¿Cuáles son los trastornos de conducta que pueden darse en la infancia y la adolescencia?

Los trastornos de conducta en niños y adolescentes, suponen una de las problemáticas más habituales en Salud Mental, y por tanto, uno de los motivos de consulta más frecuentes.

22 ENE 2019 · Lectura: min.
¿Cuáles son los trastornos de conducta que pueden darse en la infancia y la adolescencia?

Los trastornos de conducta en niños y adolescentes, suponen una de las problemáticas más habituales en Salud Mental, y por tanto, uno de los motivos de consulta más frecuentes.

Se considera que un niño o adolescente presentan un trastorno de conducta cuando dichas alteraciones son persistentes, causan malestar en el niño o adolescente, y en los demás, de forma significativa y producen un deterioro en el área social y/o educativo.

Algunas de las conductas que pueden despertar la voz de alarma, entre otras, pueden ser las siguientes:

  • Se irrita constantemente
  • Mantiene una actitud constante de desafío
  • Dificultades significativas a la hora de atender órdenes impuestas
  • Baja tolerancia a la frustración
  • Comete hurtos
  • Es agresivo tanto verbalmente como físicamente con otros

¿Cuáles son los diferentes trastornos de conducta?

Según el DSM 5, (herramienta en la que nos basamos los profesionales de Salud Mental para realizar los diagnósticos) los trastornos de conducta pueden clasificarse en:

Trastorno negativista desafiante

Un patrón de enfado/ irritabilidad, discusiones/actitud desafiante o vengativa que dura por lo menos seis meses, que se manifiesta con irritabilidad, actitud desafiante y/o conducta vengativa.

A de tenerse en cuenta que este trastorno del comportamiento va asociado a un malestar en el individuo o en otras personas de su entorno social inmediato (es decir, familia, grupo de amigos, compañeros de trabajo) o tiene un impacto negativo en las áreas social, educativa, profesional u otras importantes y que los comportamientos no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico, un trastorno por consumo de sustancias, un trastorno depresivo o uno bipolar.

Trastorno Disocial

Cuando se da un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que no se respetan los derechos básicos de otros, las normas o reglas sociales propias de la edad, lo que se manifiesta por:

  • A menudo acosa, amenaza o intimada a otros.
  • A menudo inicia peleas.
  • Ha usado un arma que puede provocar serios daños a terceros (p. ej., un bastón, un ladrillo, una botella rota, un cuchillo, un arma).
  • Ha ejercido la crueldad física contra personas.
  • Ha ejercido la crueldad física contra animales.
  • Ha robado enfrentándose a una víctima (p. ej., atraco, robo de un monedero, extorsión, atraco a mano armada).
  • Ha violado sexualmente a alguien.
  • Ha prendido fuego deliberadamente con la intención de provocar daños graves.
  • Ha destruido deliberadamente la propiedad de alguien (pero no por medio del fuego).
  • Ha invadido la casa, edificio o automóvil de alguien.
  • A menudo miente para obtener objetos o favores, o para evitar obligaciones (p. ej. "engaña" a otros).
  • Ha robado objetos de valor no triviales sin enfrentarse a la víctima (p. ej., hurto en una tienda sin violencia ni invasión; falsificación).
  • A menudo sale por la noche a pesar de la prohibición de sus padres, empezando antes de los 13 años.
  • Ha pasado una noche fuera de casa sin permiso mientras vivía con sus padres o en un hogar de acogida, por lo menos dos veces o una vez sí estuvo ausente durante un tiempo prolongado.
  • A menudo falta en la escuela, empezando antes de los 13 años.

Trastorno explosivo intermitente

Arrebatos recurrentes en el comportamiento que reflejan una falta de control de los impulsos de agresividad, manifestada por agresión verbal (p. ej., berrinches, diatribas, disputas verbales o peleas) o agresión física contra la propiedad, los animales u otros individuos. Se debe además tener en cuenta que:

  • La magnitud de la agresividad expresada durante los arrebatos recurrentes es bastante desproporcionada con respecto a la provocación o cualquier factor estresante psicosocial desencadenante.
  • Los arrebatos agresivos recurrentes no son premeditados (es decir, son impulsivos o provocados por la ira) ni persiguen ningún objetivo tangible (p. ej., dinero, poder, intimidación).
  • Los arrebatos agresivos recurrentes provocan un marcado malestar en el individuo, alteran su rendimiento laboral o sus relaciones interpersonales, tienen consecuencias económicas o legales.
  • El individuo tiene una edad cronológica de seis años por lo menos (o un grado de desarrollo equivalente).

Trastorno de conducta no especificado

Esta categoría se aplica en los casos en que los síntomas característicos de un trastorno de conducta, no cumplen todos los criterios de ninguno de los trastornos de la categoría diagnostica de trastorno de conducta.

Como intervenir ante ellos

Para prevenir estos trastornos es fundamental el diagnóstico y la intervención precoz. Dicha intervención no sólo puede ceñirse a la que puedan llevar a cabo los profesionales de Salud Mental, sino que es necesaria una coordinación entre todos los profesionales que trabajan con el niño, esto es, una coordinación con el colegio, y por supuesto con las familias.

En cuanto al tratamiento, se han considerado eficaces los programas educativos cognitivos-conductuales, en los que además de trabajar con el niño o adolescente se establezcan normas de convivencia y patrones de relación adecuados entre padres e hijos.

Bibliografía

American Psychiatric Association (2014). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), 5ª Ed. Madrid: Editoral Médica Panamericana.

Ladrón Jiménez; A. (2014). Manual Cede de Preparación al Pir. Psicología Clínica Infantil, 3º Ed. Madrid: Editorial CEDE

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Escrito por

María Rastrojo Gómez

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