¿Son buenas las mentiras piadosas? 4 Razones a favor de decir siempre la verdad

Todo el mundo en alguna ocasión hemos recurrido y seguiremos recurriendo a lo que llamamos "mentiras piadosas". Es algo que está aceptado en la sociedad y lo hacemos para evitar daños mayores al ser sinceros. Pero, ¿Realmente estos tipos de mentiras son buenas para nosotros y para los demás?

¿Son buenas las mentiras piadosas?

En principio, las mentiras piadosas no generan grandes problemas, todos las hacemos y las aceptamos. Pero, existen algunas razones que peuden hacer que este tipos de mentiras acaben dañando una relación:

1. Se utilizan sin una buena justificación: La principal dificultad aparece cuando esas mentiras se descubren y no se ven justificadas, o cuando simplemente uno piensa que no era necesario mentir. Aparece en ese momento una cierta desconfianza en la veracidad de lo que la otra persona dice.
2. Generan desconfianza: Cualquier acto, sobre todo si se tratan de mentiras, por nimio que sea se puede acabar dudando. Esto genera discusiones constantes con la pareja por temas que en principio no son importantes, e incluso se puede llegar a quebrar irremediablemente la relación. Muchas personas piensan: "si me miente en esta tontería, ¿en qué otras cosas más importantes me estará mintiendo?"Uno se puede llegar a sentir traicionado porque no se entiende el porqué de estos tipos de mentiras. En realidad se produce una desconfianza doble, desconfía el que miente porque no está convencido de decir la verdad (muchas veces para evitar posibles conflictos o porque no ve lícito lo que va a hacer) y desconfía el que duda de la otra persona. Y en una relación, tanto de pareja como de amistad, uno de los pilares más importantes es la confianza; si eso falla, estamos jugando con fuego.
3. Generan un dilema: Las personas que desconfían del otro viven en un dilema constante. Saben que no les va bien dudar ni buscar información sobre las mentiras, pero por otra parte necesitan la confirmación de lo que está sucediendo y acaban haciendo cosas como preguntar de forma disimulada a amigos, preguntar directamente a la pareja, mirar el móvil de la otra persona o controlar lo que sucede en las redes sociales de amigos de la pareja. Acaba apareciendo una cierta obsesión por descubrir mentiras que como en muchas ocasiones se acaban confirmando, alimentan aún más la desconfianza.
4. Se crean dudas constantes: En psicología conductual se ha estudiado que la mejor manera para conseguir que la persona se mantenga en una misma conducta es el refuerzo intermitente. Os explico un poco en qué se basa este concepto a partir de un experimento conductual: si a un ratoncito que está encerrado en una jaula le das comida cada vez que aprieta un botón, el ratoncito condicionará apretar el botón a conseguir comida. Por tanto, cada vez que tenga hambre accionará el botón (condicionamiento clásico). Pero si en vez de darle comida cada vez que le da al botón, se establece un intervalo aleatorio de las veces que consigue alimento y las veces que no, el ratoncito no sólo apretará el botón cuando tenga hambre, sino que lo hará de forma compulsiva para conseguir el refuerzo (alimento) porque aparece la duda. Pues esto mismo es lo que sucede cuando alguien "pesca" una mentira. Se acciona la duda y la persona necesita confirmar.

¿Cómo evitar las mentiras piadosas?

Existen dos formas de evitar las mentiras piadosas. Por un lado, las personas que desconfían es importante que intenten eliminar el refuerzo intermitente. Para lograrlo es necesario que dejen de apretar el botón, es decir, que eviten mirar redes sociales, preguntar a amigos o buscar pruebas de que la otra persona miente. La segunda solución es para quien recurre a las mentiras, vivir atado a las mentiras es una condena. Si sientes que no puedes parar de hacerlo, enfréntate a la verdad y asume las consecuencias. Quien quiera estar a tu lado que sea por cómo eres en realidad, no te pongas máscaras para ser aceptados.

Mentiras piadosas y las mentiras reales

Las mentiras piadosas suelen ser inocuas, es decir, las decimos como un método para ser educados ante los demás y mostrar modales sociales. En general suelen realizarse con fines beneficiosos. Es obvio que en algunos casos ser demasiado honesto podría generar un malestar en los demás. En cambio, cuando hablamos de mentiras 'reales', estas tienden a tener un fin más egoísta. Es decir, suelen tener consecuencias para los demás y, a pesar de que las hacemos para beneficiarnos, también para nosotros.  

El principal problema de las mentiras piadosas empieza cuando estas acaban siendo demasiado recurrentes en nuestro día a día. A veces, aunque pensemos que estamos siendo educados con los demás, estos tipos de mentiras pueden señalar que no sabemos comunicarnos asertivamente con los de nuestro alrededor, lo que acaba convirtiéndose en un problema si se hace muy a menudo. En estos casos, es importante acudir a un psicólogo/a profesional para poder acabar con esta actitud dañina tanto para nosotros como para los demás. 

Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.