La comunicación no violenta (CNV) de Rosenberg: ¿En qué consiste?

A veces nos comunicamos de forma agresiva sin darnos cuenta, simplemente porque atendemos sólo a nuestras necesidades. Descubre la comunicación no violenta y cómo ponerla en práctica.

13 SEP 2018 · Última modificación: 18 JUN 2021 · Lectura: min.
¿En qué consiste la comunicación no violenta?

Vivimos en una sociedad donde cada vez abundan más las personas que no piensan demasiado lo que dicen ni cómo lo dicen. Prima más el desahogarse y decir lo que se siente de forma impulsiva que pensar antes de hablar. Esa manera de funcionar suele generar problemas relacionales; sin embargo, la persona se escuda en el hecho de que es sincera y dice lo que piensa "te guste o no te guste". Por ello, aprender sobre la comunicación no violenta o CNV es precisamente una de las asignaturas pendientes para mejorar nuestras relaciones.

¿Qué es la comunicación no violenta o CNV?

El psicólogo Marshall Rosenverg ideó lo que llamó Comunicación No Violenta (CNV), una manera de aprender a comunicarnos mejor, y eso se traduce en un tipo de comunicación donde que prima la asertividad, se suprimen los juicios de valor y se trabaja la empatía.

Para poner en práctica la CNV, es necesario expresar con claridad las necesidades o peticiones sin acusar y teniendo en cuenta las necesidades y deseos de la otra persona. Es decir, hay que evitar satisfacer nuestras necesidades a costa de la frustración de los demás. De esta forma, Marshall Rosenverg partía de la base de que el ser humano se siente bien cuando damos y recibimos cosas de forma solidaria y para poder llevar esto a cabo, hay que poder expresar pero también hay que aprender a escuchar al otro.

¿Cómo podemos comunicarnos de una forma no violenta?

Para poder realizar la comunicación no violenta de Marshall Rosenberg, los psicólogos recomiendan las siguientes acciones. 

1. Valorar cómo lo veo yo y cómo lo ve la otra persona

A veces nos olvidamos de la segunda parte. Sólo pensamos en cómo vemos nosotros mismos las cosas y no pensamos en la perspectiva de la otra persona. Eso es lo que puede provocar conflicto, ya que si entendemos el punto de vista del otro, es más fácil lograr una comunicación no violenta. Por ejemplo, imagina que eres un adolescente y quieres ir a un concierto pero tus padres no te dejan ir.

Seguramente te viene fácilmente un pensamiento del estilo: "Sabe que soy fan de este grupo y que me hace mucha ilusión ir, es injusto que no me dejen, soy un buen hijo y no me merezco esto". El esfuerzo viene ahora, en pensar en el punto de vista de la otra persona. Si te pones en el punto de vista de tus padres dirías algo así como: "es cierto que me hace mucha ilusión ir al concierto y lo saben, pero también es cierto que últimamente he bajado el rendimiento académico y les he desobedecido bastante por lo que si me dejan ir al concierto es como premiar mi mal comportamiento".

La comunicación no violenta

2. Pensar como me siento yo y como se siente la otra persona

Después de analizar lo que pienso yo y lo que piensa la otra persona, el siguiente paso es escuchar los sentimientos. Siguiendo con el ejemplo anterior, yo me puedo sentir frustrado y triste por no poder ir al concierto y mis padres se pueden sentir molestos con mi comportamiento y algo decepcionados.

Cuando analizamos los sentimientos de los otros, le damos un significado más completo a toda la situación. Si sólo analizamos lo propio, estamos sesgando una parte muy importante y nos autorreforzamos o como diríamos vulgarmente "nos encabronamos" dando a pie a discusiones o una comunicación agresiva.

3. Analizar mis deseos y necesidades así como las de los otros

Después de analizar el contexto es cuando se puede valorar lo que se desea o necesita y lo que desea o necesita la otra persona. Por ejemplo, yo lo que quiero es ir al concierto y mis padres necesitan que mi comportamiento en casa sea más obediente y maduro. Por lo tanto, uno de los pasos para realizar la comunicación no violenta es analizando los deseos propios y los de los demás es cuando se puede llegar a una petición o negociación de una forma comprensiva, empática y asertiva.

4. Hacer la petición teniendo en cuenta el propio punto de vista y el de los demás

El paso definitivo de la comunicación no violenta es poder hacer la petición de una forma asertiva, es decir, expresar tus necesidades teniendo en cuenta las de los demás. En el caso que estamos tratando podría ser algo así como: "Sé que últimamente estáis dolidos conmigo porque he sido un poco desobediente y me he comportado como un niño caprichoso. Sé que no tengo derecho a pediros esto pero realmente me hace mucha ilusión poder ir al concierto de este grupo. Por eso me comprometo a hacer cada día los deberes, estudiar al menos una hora diaria y a cumplir con mis obligaciones en casa antes y después del concierto".

¿Cómo realizar la comunicación no violenta?

5. Expresar tus vulnerabilidades 

Según el esquema de comunicación de Marchall Rosenberg cuando expresas tus vulnerabilidades ante los demás puede reducir drásticamente nuestros conflictos ante los otros. De esta forma, si estás ante una situación donde las malas palabras están presentes en tu conversación, una de las claves es intentar expresar cómo te sientes y lo vulnerable que te sientes al respecto de ello. 

Cuando nos enfrentamos a un esquema de comunicación negativa, tenemos cuatro opciones. La primera es que podemos culparnos a nosotros mismos y preguntarnos por qué somos la causa de la negatividad. El segundo es echar la culpa directamente al hablante. Estas dos primeras opciones no son saludables porque sugieren que la comunicación debe verse en términos de binarios, y que es una o la otra en términos de quién tiene la culpa.

En muchos casos las personas no sabemos como expresar nuestras emociones a los demás y ello puede derivar en un problema en nuestras relaciones. Por ello, si crees que no puedes comunicarte efectivamente, siempre puedes consultar con un psicólogo profesional. El objetivo de esta comunicación no violenta de Rosenberg es principalmente ser consciente de nuestras propias necesidades y sentimientos y concentrarse en las necesidades de la otra persona.

Ahora ya sabes cómo aplicar la comunicación no violenta. Intenta ponerla en práctica y verás como te ahorras más de un conflicto innecesario. No te frustres si te cuesta ponerte en el lugar de la otra persona, si no lo haces habitualmente es normal que te resulte difícil, pero inténtalo y si no te sale, pregúntale a la otra persona cómo se siente y cuál es su punto de vista. Con la práctica acabarás siendo un experto/a en la empatía y tus relaciones serán mucho más satisfactorias.

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Escrito por

Encarni Muñoz

Encarni Muñoz es psicóloga sanitaria, especializada en adultos y con más de 10 años de experiencia. Realiza terapias individuales y de pareja a partir de una corriente integradora. Su objetivo es dotar a la persona de recursos y ayudar a descubrir los que posee para mejorar su calidad de vida en el mínimo número de sesiones posible.

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Bibliografía

  • Schultz, J (2020). Your Complete Nonviolent Communication Guide. Positive Psychology. https://positivepsychology.com/non-violent-communication/
  • GT, (2019). Nonviolent Communication (NVC). Good Therapy. https://www.goodtherapy.org/learn-about-therapy/types/non-violent-communication   

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