Cómo superar en la edad adulta el exceso de sobreprotección de padres en la infancia

Hay una tendencia últimamente que los padres adoptan un estilo educativo sobreprotector, que también se conoce como el síndrome de Wendy. Son padres helicópteros que se anticipan a los niños para que no sufran, hacen todo por ellos, les evitan todo tipo de contratiempos. Así por ejemplo; son incapaces de dejar que un hijo lleve un ejercicio al colegio sin terminar. O que llegue tarde porque le dio pereza despertarse. Son incapaces de dejar su cuarto desordenado. E intentan ponerle las cosas fáciles. Suelen decir no hagas llorar al niño para que no se frustre, etc.

Ahora, ¿qué se genera, cuál es la consecuencia de esta actitud?

Pues niños dependientes emocionales, inseguros, con baja autoestima, desmotivados ante las exigencias de su colegio o el hogar, "vagos", y con poca capacidad para tolerar la frustración.

Niños que terminan convirtiéndose en ADULTOS, y que se hacen conscientes de que han vivido bajo un excesivo control y sobreprotección de los padres, identifican sus carencias o rasgos y quieren modificarlos para convertirse en personas más autónomas, independientes, y con una autoestima más saludable.

Con esto, el adulto dá un primer paso, que es la toma de conciencia. De esta forma le ayuda a producir un cambio. Y en psicología, siempre decimos que darse cuenta de las cosas ya es un cambio en sí mismo porque se está más atento a cualquier comportamiento.

Pero al margen de esto, es necesario trabajar conscientemente en esa mejora, en el crecimiento personal. Y para ello, es importante empezar por la toma de decisiones. La inseguridad muchas veces, paraliza, y para ayudar a tomar decisiones, simplemente hay que aceptar que tras un período determinado de tiempo sabes que tienes que tomar la decisión, tienes que elegir algo que puede que aciertes o puede que no. Y que esto forma parte de la vida!. Y que sea cual sea el resultado aceptaras la decisión.

En la autoestima, es necesario trabajar el autoconocimiento para tener una imagen lo menos distorsionada posible de ti mismo, aceptando que eres una persona como todos con debilidades y fortalezas, y zonas más bonitas que te gustan más que otras que son tus virtudes, tus cualidades. Desde aquí, aceptándote como eres!. Incluso con la parte que te gusta menos y que tengas voluntad de cambiar.

Por ejemplo, si eres consciente de que tienes un temperamento muy fuerte, busca estrategias para moderar tus respuestas, o para controlar tus emociones, o gestionarlas de una manera más adecuada. Con una intención y posibilidad de cambio que te permita una autoestima más saludable.

También cuidar y tener una red social amplia. Con esto me refiero a que no sea pequeña o reducida al ambiente familiar, dependiente sólo de las figuras de apego como hermanos, padres, pareja, etc. Sino cultivar relaciones con otras personas desde la amistad o con compañeros de trabajo, y estar abiertos a conocer personas y ha trabajar esa relación personal.

Y luego, aprender habilidades sociales, quizás invirtiendo en libros que te ayuden a conocerte a ti mismo, conocer mejor a los demás, y ver también la forma que tienes de pensar sobre otros. El feedback que recibes también te ayuda a mejorar este aspecto.

Así que creo que hay un trabajo personal que se puede hacer, muy bonito, que va a ayudar que el adulto tenga relaciones más sanas con los demás y consigo mismo.

Y si necesitas ayuda para lograrlo, ponte en contacto con este despacho. Encantados estaremos de recibirte!

Hasta el próximo artículo...

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