Descubierta una nueva enfermedad mental infantil

Un nuevo tipo de enfermedad mental en niños: el Trastorno Predisocial Adquirido (Universidad de Kentucky)

8 ABR 2019 · Lectura: min.
Descubierta una nueva enfermedad mental infantil

El psiquiatra R. Woodworth, de la Universidad de Kentucky, ha presentado en un artículo aparecido en el Journal of Psichiatry un nuevo tipo de enfermedad mental en niños que en principio ha denominado Trastorno Predisocial Adquirido.

Según este psiquiatra, el trastorno se produce en niños de entre tres y doce años.

Los síntomas consisten en un patrón recurrente de comportamientos irritantes hacia sus iguales. Las relaciones son tensas, con continuas molestias hacia los otros niños, por lo que se puede producir aislamiento social. Estos niños, al parecer manifiestan un similar patrón comportamental con sus figuras de apego, provocando también conflicto entre ellas, especialmente si observa que uno de sus padres no está de acuerdo en algunos aspectos educativos con el otro. En estos casos, los menores insisten en solicitar a sus padres o madres lo que el otro progenitor desaprueba para provocar irritación y conflicto en el entorno.

Según este profesional, puede haber comorbilidad con todos los tipos de trastornos alimentarios, puesto que otro síntoma del trastorno es que las conductas irritantes se producen especialmente en las comidas si hay personas significativas o iguales en el entorno, ya sea negándose a comer, o jugueteando de forma interminable con la comida a semejanza de los casos de anorexia nerviosa, solo que en este nuevo trastorno, la intención es siempre el producir irritación y tensión en el entorno.

Un último síntoma que al parecer presentan estos menores es que cambian de registro evolutivo según el adulto con el que se relacionen. Suelen hablar y comportarse como niños o niñas de una edad cronológica inferior a la real, con sus vínculos de apego, lo que se evidencia especialmente en el habla.

Según el doctor Woodworth, el tratamiento de elección son los ansiolíticos pediátricos puesto que la ansiedad está presente en todo el curso del diagnóstico. La psicoterapia no está bien establecida en estos casos, puesto que los niños con el trastorno se manifiestan especialmente negativistas ante la figura del terapeuta.

Al parecer, el trastorno está siendo estudiado en las comisiones del DSM-5 para incluirlo en su próxima edición, como una novedad de última hora.

Poniendo los puntos sobre las íes

Les comunico que todo lo dicho en el anterior párrafo es absolutamente falso, y lo inventé en unos cinco minutos de ocio.

Si han leído este artículo hasta aquí es posible que tuvieran ustedes muchos tipos de reacciones, y eso desde luego hablaría de ustedes mismos:

  1. Ninguna reacción: Eso diría que no estaba usted en modo "crítico". Le recomiendo que cuando lea información, especialmente, del área de psicología y/o salud mental, jamás lo haga sin ser/estar crítico. Nos movemos en un área donde las verdades sustentadas en hechos demostrados son muy escasas
  2. Reacción de asombro: Esa reacción reflejaría que estando usted más o menos al tanto de la información sobre el área de salud mental, le sorprende no haberse enterado de esto, y haberlo hecho aquí. Es posible también que en un rincón de su mente en el momento de leer el artículo, se diga usted que a la psiquiatría se le está escapando de las manos el tema de la diagnosis.
  3. Se ha muerto usted de risa y/o de indignación: Felicidades, esa es la actitud al leer temas del área de salud mental. Es usted crítico, y el hecho de que los argumentos provengan de unos señores psiquiatras y/o psicólogos de las Universidades de Arizona, Michigan o Castrourdiales, no le impide a usted tener y formar su propia opinión.

Con este artículo, he tratado de ejemplificar lo sencillo que es para las farmaceúticas y/o las instituciones interesadas en ello, el realizar algo que se conoce como disease mongering(1) , que es básicamente el convertir en enfermedades comportamientos y/o problemas de las personas que no necesariamente se corresponden con reacciones anómalas y/o no saludables. De hecho, algunos diagnósticos y/o etiquetas diagnósticas han sido y son objeto de fuerte controversia, probablemente debido a que precisamente, el área de salud mental tiene que lidiar continuamente con la carencia de pruebas objetivas especialmente en lo referido a la diagnosis.

Este asunto es crítico, puesto que los diagnósticos guían decisiones y prácticas profesionales, pero también personales. Les invito a recordar lo sucedido en relación a la homosexualidad, y el hecho de que hasta hace bien poco, fue considerada como un trastorno mental, lo que implícitamente implicaba que podía y hasta debía ser objeto de tratamiento.

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Escrito por

Todo Psicología - Centro Especializado

Psicólogos general sanitarios con más de veinticinco años de experiencia. Su enfoque no se centra en la complejidad de que la vida solo se pueda reducirse a diferentes síntomas. Por lo contrario, su objetivo es mejorar el bienestar de las personas en su contexto personal.

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Bibliografía

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Comentarios 1
  • Susana Duarte

    Realmente m asombraba lo ridículo del artículo! Pero más me molestó haber perdido el tiempo, ya q tengo dos hijos con discapacidades psiquiátricas de 20 y 24 años, hijos de un padre que es anestesista, y sospechamos con mí hija mayor, psicóloga social , que hayan sido víctimas del probable transtorno de Mauchensen por poderes, por parte del progenitor, por lo q m interesa leer artículos y toda información con respecto a los trastornos y enfermedades psiquiátricas, ese fue el motivo de mí malestar.

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