Cuidando de nuestro niño/a interior
Artículo revisado por el Comité de MundoPsicologos
¿Qué es exactamente el llamado niño/a interior? ¿Existe realmente? ¿Y por qué debería importarnos? En realidad, la mayoría de los llamados adultos no somos realmente adultos.

En realidad, la mayoría de los llamados adultos no somos realmente adultos. Es un hecho que los años pasan para todos a nivel cronológico, pero, psicológicamente hablando, esto no implica que nos convirtamos en adultos. La verdadera adultez trata de reconocer, aceptar y asumir la responsabilidad de querer y cuidar del propio niño interior.
Para la mayoría de los adultos, esto no se da y el niño interior queda negado, descuidado, desprestigiado, abandonado o rechazado. Vamos perdiendo la capacidad infantil de inocencia, sorpresa, alegría, sensibilidad y juego, las cualidades positivas que potencia un niño interior sano. Pero este, también guarda nuestras heridas acumuladas en la infancia, traumas, miedos y enojos.
¿Tu niño/a interior manda en ti?
De hecho, estos llamados adultos están siendo inconscientemente influenciados o controlados de manera encubierta por este inconsciente niño interior emocionalmente herido que habita un cuerpo adulto. Se trata de un niño o niña herido, enfadado y con miedo que toma las decisiones de adultos. ¿Puede un niño tener una relación madura? ¿Una carrera? ¿Una vida independiente?
El no atender a nuestro niño/a interior hace que nos preguntemos por qué nuestras relaciones no funcionan, por qué nos sentimos tan ansiosos, por qué tenemos miedo o inseguridad. Pero pensando en este; ¿de qué otra manera se sentiría un niño teniendo que valerse por sí mismo sin ser acompañado?¿Sin la supervisión, protección, estructura o apoyo adecuados de los padres?
El primer paso es tomar consciencia y reconectar con nuestro propio niño interior. Luego, aprendemos a tomar en serio a nuestro niño interior y a comunicarnos conscientemente con él: escuchar cómo se siente y qué necesita de nosotros aquí y ahora. Las necesidades primarias, a menudo frustradas, de amor, aceptación, protección, cuidado y comprensión.
En terapia, la parte adulta de la personalidad aprende a relacionarse con el niño interior exactamente como un buen padre se relaciona con su hijo, aportando disciplina, límites y estructura. Estos son todos, junto con el apoyo, el cuidado y la aceptación, elementos indispensables de amar y vivir con cualquier niño, ya sean metafóricos o reales.
¿Has pasado tiempo adulto con tu niño interior hoy?
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos.com no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos.com no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.