Logopedia: ¿Qué es y para qué sirve?

Cuando hablamos de la logopedia, muchas personas piensan en los problemas del lenguaje. Pero esta profesión va mucho más allá de lo que culturalmente nos imaginamos.

¿Qué es la Logopedia?

Un logopeda es un profesional que trata diferentes alteraciones del habla, así como del lenguaje (oral y escrito) y de la comunicación en general tanto de los niños y adultos.

Por lo tanto, podríamos decir que la logopedia es la ciencia que trata de realizar un diagnóstico así como una la recuperación de los trastornos relacionados con la comunicación y la expresión humana. Los más conocidos son tanto los retrasos del lenguaje, tartamudez, discapacidad auditiva, autismo, entre muchos más.

¿Qué hace el logopeda?

Existen diferentes patologías que son tratadas por los logopedas. Los problemas más comunes tratados por los profesionales de la logopedia son:

1. Problemas en la adquisición del lenguaje

En ellas se incluyen tanto los retrasos, como las disfasias en la adquisición del lenguaje. De esta forma, los logopedas actúan sobre los mecanismos físicos y psicológicos que nos permiten adquirir el lenguaje.

2.  Problemas en la expresión verbal y en la pronunciación

La logopedia también trata aquellos problemas que están relacionados tanto con la articulación y la reproducción de los sonidos esenciales para poder hablar un idioma. Entre ellos podemos encontrar patologías como las disatrias, dislalias o las disglosias.

3.  Problemas de lectura y/o escritura

Otra de las partes fundamentales en las que se centran los logopedas son aquellos problemas relacionados con la lectura y la escritura. Tanto es así que entre las funciones de un logopeda existe tratar tanto la dislexia como las disglosias.

4.  Problemas en el lenguaje expresivo y/o comprensivo

El lenguaje no sólo es pronunciar una series de palabras una detrás de otra. La realidad es que muchas personas tienen problemas para comunicar conceptos abstractos como las ideas y los sentimientos. Las patologías relacionadas con ello son las del trastorno específico del lenguaje, la dislexia así como las afasias.

5.  Problemas de fluidez del habla

Uno de los problemas más conocidos que tratan los logopedas es la tartamudez. Además de este trastorno del lenguaje, existen otros problemas diferentes relacionados con la fluidez del habla con los que los logopedas trabajan.  

6. Problemas de respiración, succión, masticación y deglución

El acto de masticar o de realizar tanto la deglución como la succión implica muchos más músculos de lo que a primera vista podríamos imaginar. Tanto es así que estos actos involucran tanto la boca, la faringe como el esófago. Las funciones del logopeda en estos casos es examinar el proceso para detectar qué es lo que puede fallar.

7. Problemas de audición

El logopeda ayuda a la persona sorda o con problemas de audición en el desarrollo fonológico, léxico, morfosintáctico y pragmático del lenguaje con la finalidad de que exista comunicación, y esta sea lo más normal posible. Para ello, hacen uso de distintos métodos de trabajo, métodos que combinan la utilización de la audición residual, amplificada con audífonos, con la lectura labio-facial o la lengua de signos. Además trabajan aspectos clave como la motivación, la frustración, el autoconcepto y la autoestima en estos casos. Como podemos ver, el trabajo de estos profesionales va más allá, ya que deben incluir también los problemas emocionales que se derivan de la sordera. 

8.  Deficiencias mentales o físicas

Tanto un logopeda infantil como un logopeda para adultos tratan las deficiencias mentales o físicas para intentar adaptar a los pacientes al ritmo actual de nuestra sociedad. Entre las patologías que más tratan se encuentran tanto pacientes con parálisis cerebral, el autismo, con problemas de comunicación por síndromes, Parkinson, entre otros.

¿Cómo saber si alguien requiere de los servicios de un logopeda?

Cada persona o cada niño es diferente, por lo tanto existen diferencias individuales en la adquisición del lenguaje. A pesar de ello, cuando vemos señales de que existen algunas deficiencias en el lenguaje o algún trastorno que les acompaña, es momento de acudir a un logopeda.

Además, no sólo los niños necesitan del trabajo de logopeda para desarrollar todo lo relacionado con el lenguaje, muchas veces los adultos también podemos requerirlos. Entre los casos más comunes, están los adultos que sufren tartamudez en ciertas cuestiones o aquellos que desarrollan enfermedades como el Alzheimer.

Diferencias entre la logopedia y la psicología

En las terapias realizadas por los logopedas, estos profesionales se enfocan principalmente a ayudar a las personas con sus habilidades comunicativas. Además la logopedia también puede participar en la recuperación de una persona que ha sufrido un trastorno que le ha afectado en su desarrollo o en el proceso del lenguaje.

Por otro lado, las funciones de un logopeda también pueden ser enfocadas a mejorar nuestras habilidades de comunicación para desarrollar ciertas aptitudes sociales. Es decir, los logopedas pueden enseñar técnicas para aprender a hablar con claridad tanto delante de un grupo grandes de personas como con los demás.

Los psicólogos, por otro lado, cubren una amplia gama de tareas. Podríamos decir que la psicología trata el estudio de todos los aspectos del funcionamiento de la mente. Tanto es así que en muchas ocasiones tanto los logopedas como los psicólogos trabajan juntos en algunos trastornos del lenguaje. Esto es, ya que muchos pueden ser derivados de alguna patología psicológica.

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