de enfermedad cardiovascular.
En estudios de pacientes consumidores de cocaína y visitas a urgencias, se constatan síntomas como dolor torácico y dificultad respiratoria. Estas personas pueden tener un flujo anormal de sangre en los pequeños vasos sanguíneos del corazón (microcirculación) que no se pueden detectar en las pruebas regulares (angiografía), poniendo a estos pacientes en riesgo de graves complicaciones del corazón o la muerte.
En un estudio sobre disfunción microvascular con angiografía entre consumidores de cocaína, el contraste no se pudo despejar instantáneamente de los vasos más pequeños y los vasos sanguíneos se vieron sobredilatados como resultado del flujo sanguíneo más rápido. Los hallazgos sugieren que, incluso cuando no hay señales de enfermedad arterial coronaria entre los consumidores de cocaína, tienen daños en los vasos sanguíneos que pueden producir síntomas tales como dolor en el pecho y dificultad respiratoria.
Estas alteraciones fueron suficientemente significativas y comparables a aquellos pacientes que no son consumidores de cocaína pero presentan diabetes, hipertensión arterial y antecedentes de enfermedad coronaria.
Por tanto, la cocaína predispone a la formación plaquetaria y a la formación de microcoagulos, favoreciendo la ateroesclerosis coronaria, una disfunción microvascular y finalmente enfermedad coronaria con consecuencias fatales.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD