El eco de múltiples voces

Cuando psicólogo y paciente se reúnen, en cierto modo asiste también a ese encuentro, aunque sea en un plano simbólico, el resto de la red personal (y profesional) de ese individuo.

12 JUN 2019 · Lectura: min.
El eco de múltiples voces

Todos, de un modo u otro, tenemos acceso a una serie de relaciones que nos sirven para mantener nuestra identidad, para obtener apoyo, para recibir información... y para crear, a su vez, nuevas relaciones.

Cuando en el despacho le preguntamos al paciente por sus allegados, estos se unen a la conversación a través de los diálogos internos de esa persona, e incluso aunque no preguntemos nada acerca de ellos, el eco de sus voces está presente. Pueden aparecer así esas últimas palabras que tuvo esta mañana con su pareja, lo que le dijo su padre la semana pasada, lo que le acaba de revelar su madre, la opinión de su amigo del alma... Cada pregunta y cada comentario añaden otras voces a esos diálogos.

Lo que nosotros decimos y cómo lo hacemos, probablemente influirá tanto en el diálogo interno de esa persona como en los diálogos que se producirán a continuación entre esa persona y sus allegados. Lo normal es que el paciente incluya también en la conversación a los distintos profesionales con los que ha estado en contacto previamente: la abogada que le dice que no se rinda y recurra por otra vía, el traumatólogo que le pauta reposo a esa rodilla maltrecha, la psiquiatra que aumenta la dosis de benzodiacepinas porque detecta demasiada ansiedad, el enfermero que le hace daño al sacarle los puntos de la herida y que le dice que es un quejica, el compañero de trabajo al que le ha dado una mano y le ha agarrado el brazo entero, el jefe que le dice que no hace lo suficiente...

Debemos de tener presente entonces que estamos hablando también, indirectamente, con el resto de su red profesional, y que el paciente compara lo que le decimos con lo que le han dicho otros. Nuestra propia red (y no solamente la profesional, sino en ocasiones también la personal, aunque lo intentemos evitar) también se cuela en esa reunión, con voces que reflejan lo que han sido nuestras experiencias y conversaciones, y que se verán también influenciadas por los nuevos diálogos que establezcamos. Parecía que solamente había dos personas en la habitación, y de pronto somos una multitud.

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Escrito por

Andrés Sampayo Salgueiro

Licenciado en Psicología en la especialidad clínica, Máster en Psicología Clínica y de la Salud, Máster en Actualización en Intervención Psicológica y Salud Mental, Máster en Gerontología Social, Máster en Psicoterapia Psicodinámica, Máster en Dirección de Centros para Personas Dependientes y Máster en Profesorado. Más cursos de especialización.

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