El divorcio es más probable cuando la esposas enferman
El divorcio es un 6% más probable cuando la esposa enferma gravemente, en comparación con los matrimonios en los que la mujer se mantiene saludable.
Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Iowa, analizó la tasa de divorcio para las parejas cuando uno de los cónyuges había sido diagnosticado con una enfermedad grave (cáncer, enfermedad cardíaca, enfermedad pulmonar y accidente cerebrovascular)..
Según los resultados, el 32% de los matrimonios termina en divorcio, en comparación con el 24%, que terminó en la viudez. Las personas estudiadas debían llevar al menos 20 años de matrimonio, y uno de los cónyuges tenía que tener al menos 51 años de edad.
El divorcio era más común entre los participantes más jóvenes. Los investigadores encontraron que las probabilidades de viudedad aumentaban en un 5% cuando enfermaban los esposos y del 4% cuando eran las esposas.
Hay algunas razones por las que la enfermedad puede añadir estrés a un matrimonio. En primer lugar, el cónyuge sano suele ser el cuidador principal y puede tener que asumir la responsabilidad exclusiva de la administración del hogar.
La calidad de la atención puede ser otro factor. En general, las esposas parecen menos satisfechas con la atención de sus maridos, y los hombres -especialmente los más viejos- no han sido socializadas para ser cuidadores de la misma manera que las mujeres.
La investigación muestra el estado de vulnerabilidad en la que se encuentran las personas que tienen enfermedades graves como las descritas anteriormente, ya que a la propia enfermedad se añade el riesgo elevado de depresión, la frecuente reducción de los contactos y relaciones sociales de apoyo, y ahora también en riesgo de divorcio, lo que a su vez pueden poner en peligro aún mas su salud.
FUENTE: Karraker, a., & Latham, K. (2015). In Sickness and in Health? Physical Illness as a Risk Factor for Marital Dissolution in Later Life. Journal of Health and Social Behavior, 56, 59–73.
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