Dismorfia corporal: La obsesión por el cuerpo perfecto

Los cuerpos perfectos de los modelos y las imágenes llenas de filtros de las redes sociales pueden llegar a afectar la percepción alrededor de nuestra constitución corporal. Incluso en muchos casos la persona puede derivar una patología psicológica: la dismorfofobia o la dismorfia corporal. Este trastorno de la imagen corporal se traduce en una obsesión alrededor de nuestra imagen. Algo que puede derivar en el uso de las cirugías estéticas, el uso excesivo de cremas corporales o incluso en problemas con la alimentación. Pero, ¿Por qué surge esta obsesión por nuestro cuerpo?

¿Qué es la dismorfia corporal o el trastorno dismórfico corporal?

La dismorfofobia, más conocido como dismorfia corporal o trastorno dismórfico corporal, es una patología psicológica caracterizada por un exceso de preocupación alrededor del cuerpo y de la apariencia física. De esta forma, la persona que lo padece acaba sufriendo una distorsión de la imagen corporal que le hace obsesionarse con ello de tal manera que modifica diversos aspectos de su vida para acabar con ello.

Una de las principales características del trastorno dismórfico corporal es que los pensamientos respecto al ‘defecto’ o ‘complejo’ que tiene la persona acaba ocupando mucho de sus preocupaciones diarias. Tanto es así que las personas con dismorfofobia acaban teniendo constantes pensamientos obsesivos alrededor de cambios estéticos, pérdida de peso y conductas para acabar con el ‘error’ que ven en ellos/ellas.

Síntomas del trastorno dismórfico corporal o dismorfofobia

El trastorno dismórfico corporal puede presentarse tanto en una dismorfia facial como corporal. En la mayoría de personas que sufren de la dismorfofobia suelen aparecer los siguientes síntomas.

1. Uso de ropa o maquillaje para ocultar ciertos rasgos dismórficos: En muchos casos la preocupación por el dibujo mental que tienen las personas con dismorfia suele ser tal que acaban avergonzándose de sus supuestos defectos. Tanto es así que acaban intentando ocultarlos junto a un exceso de maquillaje o el uso de ropa holgada para que estos pasen desapercibidos delante de los demás.
2. Exceso de importancia a la apariencia: Cuando una persona se mira demasiado al espejo esto puede ser una señal de que está sufriendo una dismorfia corporal. De esta forma, el sujeto puede dedicar una gran parte de su tiempo a pensar o a realizar ciertas acciones para tratar lo que ellos pueden detectar como ‘defectos físicos’ o ‘cuerpos feos’.       
3. Aplicar demasiados tratamientos de cirugía estética: La cirugía estética puede ser útil en algunos casos. Pero cuando ello se vuelve una obsesión y se recurre demasiado al quirófano, esto puede acabar siendo un síndrome de belleza irreal. Por lo tanto, acaba en una distorsión de la imagen corporal en búsqueda de una perfección que nunca se logrará.
4. Buscar la constante aprobación de los demás: Este trastorno y su significado suele relacionarse con una tendencia de la persona que sufre de dismorfia por querer la constante aprobación de los demás. Tanto es así que un comentario negativo puede llevar a la persona a obsesionarse por el rasgo que se ha criticado.
5. Uso excesivo de cremas, dietas o aparatos estéticos: La dismorfofobia también puede afectar a la compra excesiva de cremas, dietas y a recurrir constantemente a tratamientos milagrosos que acaban perjudicando la economía y también la salud de la persona que lo sufre.

Cuando una persona tiene una excesiva preocupación por una característica de un cuerpo completamente saludable esto puede ser una señal de alarma de que existe un problema psicológico. Si crees que puedes ser víctima de la dismorfia corporal, no dudes en contactar con un psicólogo profesional.

¿Cuáles son las obsesiones más comunes de este trastorno de la imagen corporal?

