¿Dependes de los demás? ¿Tienes miedo de la solitud?

¿Cuándo existe dependencia emocional? ¿Cuándo los afectos se convierten en patológicos y peligrosos para nuestra salud física y mental?

Cuando no dejamos espacio a la autonomía personal; cuando confundimos el amor con la dependencia; cuando la relación afectiva anula la individualidad produciendo una sensación de vacío en ausencia del otro. Cuando estamos mal con el otro, pero no podemos vivir sin él. Las personas que tienen relaciones dependientes suelen necesitar su "droga personal": la pareja, los amigos, los padres... Incluso se puede depender emocionalmente de los hijos y sus vidas. Los miedos e inseguridades dominan a estas personas. De hecho, el mito de 'la media naranja' o de 'no ser nada sin el otro' son reflejo de miedos repetitivos a la soledad y al abandono que pueden llevar a los sujetos a dejarse vivir perdiendo el respeto a sí mismo y el amor propio. La dependencia afectiva está relacionada con una carencia emocional y es el mayor obstáculo para el crecimiento personal.

Conócete a ti mismo

Los miedos actúan como protectores para que la persona dependiente no entre en crisis. La separación es vista como algo horrible; pero el apego enfermizo no deja igualmente de corroer a las personas por dentro. Lo primero para poner fin a los miedos que generan estos lazos dependientes es promover el autoconocimiento es el camino que puede ayudar a la persona a quererse. Recuerdo una frase de una paciente que no quería aceptar la separación después de ocho años de matrimonio: "Es mi seguridad, no puede abandonarme, vivir no tendrá más sentido", decía (Monia Presta, 2010, Apláudete a ti mismo, ed. Planeta)". Ese miedo ante lo desconocido no le permitía hacer frente a su nueva vida sola, con sus propios recursos. Hasta que un día entendió que para superar ese dolor tenía que aceptar la separación y entrar en crisis consigo misma, enfrentándose a sus carencias, su historia y resolver sus asuntos. Conocerse y aprender a estar en soledad sin morir, queriéndose, fue la clave esencial que dio lugar a la transformación. El autoconocimiento genera seguridad en uno mismo y ayuda a perder el miedo a lo desconocido. El cambio a partir del pasado.

Otro punto interesante es tener en cuenta la historia personal de cada uno. Somos fruto de las experiencias afectivas pasadas. Se puede crecer y promover el cambio cuando se conocen los mecanismos que han originado la dependencia. Si se puede conocer el origen se puede empezar a ver la vida con otras gafas y reinscribirla, dándole un nuevo sentido.

La vida misma es cambio, un imprevisto, un movimiento. Si uno es consciente de eso, tendrá mayores recursos para afrontar la vida y estar más satisfecho. Cuando esto nos supera, es aconsejable pedir ayuda a un profesional experto, quien podrá dar las herramientas para activar tus propias capacidades y recursos, con el fin de promover la independencia afectiva.

Claves para independizarte

• Entiende tus miedos.
• Destierra el temor.
• Céntrate en el aquí y ahora.
• Dedícate unos momentos al día para estar contigo mismo.
• Haz algo que te haga feliz: un paseo por la playa, leer un libro, etc.
• Amanece con un propósito.
• Decide ser feliz.
• Apláude tus logros

Bibliografía recomendada:

Apláudete a ti mismo, Monia Presta, editorial Planeta

Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.