El etiquetado en psicología
Aprende qué es lo que subyace a las etiquetas de los trastornos con los que nos clasifican a menudo psicólogos y psiquiatras, y por qué no debemos quedarnos en la simple clasificación.
Cuando una persona busca ayuda psicológica, a menudo se encuentra con que lo primero que hacen psicólogos y psiquiatras es encasillarlo dentro de un grupo de trastornos, dependiendo de los síntomas que presente. Es decir, le etiquetan.
Muchas personas, cuando vienen a consulta, ya vienen con su propio diagnóstico y se presentan ante ti diciéndote: estoy diagnosticada de trastorno límite de la personalidad, o yo es que tengo TOC, o yo es que soy Asperger… etc. Con los años, el lenguaje de la calle se ha ido empapando de términos psicológicos que las personas comienzan a conocer, por lo que muchas veces no hace falta siquiera que haya un diagnóstico profesional, el cliente ya se hace su propio diagnóstico.
La psicoeducación no se puede juzgar como algo malo per se, muy al contrario. Tampoco las etiquetas son malas por sí mismas, como conceptos que son nos ayudan a organizar la información, a comunicarnos con más eficacia y a ahorrar tiempo, pero encasillan a las personas en una forma de pensar concreta y, lo que es peor, los lleva a la idea errónea de que una vez que te encasillan ahí ya no puedes salir y que eso no tiene remedio, que tu condición es inamovible, y que la terapia lo único que puede hacer es aliviar los síntomas y enseñarte a vivir con ellos. Algo así como cuando te dicen que eres celíaco, lo aceptas como algo permanente, como algo que va a estar ahí el resto de tu vida y que, de alguna forma indirecta, está impidiendo que progreses.
Pero, lo que yo personalmente veo como el gran problema del etiquetado es que está equivocado desde la base. Los expertos en trauma comprendieron hace tiempo que las etiquetas, en su mayoría provenientes del DSM o del CIE, no corresponden a enfermedades ni trastornos por sí mismos, sino que son síntomas de un problema mayor subyacente, en la mayoría de los casos trauma.
Comportamientos vinculados a los trastornos clasificados como esquizofrenia, asperger, autismo, fibromialgia, trastorno bipolar, TOC, fobias de todo tipo, depresión, trastorno disociativo de la identidad, etc., están estrechamente vinculados a trauma. Estos comportamientos y síntomas son clásicos en personas que han sufrido abusos sexuales en la infancia, sobre todo, pero también violencias en la infancia o la adolescencia, accidentes o que han sido víctimas de fenómenos naturales. En pocas palabras, experiencias que llevan al trauma complejo y que dejan al cerebro en un estado de estrés postraumático continuo, y de ahí los síntomas.
El hecho de que la mayoría de los psicólogos o psiquiatras no sepan esto se debe más a la deficiente educación que reciben en la universidad, algo de lo que ya hablamos en otra entrada. El etiquetado es la forma de trabajar de muchos porque eso es lo que les han enseñado en la universidad. Y, de nuevo, no es que eso esté mal, pero el error es quedarse ahí y no saber ir más lejos.
Los que estamos formados en trauma no nos quedamos en el etiquetado. Cuando una persona me describe síntomas de, por ejemplo, disociación cerebral, yo ya entiendo que hablamos de trauma, porque la disociación la provoca el trauma. Así, la terapia que voy a usar con esta persona será una terapia adecuada al reprocesamiento de ese trauma. No puedo centrar el tratamiento en la disociación per se, puesto que esto es solo un síntoma. Tampoco en el comportamiento caótico o agresivo del esquizofrénico, ni en las obsesiones del TOC, ni en las fobias, ni en la depresión…etc. Hay que ir más allá y tratar aquello que provocó esos síntomas en primer lugar, y eso solo podemos hacerlo con las terapias adecuadas, es decir, las que reprocesan trauma, como ya explicamos también en otra entrada.
Así pues, si sospechas que te han etiquetado erróneamente, o consideras que tu etiquetado corresponde solo a los síntomas de algo más grave, debes de saber que ahí fuera hay profesionales que están correctamente formados para tratarte. Solo asegúrate de que estén formados en trauma.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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