¿Cómo surgen los trastornos sexuales?

Los orígenes de las disfunciones pueden ser físicos, pero habitualmente tienen raíces psicológicas. Las parafilias, directamente, siempre se deben a causantes de origen psicológico y nunca f

28 SEP 2013 · Lectura: min.
Foto: Consulta Psicólogo Madrid

Reconocer el origen de un problema suele ser un gran paso hacia su solución. Esta máxima vale para cualquier conflicto, y en el ámbito psicológico es un aspecto más determinante si cabe: a menudo, el tratamiento de un trastorno consiste en eliminar o controlar los factores que lo precipitan. Los trastornos sexuales de origen psicológico son un claro ejemplo. ¿Cómo surge la falta de deseo sexual? ¿Cuándo y porqué empieza a aparecer un caso de disfunción eréctil? ¿Qué pasa para que una mujer empiece a padecer anorgasmia, es decir, incapacidad para llegar al orgasmo?

Según el Colegio de Psicólogos, el trastorno sexual puede ser una disfunción o una parafilia.

Se engloban en el primer caso todas las inhibiciones que impiden un correcto funcionamiento físico o sensorial: la falta de apetito sexual, la propia anorgasmia o la disfunción eréctil son algunos ejemplos. Las parafilias son trastornos en las necesidades y los hábitos sexuales, es decir, desviaciones en las causas de la excitación, como ocurre con la pedofilia, el fetichismo o el voyeurismo.

Los orígenes de las disfunciones pueden ser físicos, pero habitualmente tienen raíces psicológicas. Las parafilias, directamente, siempre se deben a causantes de origen psicológico y nunca físico. Una amplia variedad de factores psicológicos pueden provocar trastornos en la excitación, el deseo, la actitud o las reacciones físicas de una persona ante el sexo, pero se resumen en tres tipos: los factores predisponentes, los precipitantes y los de mantenimiento.

Factores predisponentes

Los factores predisponentes son aquellos en los que, como sugiere la palabra, un hábito concreto, unas circunstancias o un episodio vital predisponen a una persona a tener un trastorno sexual en el futuro: problemas relacionados con la familia o los parientes, carencias en la educación sexual o incluso general, experiencias traumáticas en la infancia o adolescencia, etcétera. Las parafilias vienen precedidas siempre de algún factor predisponente: una de las causas más comunes de la pedofilia y el masoquismo, por ejemplo, tiende a ser la de los problemas de abusos en la infancia. Los predisponentes, sin embargo, no son exclusivos de las parafilias, sino que también suelen cimentar futuras disfunciones.

En la prevención y el tratamiento de potenciales situaciones predisponentes radica el mejor remedio para los trastornos sexuales. Un seguimiento adecuado a, por ejemplo, los jóvenes y niños con familias desestructuradas o entornos adversos puede ser clave. Las medidas de apoyo e información en situaciones difíciles pueden evitar que estas personas deriven ciertos problemas hacia otros campos, entre los que el sexual es un ámbito muy recurrente.

Factores precipitantes

Además, con un buen tratamiento se puede disminuir mucho la aparición de factores precipitantes. El término también explica qué significan: si los predisponentes dejaban el terreno preparado a un potencial trastorno, los precipitantes son el elemento que lo desencadena. Siguiendo el ejemplo, si el predisponente de una persona es una infancia traumática; una mala experiencia puntual como una relación problemática, una ruptura o un problema que evoque esa infancia sería el factor precipitante. Si no existe un predisponente que lo haya cimentado, esos problemas son mucho menos susceptibles de precipitar un trastorno.

Factores de mantenimiento

Por último, aunque ya no tienen relación con el origen de los trastornos sexuales, hay otro tipo de factores que hay que tratar para desbloquear un potencial trastorno. Se les llama factores de mantenimiento, y son los que provocan que un problema psicológico de este tipo perdure en el tiempo. Son, en otras palabras, los que bloquean una posible solución, y normalmente tienen mucho que ver con las circunstancias que rodean a una persona en el momento en que padece el trastorno. Las situaciones de estrés que pueden generar ansiedad, o bien las frustraciones continuadas en otros terrenos –aspiraciones personales, desarrollo profesional, etc.- que provocan problemas de autoestima, son dos de los factores de mantenimiento principales.

Una visión general de estos trastornos sexuales nos revela un aspecto esencial para comprenderlos y tratarlos: la gran mayoría de los factores que los originan o mantienen están relacionados con episodios cotidianos relacionados con otros ámbitos, problemas que no solo desembocan en trastornos sexuales, sino que son la principal fuente de todos los trastornos psicológicos. La intervención previa y el tratamiento inmediato de esos episodios son los mejores caminos para minimizar los trastornos sexuales. Aquí, como en casi todos los campos de la medicina, la terapia y la psicología, vale el dicho popular: más vale prevenir que curar.

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psicólogos
Escrito por

Sergi Falcó Martínez

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Comentarios 6
  • lizeth

    Tengo una pregunta, mi pareja hombre que sostuvo relaciones con su madre por una semana cuando el era mas joven. Por un tiempo me trastorno bastante ello y no sabia como tratarle, pero a que se debe eso? o porque una persona llega a ese punto? Gracias, me ayudaría mucho.

  • Rosa Martinez

    Excelente artículo. Necesito mas información sobre el tema de los diversos tipos de trastornos sexuales y sus posibles soluciones. Quedo atenta Gracias

  • Christian Galarza

    Está genial el articulo. Fácil de entender. Ahora me pregunto, por qué un evento traumático desemboca justamente (a veces) en una desviación de índole sexual. Qué tiene que ver una cosa con la otra?

  • Margarita

    Muy interesante este articulo, ojala publicaran más sobre toda la parte sexual

  • Alexis González

    Mi pregunta es más una inquietud de alarma que una postura curiosa, admito que las desviaciones son inducidas o adquiridas según las culturas de cada sociedad, pero en la vida civilizada actual he visto muchos métodos inducidos de desviaciones de conductas en programas publicitarias y en diversos sistemas de comunicación, estas pueden percibirse de manera concebida y con clara planificación por entes publicitarios, cine, alimentarios, etc. Como que si estuviéramos en un emporio de conductas según intereses, ¿es esto posible?, ¿Qué saben al respecto?, ¿existen subliminales efectivos en tales casos?, …. Gracias

  • Contreras Amado Maria Concepción

    Gracias, me sirvió para concluir mi trabajo.

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