Existen ciertas diferencias entre un trastorno dismórfico corporal a otro. Pero la realidad es que en la gran mayoría de los casos esto se traduce por la obsesión de los siguientes rasgos corporales.

• Imperfecciones de la piel: incluyen arrugas, cicatrices, acné e imperfecciones.
• Cabello: esto puede incluir cabello en la cabeza o la ausencia de pelo en el cuerpo.
• Dismorfia facial: muy a menudo esto involucra la idea de una nariz fea, pero también puede afectar la visión en la forma y el tamaño de cualquier otro rasgo faical.
• Peso corporal: las víctimas pueden obsesionarse con su peso o tono muscular. Tanto es así que la dismorfia muscular también es una patología psicológica muy extendida en la actualidad.

Otras áreas de preocupación que suelen relacionarse con la dismorfia corporal incluyen el tamaño del pene, los músculos, los senos, los muslos, las nalgas y la presencia de ciertos olores corporales.

Causas de la dismorfia corporal

Según diversos estudios se sugiere que el trastorno dismórfico corporal o dismorfofobia implica un problema con el funcionamiento de ciertas áreas del cerebro que procesan información sobre nuestras apariencias corporales. Aun así, los psicólogos también remarcan las siguientes causas.

• Taumas alrededor del cuerpo: El bullying puede ser uno de los desencadenantes del diformismo corporal. El hecho de haber sufrido burlas alrededor de un aspecto de nuestro cuerpo puede convertirse en rasgos dismórficos.
• Baja autoestima: Un exceso de baja autoestima también puede inducir a estos problemas corporales.
• Consumo excesivo de redes sociales: Las redes sociales pueden llegar a fomentar un ‘síndrome de la belleza perfecta’ a través del constante bombardeo de imágenes que engañan al cerebro y a nuestra percepción corporal.

¿Cómo evitar la dismorfia corporal?

Existen una serie de actitudes que podemos aprender para dejar de lado todo lo relacionado con la constante comparación con los demás y la dismorfia corporal o dismorfofobia. Según los psicólogos debemos enfocarnos en lo siguiente.

1. Evitar las comparaciones: La comparación con los demás, sobre todo a través de las redes sociales puede hacernos padecer dismorfia facial o corporal. Por este motivo, es esencial centrarse en uno mismo/a, trabajar en mejorar pero sin obsesionarse en ello.
2. Trabajar en la autoestima: La autoestima es una de las asignaturas pendientes de la sociedad actual. Por este motivo, la dismorfia corporal cada vez está afectando a más personas. Trabajar en nuestro interior es una de las claves para no sólo dejar de lado este tipo de rasgos dismórficos, sino para conseguir aquello que tanto deseamos en nuestras vidas.
3. Aceptar nuestros defectos: Todo el mundo tiene defectos. Por lo tanto es vital aprender a aceptarlos sin conformarse con ellos. Puedes trabajar para minimizarlos y hacer más visibles tus virtudes, pero siempre estarán allí. Así que la aceptación es el secreto para verte mejor a ti mismo/a y atraer más a los demás.
4. Luchar contra los pensamientos negativos: Laa comparaciones y las inseguridades suelen estar relacionados con un constante flujo de pensamientos negativos. En muchos casos este trastorno de la imagen corporal está relacionado con experiencias de cuando se ríen de ti. Por ello, es vital no centrarse en estos recuerdos o pensamientos intrusivos, sino en aquellos momentos en que las personas han destacado lo más bonito de ti.

La dismorfia corporal o dismorfofobia es una enfermedad que cada vez está más presente en nuestra sociedad debido a la gran importancia que le damos a la belleza, a la superficie y a la perfección. A pesar de ello, aceptarnos a nosotros tal como somos y ver las virtudes de nuestro cuerpo está en nuestras manos a través del trabajo interior. Por ello, la consulta con un psicólogo profesional puede ser tu mejor arma para despertar lo más bonito que hay en ti.

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