Consejos para evitar problemas de conducta

“Entre el 3% y el 7% de los niños en edad escolar, sufre un trastorno de conducta.” Existen múltiples causas, entre ellas: la educacional.

7 AGO 2018 · Lectura: min.
Consejos para evitar problemas de conducta

Los problemas de conducta, suponen una gran fuente de sufrimiento familiar (tanto para el menor, como para su entorno). Algunos trastornos de conducta tienen un fuerte componente hereditario; otros suelen ser comórbidos a diferentes problemáticas (como por ejemplo: el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad); y un tercer grupo, se encuadra dentro de las dificultades en el estilo educativo de los padres/madres. Este artículo, lejos de culpabilizar, busca aportar pautas de actuación frente a conductas indeseadas, evitando la aparición del mencionado trastorno.

Consejos para evitar la aparición de un trastorno de conducta

Cumplir promesas

Los niños pequeños, necesitan tener claro qué es lo que se espera de ellos y cuáles son las consecuencias asociadas a su conducta. Tanto si se trata de un premio, como de un castigo, es importante que los cuidadores no falten a su palabra: si el niño no recibe la retribución esperada, se decepcionará y comenzará a generar sentimientos de desconfianza hacia las personas ("si mis padres, a los que admiro, me mienten… qué no harán los individuos que no me quieren tanto… "), y si no recibe la represalia acordada, aprenderá que sus "malas" acciones no tienen consecuencias desagradables, por lo que las repetirá y probará hasta encontrar los límites reales (que suelen ser aquellos en los que los progenitores acaban desquiciados).

Restringir peticiones

Los niños exploran los límites de los adultos, sobre todo cuando se trata de objetos o actividades que le resultan placenteras (p.ej. juguetes deseados). Pedirán hasta conocer dónde está el "NO". Los menores a los que se les conceden la mayoría de sus caprichos, se convierten en adultos con baja tolerancia a la frustración, cuando no consiguen lo que quieren.

No mentir

Si mientes a un niño (y te descubre), restará valor a tus palabras. Por otro lado, si obligas al menor a mentir o a ocultar información, entrará en un conflicto psicoemocional entre el valor "sinceridad" ("mentir está mal"), y el valor "lealtad" ("los secretos no se pueden contar").

Cambios razonables de opinión

Si un adulto cambia constantemente de opinión, el menor dejará de escuchar las peticiones, a la espera de la resolución definitiva. Por otro lado, si no se tiene una idea clara de cuál sería la mejor elección, es positivo dejar que el niño se equivoque y enseñarle a afrontar sus equivocaciones.

No gritar

Los niños, al igual que los adultos, entienden mejor las explicaciones pausadas, que las voces altas y alteradas. A su vez, los padres/madres son un modelo de conducta para sus hijos, por lo que se les estará enseñando a alterarse ante los conflictos, en lugar de buscar una solución calmada y razonable.

No comparar

En cada comparación, siempre hay dos posiciones: mejor que Vs peor que. La primera opción, generará emociones de inadecuación; y la segunda, dañará la autoestima del menor.

Comunicar emociones

Aunque tu hijo sienta que le quieres, exprésaselo con frecuencia. Pese a que lo sepa, le gusta escucharlo. Lo mismo sucede cuando consigue superar una tarea con éxito o cuando se ha esforzado duramente (independientemente del resultado).

Sé sincero

Tan perjudicial es no reforzar al menor, como animarlo constantemente ante la mínima conducta. O bien el refuerzo paterno/materno acaba perdiendo credibilidad, o bien se convertirá en un niño cuya autoestima dependerá del halago constante de terceras personas.

Corrige sus conductas lo antes posible

Si tu hijo comete un error (p.ej. insulta a otro niño), haz que lo corrija lo antes posible (p.ej. explicándoselo y acompañándole a disculparse). Los niños no tienen la concepción temporal de un adulto, y dado que su memoria todavía está desarrollándose, la corrección conductual ha de ser lo más rápida posible.

Cometer errores puntuales (lógicos y normales dado el esfuerzo que supone criar a un hijo), no conllevará la aparición de un trastorno de conducta. Sin embargo, su aplicación repetitiva, influirá negativamente en las respuestas conductuales del menor, aumentando la probabilidad de que se generen problemas de conducta.

"Sé un modelo para tu hijo/a, incluso cuando cometas errores, enséñaselos y que observe cómo los corriges." (Paz, A.)

Si tu hijo/a tiene problemas emocionales, de conducta o necesidades educativas especiales, queremos ayudaros. Contacta con nuestro equipo de profesionales, estaremos encantados de atenderos.

PUBLICIDAD

Escrito por

Psica Gabinete de Psicología

Licenciada en Psicología clínica por la Universidad de Santiago de Compostela. Máster en Sexología Clínica y Educación y Orientación sexual y en psicología clínica. Más de 10 años de experiencia en el sector avalan su conocimiento y sus terapias en la psicología. Experta en sexología y terapias de pareja.

Consulta a nuestros mejores especialistas en psicología infantil
Deja tu comentario

PUBLICIDAD

últimos artículos sobre psicología infantil

PUBLICIDAD