Depresión post-boda

¿Por qué aparece el arrepentimiento justo después de casarse aunque se tuviera claro que se quiere y desea el matrimonio? Descubre las principales causas de la depresión post-boda.

20 JUL 2017 · Lectura: min.
Encarni Muñoz

Crecemos con el aprendizaje de que tenemos que emparejarnos y casarnos porque eso nos aportará felicidad. Vivimos desde pequeños con esa creencia y aunque los tiempos están cambiando y cada vez son más las parejas que no se casan, sigue habiendo mucha gente que lo hace.

El caso es que cuando uno decide casarse o le proponen casarse, siente una inyección de adrenalina. A partir de ese momento todas sus preocupaciones están relacionadas con ese día. Invitados, detalles, regalos, vestido o traje, lugar de la ceremonia, lugar de la celebración, etc. Todo ello genera una gran expectativa y se imagina ese día como el más feliz de su vida. Durante unos meses todo se vive con una gran ilusión hasta que llega el día y el viaje de novios. Pero una vez pasado ese trance, se vuelve a la rutina y la realidad y puede aparecer la "depresión" post-boda.

¿Por qué nos podemos deprimir después de casarnos?

  • Euforia y expectativas muy altas: Casarse es el día más feliz de sus vidas, y por tanto, lo que queda después por fuerza será peor. Esa expectativa tan alta hace que deseen que todo vaya perfecto y si eso no sucede, se entristecen mucho. Además, durante la boda hay una sensación de euforia que al acabar produce un vacío emocional que conduce a ese estado transitorio de depresión.
  • Miedo al fracaso: A partir de la boda puede aparecer una sensación de miedo a haberse equivocado. Casarse es una decisión importante que implica a mucha gente. El miedo a haberse equivocado puede aparecer fruto de esa presión por hacer que funcione la relación "ahora que nos hemos casado no podemos fracasar".
  • Haber alcanzado una meta: La sensación de abismo que sucede cuando uno alcanza una meta puede generar malestar emocional. El temido, "¿y ahora qué?". Vislumbrar la felicidad como una meta hace que una vez alcanzada todo lo que queda sea menos importante. La felicidad tiene que ser un camino no un objetivo. Si no hay más metas a alcanzar con la pareja puede haber un momento de crisis que puede llevar incluso a la ruptura sentimental o las diferencias de metas (por ejemplo, que uno de los miembros quiera tener hijos y el otro no).
  • Boda como solución a los problemas existentes: Muchas veces las parejas se plantean la boda como un momento de desconexión para resolver los problemas que existen de comunicación, confianza, celos o cualquier otro aspecto que haga que la relación no funcione como lo hacía antes. La boda se convierte en un parche que una vez pasado, la pareja se vuelve a encontrar con las mismas dificultades de comunicación, confianza, celos, etc.
  • Boda como una manera de salvar la relación: Hay parejas que intentan valorar la boda como una ruptura con la rutina, como el avivar la llama de la relación que se ha estancado. Especialmente en parejas que llevan mucho tiempo conviviendo o de relación, se propone la boda como una inyección de energía. Y muchas veces es así, pero del mismo modo que una vez explotan los fuegos artificiales se evaporan, esa inyección dura lo que dura la boda y el viaje. Luego se vuelve a la realidad y esto puede desconcertar e incluso provocar un efecto rebote.
  • Verse atado/a a alguien: La falta de libertad, sentir que se está vinculado a otra persona y con obligaciones hacia ésta, hace que se produzca una sensación de ahogo que puede llevar a la aparición de problemas en la pareja que antes no existían.
  • Sentimiento de pertenencia: Del mismo modo que el punto anterior, la persona puede sentir a su marido/mujer como alguien propio y exigir cosas que antes no se exigían como por ejemplo la prohibición de salir con los amigos/as, la obligación de dar más explicaciones de las que antes se daban, etc.
  • Relajarse y no esforzarse en la relación: Muchas veces tras la boda la pareja se relaja. Ya se ha cubierto lo que se pretendía y no se esfuerzan lo que deberían por la relación. Ya no se intenta mantener viva la llama ni se procura seducir o conquistar a la pareja.

Todas esas posibles causas/consecuencias de la boda provocan inestabilidad emocional que generalmente conducen a problemas de pareja.

Es importante en todas las posibles causas o consecuencias trabajar sobre la comunicación, valorar la situación, lo que les ha llevado a estar así y detectar la causa de ese estado de ánimo. Una vez hecho esto, hay que intentar encontrar conjuntamente la solución y esforzarse para resolverlo. Una vez probado si no se consigue, es fundamental realizar una terapia de pareja para resolver estos problemas antes de que el desgaste provoque la ruptura sentimental. Muchas veces las parejas esperan hasta que ya es demasiado tarde para pedir ayuda profesional y se podrían salvar algunas de esas relaciones de pareja si se mediara mucho antes.

Encarni Muñoz Silva

Psicóloga sanitaria, colegiada nº 16918

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Escrito por

Encarni Muñoz

Encarni Muñoz es psicóloga sanitaria, especializada en adultos y con más de 10 años de experiencia. Realiza terapias individuales y de pareja a partir de una corriente integradora. Su objetivo es dotar a la persona de recursos y ayudar a descubrir los que posee para mejorar su calidad de vida en el mínimo número de sesiones posible.

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Comentarios 1
  • María José López ferrero

    Hola, me casé hace menos de un mes, segunda boda para mi y primera para el. Lo que me ocurre es que desde el segundo día postboda me siento triste y lloro por tonterías, siempre relacionadas con la boda. Me siento triste porque el día se pasó más rápido de lo que me hubiese gustado, me gustaría volver a vivirlo, encima las foto de boda son bonitas pero no tan espectaculares como yo las esperaba. Qué hago? Me siento muy estupida por comportarme así, tengo 39 años, no soy una cría y en mi primera boda no me ocurrió. Gracias.

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