Cuando me olvido de mí

"Cuando me olvido de mí para seguir en una relación, probablemente nos encontremos en una relación dependiente y posiblemente tóxica"

19 DIC 2018 · Lectura: min.
Cuando me olvido de mí

Hoy en día estamos acostumbrados a percibir el amor como algo romántico, intenso, emocionante, que nos posiciona al límite. Pues se tiene la percepción de que no se siente realmente amor si no se llega esa intensidad elevada. Lo vemos continuamente en el cine y en variedad de redes sociales. Personas que se aman locamente después de conocerse durante tres semanas y a los seis meses ni pueden verse. Esto ocurre cuando estamos enamorados de sentir amor pero no de la persona en sí. Lo que suele suceder en este éxtasis de amor romántico es que nos encontramos vínculos tóxicos.

Partimos de la base de que todos, absolutamente todos, poseemos de algún rasgo tóxico o lo hemos tenido en algún momento de nuestras vidas, pues el ser humano es de naturaleza imperfecta y todos nos equivocamos. Ahora bien, hay personas con un patrón de conductas tóxicas que se relacionan con el mundo que les rodea según este patrón y que son perjudiciales para las personas que se encuentran a su alrededor. Seguramente hayamos topado con alguno de ellos en nuestros círculos habituales: hablamos de los narcisistas y los psicópatas.

Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5, el narcicista se caracteriza por "un patrón dominante de grandeza (en la fantasía o en el comportamiento), necesidad de admiración y falta de empatía, que comienza en las primeras etapas de la vida adulta y se presenta en diversos contextos". Y define a la personalidad antisocial de la personalidad, comúnmente llamado psicópata, como "un patrón dominante de inatención y vulneración de los derechos de los demás, que se produce desde los 15 años de edad, y que se manifiesta entre otras características por una ausencia de remordimiento, que se manifiesta con indiferencia o racionalización del hecho de haber herido, maltratado o robado a alguien".

Sucede que las personas que forman parte de estos dos grupos de trastornos no suelen percibir que tienen un problema, o lo perciben y no les importa dañar a los demás, por lo que no suelen acudir a terapia para realizar una intervención psicológica, sino que las personas que suelen acudir a terapia son justamente las que han sufrido algún tipo de maltrato físico y/o psicológico por parte de las que tienen este perfil.

Los narcicistas y/o psicópatas te elevaran a las estrellas, te harán sentir que eres lo más importante de su vida, sentirás un éxtasis de amor como nunca antes creías sentirlo. Hasta que te hacen estrellar cuando han conseguido lo que querían o simplemente se aburrieron. Es ahí cuando la persona "estrellada" se convierte en dependiente de aquello que le hizo sentir tan intensamente, y puede llegar a olvidarse de sí mismo por estar con esa pareja, para que esa pareja vuelva, por ser como esa persona le gustaría que fuese.

De ahí la importancia del mito del amor que solemos tener inculcado en la sociedad, amor romántico intenso, dependiente y ansioso, que propicia que creemos vínculos tóxicos sin darnos cuenta. Cuando en realidad el amor te aporta cosas positivas, va despacio, te ayuda a crecer, te acepta tal y como eres, te ayuda a sentirte tranquilo/a, en definitiva, te aporta un bienestar extra a tu vida. Una concepción del amor que suele estar olvidada. Está claro que no todas las relaciones tóxicas son con personas con estos rasgos, pero hay una alta probabilidad que pertenezcan a uno de estos grupos.

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Escrito por

Laura Rodríguez

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