El miedo te crea la necesidad de moverte, está a tu lado para ayudarte
Intentaré ser simple y corto para dejar concepto que nos ayude con respecto a nuestros miedos.
Esta emoción que innata en el ser humano desde tu propia concepción. Existe el miedo a que pasen cosas diferentes a las habituales, a las que sostiene la zona de seguridad.
Cada vez que superamos uno determinado miedo, nos hacemos más fuertes, maduramos, mejoramos, somos más capaces de superar cualquier alteración. Por ejemplo, al nacer un bebé tiene miedo a quedarse solo, porque siempre ha estado conectado a su mama, y por ello, aparece ese llanto del abandono en su ausencia, que se supera una vez aprende a que mama no está 24 horas pegada a ti, y si esta siempre contigo. Después con los años se estabiliza ese momento y ese bebé comienza a ir socializándose, tiene que acudir al cole, tiene miedo de no tener referentes familiares. Comienza a darse cuenta, que está en un ambiente de iguales, con los que se relaciona y evita ese miedo a estar sola.
Nuestros miedos son comunes
Con esta situación os voy guiando que todos, independientemente de raza, país y creencias tenemos los mismos miedos, y los vamos superando de la misma forma. La mejor definición gráfica que he aprendido sobre el miedo, ese la puerta frente a ti, que esconde algo que no sé qué existe, y he de atravesar para seguir adelante.
Frente a dicha puerta podemos adoptar varias salidas: huir, ignorarla, esconderla, engaños mentales en definitiva para no abrirla. Que nos condicionan a paralizarte eternamente delante de esa puerta e imaginar, especular, sobre algo que no sabes y que solo te pide ábreme y sal.
Cuántas veces sucede que superamos ese miedo, y nos decimos “total no era para tanto”, o “por qué tarde tanto en tomar esta decisión”. Reproches que no ayudan ya que ves que puedes abrir puertas, sin más. Ante un miedo, una solución es posible.
En conclusión: el miedo no desaparecerá nunca de tu vida, es algo que tienes contigo, mejor que sea tu compañero a la hora de tomar decisiones, tu aliado. Vamos a llevarnos bien, sé que me proteges, y miedo mío, prometo mirar antes de cruzar la calle. Aprovechare tu impulso para moverme hacia situaciones nuevas que inevitablemente tengo que vivir, si o si, más tarde o más temprano he de abrir y superar mis límites, y abandonar la zona fija.
En definitiva, moverme y solucionar.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD